Redacción El País.
El tiempo es oro fue una apuesta de preguntas y respuestas a cargo de Berch Rupenian. Estrenó en la temporada 2002 y el comunicador lo definió alguna vez “como lo más raro” que hizo en TV.
Iba los miércoles luego del informativo Telemundo. Cada semana, el programa enfrentaba a tres parejas de concursantes que en los diferentes bloques respondían a diferentes preguntas. El premio era de 60.000 pesos, una cifra nada despreciable para 2002, el peor año de la crisis económica que atravesó el país en aquellos momentos.
La historia televisiva de Berch Rupenian estaba más ligada a la música. Mientras gestionaba musical y artísticamente las emisoras Concierto FM e Independencia, fue convocado en su momento por Horacio Scheck, director de Teledoce, para musicalizar Verano del...
Luego de varios años en esa función, fue convocado como conductor para El tiempo es oro. En el programa la música también era importante y a menudo las preguntas giraban sobre esta temática..
El formato se apoyaba sobre el tiempo. Los concursantes contaban con determinados segundos para responder y a mayor velocidad, mayor posibilidad de llevarse el premio.
En uno de los juegos, cada pareja elegía una letra y a continuación, Berch Rupenian comenzaba con las preguntas. Las respuestas en cuestión comenzaban todas con esa letra seleccionada.
Además, había objetos y personajes “escondidos” en determinadas letras. Rupenian daba las pistas y los concursantes debían arriesgar, lo antes posibles, una respuesta.
En cuanto a la música, era común que se emitieran temas y las parejas debían acercar a los artistas detrás de la canción o el título en cuestión. Podían también emitirse escenas de películas que quedaban truncas y los participantes debían adivinar el desenlace. También había un juego de sinónimos.
En todo los casos, “el tiempo” era oro: es decir, había que responder con la mayor velocidad posible. La rapidez le permitía obtener más puntos de cara a la resolución del programa.
Además del dinero en efectivo que se llevaban los participantes ganadores de cada programa, los concursantes seleccionaban a una institución social que también se lleva un premio en metálico. En tiempos duros a nivel económico y social, este era el aporte del programa.
Después de esta experiencia, Rupenian siguió vinculado a Teledoce: fue columnista de Día perfecto y todos los años realiza un especial de Navidad en... Lo ha hecho desde Nueva York, Londres y otras capitales. El programa se emita sobre finales de año y ya se ha convertido en un clásico de la programación del 12.