Estudiante de bioquímica y modelo, Lucía Bacety, 21 años, 1,81 de altura, la sonrisa siempre a flor de piel, es una de las modelos de mayor proyección de los últimos años. Arrancó hace tres años y no para: tiene un ritmo de cuatro o cinco desfiles por mes. De pasarelas y química, Sábado Show conversó con ella.
-¿Por qué te decidiste a ser modelo?
-Comencé a desfilar a los 18 años. Por la altura siempre me decían que me animara. A mí siempre me gustó, miraba los desfiles por televisión y me imaginaba. Desde chica también tomo clases de ballet, que es una disciplina que tiene mucho que ver con el cuerpo y con estilizarse. A los 18 me llamaron de una agencia y entré. El contacto fue por un amigo que tenía una hermana modelo. Después me presenté en certámenes, en Elite Model Look de 2008 y salí finalista.
-¿En paralelo estudiás bioquímica?
-Sí, en Facultad de Ciencias. Siempre tuve facilidad para la química, las matemáticas o la física, tenía inclinaciones más para ese lado que por lo humanístico. El laboratorio siempre me encantó, es la parte que más me gusta. Los análisis clínicos, el trabajo en laboratorio, es lo mejor.
-¿Qué es lo que más disfrutás de la profesión de modelo?
-Es algo que me gusta, que disfruto hacer... no me pesa ir a un desfile. Me encanta toda la previa: la prueba de ropa, el maquillaje, porque después la pasada es un momento. Son horas de trabajo para un segundo.
-¿Es un hobbie o un trabajo?
-Un poco de todo. Yo sigo mis estudios por un lado y soy modelo como un hobbie, pero también un trabajo.
-¿En la vida actúas como modelo? ¿Te producís?
-Más o menos. Me encanta producirme, arreglarme, peinarme, estar en todos los detalles.
-¿Tenés amigas en el ambiente?
-Sí. Tengo amigas modelos, he entablado relación con varias. Hay un grupo de chicas que somos todas de la misma generación, que empezamos todas juntas.
Fotos: Andrés Fernández. Mallas: Colección Zingara for export. Maquillaje: Tigi bed head. Vestidos: Oshiko design, colección Ninfas. Accesorios: Oshiko design. Peinado y extensiones: Heber Vera. Realización y producción ejecutiva: María Inés Rodríguez.