Dexter, Asesino de asesinos

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En Six feet under, Michael C. Hall era David, el menor de los varones Fisher, dedicado a la funeraria familiar y homosexual declarado. En Dexter, es un forense que canaliza su naturaleza homicida dando caza a los asesinos que han logrado escapar del brazo de la ley. De esto y más habla en esta entrevista.

-¿Qué es lo que más te gusta de Dexter a diferencia de Six feet under?

-Me gusta el papel de Dexter ya que es único y no se puede comparar con el de Six feet under. Pero si lo comparo con cualquier otro papel, me gusta que admite ser incapaz de sentir emociones humanas verdaderas. Soy escéptico al respecto. Sin embargo, en cierto modo, como actor, me libera el hecho de adaptar mi conducta a cualquier tipo de situaciones en las que Dexter se encuentre, lo cual es muy divertido. Y cuando uno interpreta un personaje durante cierto tiempo, es agradable poder fusionarlo de esa manera.

-¿El público te relaciona con Dexter o aún te reconoce como David Fisher?

-Mucha gente se me acerca y me habla de ambos. Últimamente, quizá sea más de Dexter, simplemente porque ahora la serie está en el aire y está más presente en la gente.

-¿Cuál es, en tu opinión, el paso en falso de Dexter?

-No lo sé. Me parece que hay varias cosas en un estado bastante precario… Si bien Dexter ha sido muy cauteloso, hay cadáveres en el fondo del océano, portaobjetos con sangre sobre su acondicionador de aire, su apartamento está abarrotado de implementos homicidas. Y, aunque siempre está en la cuerda floja, no se atreve a hacer suposiciones.

-¿Interpretar un personaje tan oscuro, por tanto tiempo, afectó tu vida?

-Yo diría que la vida ha seguido su curso mientras interpretaba al personaje y estoy seguro de que me ha afectado, pero no necesariamente de manera directa. Es un papel que requiere mucha energía, concentración y arduo trabajo. Realmente deseo que llegue el momento para relajarme cuando termine la temporada, pero disfruto muchísimo de este trabajo. No es en absoluto aburrido y estoy muy agradecido.

-Dicen que siempre estás muy serio en el set y que es difícil sacarte una sonrisa. ¿Es verdad?

-Sí, creo que sí. Es que estamos trabajando con mucho material y muy de prisa, suceden cosas muy importantes en cada una de las escenas y debo mantener mi concentración. Pero también bromeo un poco.

-Dexter ha hecho que la TV cable se abochorne por las escenas de muerte, las paredes salpicadas de sangre, etc. ¿Qué podés decirle a algunos televidentes que pudieron sentirse perturbados?

-No sé. Estoy seguro de que eso varía con las personas según cómo se relacionen, ya sea con los actos de Dexter o con la situación, partes de cuerpos bañadas en sangre y demás, y su relativa repulsión al respecto. Me parece que la serie es interesante en cuanto a cómo está construida para involucrar a la audiencia, debido al elemento de voz en off de Dexter; es como que ellos son los únicos que conocen la verdad y son de alguna manera cómplices. Creo que eso seduce al público y algunos se sienten contrariados.

-¿Te preocupa que el público interprete esta serie como una aprobación de la justicia por mano propia?

-No es algo que me desvele.

-Me refería a si creés que sea socialmente adecuado mostrar un asesino serial en TV.

-La serie se desarrolla en un ámbito moralmente ambiguo. No negaré que el público tiene permiso de identificarse con alguien que asesina gente de conducta muy reprochable. Desearía que se valorara al programa porque no es blanco o negro, sino que se mueve en áreas grises.

-¿Por qué creés fascinan los asesinos seriales?

-Diría que tiene que ver con que todos tenemos un lado oscuro. Creo que los asesinos seriales son fascinantes para la gente porque también son personas. Personas cuya compulsión los ha sobrepasado de tal manera que los ha llevado a matar. Los llamamos monstruos y quizá exista una gran disfuncionalidad en ellos, en su vida interior, pero creo que la fascinación es aún mayor por el deseo de reflexionar sobre nuestras propias sombras y quizás aceptarlas, como sea que se manifiesten. Afortunadamente, no todos estamos tan enfermos como Dexter.

-Hay comerciales de la serie con el slogan "El asesino serial preferido de los estadounidenses". ¿Qué tiene Dexter de especial para enamorar?

-Bueno, nadie me consultó respecto de la frase. Pero creo que el personaje le cae a la gente de diferente. manera. Algunos lo aprecian por razones más literales y otros por razones más figurativas, pero me parece que vivimos en un mundo en donde los individuos tienen cada vez un mayor sentido de justicia y menos sentido del control. Mientras se dan todo tipo de debates morales sobre los actos de Dexter, no se puede negar que está llevando a cabo la parte del control que le toca. Creo que existe un cierto deseo al respecto o una atracción a pasar tiempo con alguien como él.

-Las tendencias homicidas de Dexter fueron canalizadas por su padre adoptivo, que fue policía. ¿Porqué creés que el padre no lo detuvo?

-La historia de Dexter, su educación y su padre adoptivo, Harry, seguirán desarrollándose en la primera temporada e incluso después. Se trata de una relación fundamental para el personaje y para Harry, es decir, él fue policía y debe haberse sentido muy frustrado al ver las injusticias contra las cuales no podía hacer nada. Además, está el tema básico de la herencia versus la crianza de Dexter, y el estilo paternal tan original de Harry que ha influido considerablemente en la forma de vida de Dexter. Pero no quisiera discutir sobre qué fue primero, si el huevo o la gallina, respecto de la influencia de Harry. Pero fue contundente y lo sigue siendo.

-A medida que vas conociendo más a Dexter ¿lo querés más o menos?

-Lo quiero más. Es un tipo fascinante de analizar. Mi relación con él evolucionó cuando, junto a él, descubrí qué lo motiva y de dónde viene. Mantengo mis vías de comunicación con él y tenemos una estrecha relación.

-¿Cómo te preparaste para este personaje dual que pasa de asesino serial en una escena a amoroso hermano en la siguiente? Sé que has tenido reuniones con el FBI, has estudiado perfiles...

-Creo que el personaje necesita un poco más de imaginación. Es decir, no puedo salir a buscar… no sé si podría seguir la pista de un asesino, matarlo y ver qué se siente, y lo que yo siento no es lo que siente Dexter. En definitiva, debe haber una especie de alquimia interna que se debe lograr para la interpretación. Es algo que se da. Llega un punto en el que tratás de desconectarte.

-Por lo general, interpretás personajes bastante inusuales. ¿Te imaginás en un personaje "común" con una personalidad más graciosa?

-Sí, me encantaría. Ciertamente quiero pensar que va a llegar de una u otra manera.

-¿La gente se te acerca y te pide autógrafos, o te mira con cierta desconfianza?

-Los más desconfiados no se acercan. Pero me doy cuenta de que la gente siente cierto afecto por el personaje, pero no creen que yo sea él. Quienes se me acercan por lo general desean expresar que les gusta la serie y eso es muy gratificante, no es que tenga que ver con la cantidad de televidentes que es totalmente extenuante.

-¿Cómo te afectan los comentarios negativos respecto a la ambigüedad moral del personaje?

-En cierta manera es gratificante porque realmente creo que esta serie sobrepasa los límites y desafía a los televidentes a analizar sus reacciones. Si es inicialmente positiva, analizan. Si es inicialmente negativa, también lo pueden manejar, y si es un poco de ambas… resulta muy interesante y estoy muy orgulloso de ser parte de algo que provoca reacciones fuertes de cualquier tipo.

-¿Qué podemos esperar en la segunda parte?

-No quiero dar demasiados detalles, pero debido a las experiencias que Dexter tuvo en la primera temporada, los descubrimientos acaecidos y las verdades reveladas, se encuentra en un lugar en el que nunca había estado y su relación con el mundo es bastante precaria. Eso habla de su vida interior. En cuanto a lo exterior, en la cumbre de la segunda temporada, las cosas dan un giro; Dexter necesita utilizar su talento para controlar su estrés.

-¿Alguna vez tuviste ganas de tomar revancha o ajustar cuentas sea como fuera?

-Existen instancias que me vienen a la memoria pero que se superaron totalmente, quedaron en la escuela primaria. Quizá hubo unos pocos incidentes durante la secundaria, pero la mayoría de esos impulsos o motivaciones, que sí los tengo, quiero pensar que puedo superarlos, algunas veces con más éxito que otras.

-¿Te inquieta la idea de que se alejan de la novela original en la segunda temporada?

-La primera temporada con la primera novela, a pesar de las diferencias, es bastante fiel y posee un plano dramático inherente. Los escritores fueron muy audaces, pudo haber sido por el temor. Saltaron chispas en la segunda temporada y estoy muy agradecido por eso.

-¿Tenés algún tipo de análisis de Dexter Morgan diferente del que tenías antes de comenzar?

-Sí. Mi relación con él continúa evolucionando mientras más lo conozco. Es un tipo fascinante para el análisis y a medida que la serie lo coloca en diferentes situaciones y que yo, en tales situaciones, trato de incorporar lo que ya conozco respecto de lo que aprendió y su experiencia, nuestra relación crece. Eso se ve, también, en la forma en que el público experimenta a Dexter.

-¿Creés que la gente se está insensibilizando respecto de la violencia social?

-Sí. Creo que suceden muchas cosas en este mundo que nos insensibilizan a la violencia, al sufrimiento en general. Dexter es un ejemplo muy interesante o quizá un ejemplo excepcional. Las personas que asesinan son también asesinos. Puede que no estés de acuerdo. De alguna manera, se evidencia por sí solo, lo cual me agrada y quisiera pensar que probablemente se necesite ser más responsable en lo que se muestra.

Las dos temporadas de Dexter pueden verse actualmente en TV cable. La primera, que fuera emitida por Movie City, está ahora en pantalla de Fox (miércoles, 22 horas). En tanto la segunda, se exhibe por la señal premium Cityvibe (sábados, 18:55). Y ya se confirmó la realización de una tercera.

Se trata de una serie dramática de la señal de cable Showtime, basada en la novela Darkly dreaming Dexter, de Jeff Lindsay, adaptada por el guionista ganador del Emmy, James Manos Jr. Dexter Morgan es un asesino serial de Miami que trabaja en el Departamento de Policía del estado analizando patrones de rastros sanguíneos. Su condición homicida le viene por herencia, pero ha sido controlada gracias a que Dexter creció con un padre adoptivo (James Remar), que le enseñó a canalizar su naturaleza orientándola a dar caza y muerte a despiadados criminales que permanecen impunes. En su vida diaria, Dexter es un ser muy querible, que ayuda a su hermana (Jennifer Carpenter) en su profesión de policía, es querido por sus compañeros de trabajo (Erik King, Lauren Velez y David Zayas) y amado por su novia Rita (Julie Benz). Por este papel, Michael C. Hall estuvo nominado dos veces al Globo de Oro (2007 y 2008), mientras que la serie ganó dos Emmy: Diseño de Título y Edición.