Apocalipsis con alegría

 20120601 762x600

Aquella tarde la gente huía del centro, y en la ciudad desolada junto con la gente se apagaban las luces. Era viernes, 2 de agosto de 2002. Y el rumor de saqueos y de bandas ocupando la ciudad recorría las calles con la misma velocidad con la que la gente las abandonaba y las persianas y las rejas de las casas se cerraban. "Éramos la banda del Titanic", recuerda Fabián Krut, vocalista de Cursi, "el país se hundía y nosotros cantábamos la Pachanga Falsa". Y era cierto. Esa noche parecía que el Apocalipsis llegaba a Montevideo y ellos decidieron cantar; porque si la vida tiene ironías, ellos prefieren bailarlas.

XIMENA ALEMÁN

Su nuevo, y séptimo disco, reivindica esa postura, por eso se llama Apocalipsis Samba. "En este negocio estás siempre en ese subibaja. Un día está repleto y al otro día está vacío. La sensación apocalíptica está siempre presente", agrega Krut. "Pero estamos acá: si se está por reventar todo vamos a hacer un trencito y terminar agarrándonos de los rollos de la tía al ritmo del carnaval carioca. ¿Qué le vamos a hacer?" Ese es el espíritu de Cursi, una banda también integrada por Diego Drexler, Pedro Alemany y Sergio Nuñez. Este jueves es el espíritu que llevarán a la Sala Zitarrosa.

-¿Cómo es el sonido Cursi?

-(Diego Drexler): Desde que arrancamos nos pasó de no estar en ningún círculo, no estar circunscriptos a ninguna movida particular, con lo bueno y con lo malo de eso, porque si arrancás en una movida tenés un nicho que te apoya. Nosotros siempre nos movimos en la intersección de diferentes géneros. Será porque no nacimos como amigos del barrio, sino que todos somos de distintos lugares, de diferentes movidas y nos juntamos para hacer música. Algo que siempre buscamos es no dejar nada afuera. Explorar cualquier locura que se nos venga a la cabeza y por más que parezca un disparate.

-(Fabián Krut): En este disco, por ejemplo, tenemos una cumbia. Es la primera. Siempre hay algo de coctelera a la hora de componer. Teníamos entre ceja y ceja hacer una cumbia, hasta que apareció un amigo poeta, Pablo Galante, que mandó unas letras. Una de ellas arrancaba diciendo "Venga tu cuerpo contra mi, hágase realidad la vida". Cuando estábamos en la etapa de preproducción lo leí y era una cumbia, era algo muy sensual. Nosotros, por el circuito que hacemos en el interior, estamos muy en contacto con la cumbia. Siempre somos la bisagra entre los grupos de folklore y los de cumbia, como una especie de puente. En esa cumbia termina cantando Marito Silva, un personaje de la cumbia, muy ligado a la movida del interior y súper popular. Lo conocimos en Bella Unión. Él quería cantar un rock, y en su opinión, terminó siendo un rock, aunque para nosotros fuera una cumbia. Solo por el tema de la instrumentación, por tener guitarras eléctricas, para él es rock.

-Cuando arrancaron, ¿cómo fue la recepción a este sonido distinto?

-(D.D.): Arrancamos en 1997, con un toque para amigos en el teatro Stella. Ahí vendimos las entradas nosotros y todavía usábamos el nombre Deja vú. Miro para atrás y la propuesta artística era una demencia. En el afán de tocar, nos fuimos un verano a Piriápolis a tocar en el restaurante Barlovento porque conocíamos al dueño. Cantábamos la Pachanga Falsa al mediodía y éramos unos extraterrestres.

-(F.K.): Tocábamos por la paella y estaba buenísimo. Pero no hacíamos covers. La banda siempre tuvo un grado de inconsciencia y de convicción: creíamos en los que teníamos. Lo normal hubiera sido que tocáramos covers y algún tema nuestro, pero hacíamos las cosas la revés.

-¿Qué tiene Apocalipsis Samba qué no tengan los otros discos?

-(F. K.): Tengo la sensación de que este es el disco más Cursi de Cursi. Es el primero donde aparece la palabra "cursi" en una canción. Por primer vez la mencionamos, no es poca cosa. Son diez temas, es un disco acotado, pero tiene muchos invitados a nivel vocal, algo que no había pasado antes y creo que es saludable, porque oxigena mucho las canciones. En los otros discos había muchos invitados instrumentistas, pero no te enterabas. Acá están Emiliano Brancciari, Marito Silva, Lucero Diego y la gente de Yogurth en coros. Y además los músicos Ney Perazza, Daniel Drexler, Sebastián Jantos y Daniel Anselmi. En otros discos resolvíamos las cosas entre nosotros o con el productor, Román Varas o Gonzalo Gutiérrez, que si necesitábamos grabar algo son personas muy virtuosas. Eso le daba algo experimental.

-(Sergio Alemany): La diferencia es que antes los músicos conocían la canción en el estudio. Ahora se armó una banda. Muchos años giraron músicos pero ahora se armó una banda que discutió las canciones. Este disco suena más orgánico.

-(D. D): Hay como una búsqueda en nosotros desde hace años, venimos fusionando ritmos, entre ellos la música tropical. La Pachanga Falsa es eso. Pero tratamos de tomarla desde el lado menos racional, desde el baile. En la música tropical hay libido, sensualidad, está presente el cuerpo. Y eso no está ni en el rock, ni en la música popular. En eso cobra importancia el baile, que sea música para bailar. Tratamos de hacer las canciones desde ese punto de vista. También está eso de recuperar el contacto físico. Implícitamente hay sensualidad en el disco y también el amor y el desamor.

-¿Cómo fue el proceso de grabación del disco?

-(D.D.): Uno de los grandes desafíos de este disco fue el encare. El productor iba a ser Juanchi Baleiron que estaba grabando el disco de No Te Va Gustar. Nos pidió diez canciones para diciembre y después para febrero diez más. De esas seleccionó 12. Juanchi estaba grabando con Diego Bardier, que es un técnico que labura desde 2002 con nosotros. La idea era manejarlo por Skype, pero Juanchi estaba a full. Entonces decidimos seguir adelante, porque ya teníamos la lista. Seguimos ensayando y decidimos auto producirnos. Es el séptimo disco, antes no lo hubiéramos podido hacer. Y Diego Bardier que se recontra metió en el disco nos ayudó mucho. Nosotros queríamos un disco que sonara a banda tocando. Este disco es todo orgánico, porque algo que nos cansó fue que los discos anteriores sonaban mucho a programa, por eso hubo mucha búsqueda de instrumentistas y de arregladores. Pudimos sacar el disco en diciembre pero preferimos no apurarnos. Quisimos tomarnos un tiempo para esperar que salieran las canciones y grabar. Queríamos hacer un disco que llegara a lo que queríamos.

-(F.K.): En las maquetas fuimos dándole vuelta a los temas. Nos pasábamos instrumentos, había tiempo. Para nosotros: menos es más. La simpleza es difícil y en la música eso es lo que me mueve, tratar de decir cosas, de comunicar. A veces se le quieren meter arreglos a las canciones, cosas barrocas y eso en Cursi no se busca. En todo este disco la banda buscó lograr que las canciones lleguen a lo que nos parece que es su mejor sonido. Ese es también el leit motiv del disco. Es un pequeño homenaje a las simples canciones 100% trilladas, pero 100% efectivas.

LOS SEIS PREVIOS

1- Cursi (1999)

2- Del 2 al 70 (2002)

3- CursiMix (2003)

4- Corazón de Hotel (2004)

5- Delivery (2006)

6- Ventilar (2008)

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar