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En año de cambios, Lucía Brocal confirma su reencuentro con el amor: "Estoy feliz"

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Lucía Brocal. Foto: Leo Mainé

DESPERTAR CON ESTILO

La periodista cuenta la actitud que tomó ante la pandemia pese a ser parte de la población de riesgo y revela un proceso personal que incluyó una separación, una mudanza y el reencuentro con el amor.

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La periodista Lucía Brocal se siente firme en el trabajo y en la vida. Lejos quedó la joven de 21 años que enfrentaba el descomunal desafío de tomar las riendas del noticiero central de Canal 4. Hoy, más de una década después, está afianzada en el horario matutino como conductora de Doble Click (Del Sol FM) e integrante fundacional de Desayunos Informales (Teledoce). "La mañana es desgastante, pero una se acostumbra", sostiene. Además, conduce las ediciones del mediodía y sabatinas de Telemundo en Teledoce.

“Estoy en una etapa divina de mi vida”, subraya sobre un período de cambios profundos. Es que Brocal se separó después de ocho años de relación, se mudó en plena pandemia y debutó en el rol de mamá soltera de sus hijos Felipe y Juan. “La vida es demasiado corta como para dar vueltas sobre cosas que no marchan”, evalúa. También durante los peores meses de la pandemia redobló el esfuerzo en su trabajo para llevar más y mejor información, pese a que ella es considerada parte de la población de riesgo. “Era un momento para estar”, sostiene la conductora que superó un cáncer de riñón. En diálogo con El País, habla sobre su nueva etapa y revela: ¿se volvió a enamorar?

—Por tu trabajo en Desayunos Informales (Teledoce) y Doble Click (Del Sol FM) se te ha asociado a la mañana, ¿te sentís identificada con ese horario?

—Sí, la mañana es un horario que me encanta porque permite hacer más cosas y aprovechar el día. Es un horario divino para trabajar y en el que me siento muy cómoda. También es desgastante, pero una se acostumbra.

—Sos una de las pocas integrantes de Desayunos Informales que sigue al aire en el programa desde el inicio, ¿cómo evaluás tu recorrido en el magazine a cinco años del debut?

—Me acuerdo que cuando me llamaron para estar en Desayunos lo dudé. Era un desafío grande porque tenía que romper mis propios prejuicios sobre la periodista de noticiero que también estaba en un magazine. Hoy en día veo esos programas del primer año y me doy cuenta de que era Robocop, estaba dura. Yo venía con el chip del noticiero y pensaba que si hacía un chiste o bailaba la gente me iba a ver mal. Me fui soltando y encontré mi lugar. Me di cuenta de que podía hacer eso y el noticiero a la vez sin perder credibilidad.

—¿En cuál rol sos más vos?

—En Desayunos soy yo. Me puedo tomar ciertas licencias para divertirme y comentar un montón de cosas que en el noticiero no puedo. Además en el día a día se termina convirtiendo en el living de la casa y uno pierde la noción de que está en un programa de televisión.

—A lo largo de estos años el elenco se renovó en varias oportunidades, ¿hubo alguna salida en particular que te haya dolido?

—Cuando se fue Andy (Vila) fue difícil porque nos habíamos hecho muy amigas. La extrañé, pero entendí y apoyé mucho su decisión porque quería lo mejor para ella. La salida de Figue (Alejandro Figueredo) también fue un cambio grande, pero enseguida entró Coco (Echagüe) que es una persona muy luminosa. Pasaron un montón de personas y siempre tuvimos un buen ambiente de trabajo. Victoria (Zangaro), Marcel (Keoroglian) y yo somos laburantes, no sentimos ningún estrellato de nada y eso ayuda a que siempre nos podamos acomodar bien.

—¿Has tenido que trabajar con personas con “estrellato”?

—Hay personas que tienen otras formas o que priorizan otras cosas. Para mí el ambiente de trabajo siempre está entre lo más importante. Yo siento que si todos brillamos es lo mejor, pero hay gente que es más "yoísta". ¿A quién no le ha pasado de trabajar con gente así?

Lucía Brocal. Foto: Leo Mainé
“Siento que me hice un nombre, que tengo un respaldo. La gente no solo me elige sino que confía en mí y eso es difícil de lograr”, afirma la periodista. Foto: Leo Mainé

—En radio estás junto a Paula Scorza al frente de Doble click, uno de los pocos periodísticos íntegramente conducidos por mujeres en la mañana de dial…

—Además tenemos a una mujer productora como Tania de Tomas. Fue una apuesta jugada de la radio, que es mayoritariamente de hombres. Ellos necesitaban un aporte femenino y se la jugaron a hacerlo en un horario especialmente masculino como la mañana. Cada día se va eliminando más esa diferenciación de si es hombre o mujer. Ahora lo que importe es si es periodista, qué dice y cómo lo dice. La gente termina eligiendo eso.

—¿Ese proceso es más rápido en el público o en las autoridades de las empresas?

-Es un camino que estamos haciendo todos como sociedad. Falta mucho pero hemos avanzando un montón. Se han roto barreras. Nadie me ha hecho un comentario machista sobre el programa, capaz que lo piensan pero no me lo dicen...

—Hace unos días fue desvinculada Valeria Alonso de su rol como conductora de Telenoche, un sitio que vos ocupaste años atrás. ¿Por qué creés que han pasado tantas mujeres en poco tiempo por ese lugar?

—Es una excelente pregunta. No tengo la menor idea de qué es lo que pasa. Hay cosas que son evidentes, pero si me preguntás qué pasa no lo sé.

—¿Las mujeres son el fusible que salta en los noticieros cuando hay que hacer renovaciones?

—Puede ser que sí, pero no sé si en todos lados. En Telemundo no lo siento, creo que el hombre y la mujer están a la par. Es verdad que históricamente el rol del conductor de noticiero fue masculino y la mujer acompañaba, pero eso fue cambiando. Aldo (Silva), Malena (Castaldi) y Mariano (López) se comen la cancha y trabajan a la par. Y yo al trabajar con Valentín (Rodríguez Bausero) siento que se respeta mi trabajo, y los sábados cuando estoy sola también. Capaz que en algunos lugares todavía falta un poco más de sensibilidad...

—¿Cómo viste el caso de la periodista Patricia Madrid, que fue sancionada en Polémica en el Bar por guardar silencio durante un programa como protesta luego de haber tenido un cruce muy fuerte con Alberto Sonsol? Muchas mujeres se solidarizaron con ella...

—Es un tema sumamente delicado. No puedo opinar porque no sé qué pasó en la previa y no conozco los detalles. No todo es tema de mujer-hombre. No me gusta llevar todo al tema feminista y salir al grito para la tribuna. No me gusta meterme en cosas que no me corresponden solo porque rinda. Igualmente respeto a quien sale a dar su opinión, capaz que con más información de la que yo manejo.

—¿Cómo fue hacer periodismo durante los primeros meses de la pandemia?

—Fue intenso. Durante el primer mes había mucha incertidumbre y no sabíamos si estábamos tomando un gran riesgo al salir de casa. La decisión era que había que trabajar, hacer periodismo e informar a la gente. En el noticiero se habló de turnarnos y en la radio se planteó la posibilidad de hacer el programa desde casa. Fue un cimbronazo en el que no se sabía qué hacer. El instinto periodístico me hacía pensar "yo quiero estar, yo quiero informar". Todos los días había una catarata de información y mucha desinformación, así que una pensaba en lo importante que era ir con la verdad en un momento como este. Tomé la decisión de cuidarme sin dejar de ir a trabajar. Por momentos fue estresante, pero estoy orgullosa de lo que hicimos en el canal y en la radio. Creo que la gente lo valoró.

—¿Pertenecés a la población de riesgo?

—Podría pertenecer a población de riesgo porque tengo un solo riñón. Tuve cáncer hace ocho años.

—¿Cómo recordás aquella etapa tan crítica?

—Yo estaba trabajando y había sido mamá hace poco. Tenía un hijo chiquito que cuidar, así que esa era mi prioridad para salir adelante. Me apoyé en mis amigos y mis compañeros. Fue difícil de sobrellevar pero lo pude hacer. Se solucionó sacando un riñón. El razonamiento fue "¿cuál es la solución?, ¿qué tengo que hacer?, ¡hagámoslo!". En el momento no me ponía a pensar. Solo me preocupaba qué hacer para estar bien y hacerlo.

—¿Tenés que tener algún cuidado especial hoy?

—Tuve que superar el período ventana de cinco años en los que se hacen estudios todo el tiempo. No es lindo pero es parte de la vida. Hoy me cuido, pero no tengo que tomar ningún medicamento. Lo que me cambió esa situación fue que después de algo así uno siente que tiene que hacer valer su vida. Siento que no puedo tener el tupé de no estar feliz o no hacer lo que siento. Ya sé que algún día puede pasar algo…

—La pandemia coincidió con una nueva etapa de tu vida como “mamá soltera” luego de separarte, ¿cómo enfrentaste ese desafío?

—Fue interesante. Estoy muy contenta con esta etapa de mi vida y disfruto de mis hijos, mi casa nueva y mi trabajo. Cuando una hace las cosas convencida de que es lo mejor y lo hace con humildad, cariño y calma, todo se acomoda. Yo me siento en paz.

—¿Te costó encontrar esa paz?

—No, fue un proceso. Soy humana y tengo sentimientos, pero es reconfortante estar donde una quiere y como quiere. Yo estaba convencida de que era lo mejor, y la vida me está demostrando que estaba en lo correcto, con todas las dificultades que esto tiene y lo difícil y doloroso que puede ser. Yo trato de escucharme, y si una se escucha sabe hacia dónde ir. La vida es demasiado corta como para estar dando vueltas sobre cosas que no marchan.

—¿Te volviste a enamorar?

-—Sí, estoy muy bien. Tranquila, feliz. 

—¿Cómo se dio?

—Estoy bien... (Risas).

—Vas a volver a compartir canal con Fernando Vilar por su llegada a Teledoce, ¿te lo has cruzado?

—No lo vi. La noticia me sorprendió. Para él debe ser una gran oportunidad, debe estar muy feliz. Fernando es muy talentoso, muy buen conductor y tiene mucha llegada a la gente. Le va a ir muy bien.

—¿Qué opinión te merece el fuerte cruce que mantuvieron al aire Aldo Silva y el exdirector de la Ursec Nicolás Cendoya por Radio Sarandí? El exjerarca acusó a los canales privados de ser vehículos de información oficial.

—Lo escuché. Hay muchos políticos que cuando las papas queman le echan la culpa a los medios. Es un lugar común que he visto en reiteradas ocasiones. No vale la pena, hay discursos que se caen por su propio peso. Cuando alguien no tiene argumentos tiene que generar "cucos".

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