Analía Filosi
En una excursión en solitario al Blue John Canyon, un amante de los deportes extremos queda atrapado entre dos rocas con su brazo aprisionado por otra roca. Las 127 horas del título refieren al tiempo en que Aaron estuvo en esas condiciones, haciendo todo lo posible por salir de allí, en la más absoluta soledad. Al tratarse de un caso real ocurrido en 2003, algunos espectadores podrán conocer el movilizante desenlace. Quienes hayan visto Enterrado, encontrarán muchas similitudes entre el camionero encerrado en un ataúd sin otra ayuda que un celular, un encendedor y una lapicera, y este alpinista más equipado pero igual de desamparado. En tal sentido es un actor quien lleva adelante todo el peso del relato, si bien en este film aparecen otros personajes, ya sea en los minutos previos, que ayudan a delinear el carácter aventurero y "alocado" del protagonista y así entender todo lo que seguirá después, como en escenas que remiten a recuerdos, sueños o alucinaciones. James Franco se luce como se luciera Reynolds en Enterrado, y justifica ampliamente su nominación al Oscar. Y Boyle desarrolla una forma de relato ágil, con pantalla partida, música acorde a los distintos momentos, oportunos paralelismos y acertado uso de la cámara para transmitir estados de ánimo. Una historia que desespera y que también deja alguna que otra moraleja.
Título original: 127 hours | Director: danny boyle | Actores: james franco, amber Tamblyn, kate mara, sean bott, lizzy caplan, peter joshua hull | Género: drama/thriller | Duración: 94`
Las aventuras de Sammy
Sammy es un tortugo que, desde su accidentado nacimiento, sale a recorrer los océanos del mundo. En medio de ello conoce a su mejor amigo, se topa con un gato francés y una familia de hippies, se cruza con distintas especies marinas, y tiene encuentros y desencuentros con el amor de su vida. Una historia sencilla y simpática, destinada a los niños más pequeños, con un mensaje ecológico (Sammy también enfrenta una mancha de petróleo y muchas bolsas de plástico). Esta vez el 3D sí tiene sentido, se advierte su uso y uno hasta imagina a los pequeños espectadores estirando su mano para tocar a todos estos alegres personajes que llegan acompañados de una música muy pegadiza.
Título original: sammy`s adventures: the secret passage | Director: ben stassen | Guión: domonic paris | Género: animación/aventura | Duración: 88`
De amor y otras adicciones
Randall (Jake Gyllenhaal) es un típico galán, encanto que primero le sirve para vender electrodomésticos y luego para transformarse en un ascendente visitador médico, bendecido porque el laboratorio para el que trabaja termina por crear el Viagra (la historia data de esa época). En uno de sus recorridos, se topa con Maggie (Anne Hathaway), joven artista con Parkinson que, consciente de su enfermedad, no quiere involucrarse con nadie en forma seria. Pero lo que empezará con muchos encuentros sexuales derivará indefectiblemente en la droga más poderosa de todas: el amor. El film comienza como una típica comedia romántica, intercala apuntes filosos sobre la industria farmacéutica (sin ir a fondo), y termina como un dramón. Ese es el problema del film de Edward Zwick: no termina de definir qué es y, entonces, termina por no ser nada. Lo que lo hace diferente son las grandes actuaciones de sus protagonistas, reconocidas con candidaturas al Globo de Oro. Por ellos la historia se vuelve creíble y, por momentos, adorable, ya que los personajes secundarios pasan por otro registro, más cercano a la tontería. No hay nada aquí que no se haya visto en infinidad de comedias románticas, lo que sí hay son dos actores que saben cómo disimular las carencias y hacer que se disfrute sin demasiadas exigencias.