Irregularidades en elecciones de Tribunal de Ética de Armada: sancionan al director de la Escuela de Guerra

Maniobra electoral: José Luis Matteo fue sancionado luego de que en su computadora incluyera decenas de votos de más a su favor, alterando la elección del tribunal de ética, al quedar primero.

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Armada Nacional
Irregularidades en elecciones de Tribunal de Ética de Armada: sancionan al director de la Escuela de Guerra
Foto: Darwin Borrelli

Uruguay es un país reconocido por la transparencia de sus procesos electorales, pero también pueden darse situaciones irregulares. La historia que aquí contaremos ocurrió en las elecciones del Tribunal General de Ética y Conducta Militar de la Armada Nacional. Y tiene detalles insólitos, que por momentos parecen sacados de un sketch de un programa de humor, como decenas de votos de más procesados en una computadora que favorecieron a la persona que estaba contando esos votos, una larga investigación donde se justifica que no volvieron a contar los sufragios porque era viernes y había “espíritu de querer irse” y una sanción al aparente responsable de alterar la elección, que no le impidió seguir ocupando su cargo.

El protagonista central es José Luis Matteo, quien hasta diciembre fue director de la Escuela de Guerra Naval. Y que recibió una discutida sanción por una “falta ética”. Para dos miembros del tribunal la falta fue “leve” (aunque la maniobra lo haya colocado como ganador de la elección) y para un tercero “grave”.

Todo pasó hace ya dos años pero nunca se hizo público. A través de una solicitud de acceso a la información al Ministerio de Defensa Nacional, El País accedió al expediente completo que incluye la investigación administrativa que realizó la Armada Nacional por el caso, testimonios de los involucrados y las conclusiones del Tribunal Especial de Ética y Conducta Militar que juzgó a Matteo.

El acto eleccionario se realizó el 29 de octubre de 2021 y los resultados ubicaron a Matteo, capitán de navío, como miembro titular del tribunal. Sin embargo, en su computadora se incluyeron decenas de votos a su favor que no correspondían (los miembros se eligen por votación) y eso fue descubierto. Al final volvieron a votar y él fue electo como primer miembro suplente, pero tras una investigación administrativa por el caso se determinó que tampoco ocuparía esa posición.

"Espíritu de querer irse"

Para contar la historia hay que empezar por el día del acto eleccionario en el que la Armada Nacional elegía la integración de tres de sus tribunales: Tribunal Especial de Ética y Conducta Militar, Tribunal General de Ética y Conducta Militar (donde se detectaron irregularidades) y el Tribunal de Ética y Conducta Militar para oficiales subalternos.

Durante las elecciones se utilizaron tres computadoras, que contaban con un programa facilitado por el Servicio de Gestión Informática y Telecomunicaciones de la Armada (Segit). Cada una de las máquinas era supervisada por un capitán de navío acompañado por una tripulante. En una de esas computadoras estaba Matteo, quien se postulaba a integrar el mencionado tribunal. Y al mismo tiempo era uno de los que supervisaba.

Durante la elección el capitán de navío de cada mesa le decía a la tripulante el número de matrícula de los votos que estaban en la hoja de votación, y esta se encargaba de ingresarlos. Además, la tripulante verificaba en la pantalla que cada matrícula correspondiera con el nombre de la persona votada. Cuando se terminaron de ingresar los votos se imprimieron tres listados, uno de cada computadora, y se juntaron. Uno de los integrantes del tribunal, el capitán de navío Rodolfo García, manifestó dudas con respecto al escrutinio realizado en la computadora de Matteo.

Las dudas eran respecto a la coherencia estadística que era observable según cada computadora y comparando entre los tres capitanes de navío más votados. El entonces director de la Escuela de Guerra tenía 71 votos en la computadora que él supervisaba, 30 en una y 18 en la otra (119 votos en total). Los otros dos más votados mantenían ciertos parámetros de votación en las tres computadoras. Por ejemplo: 22, 35 y 38 en el caso de Gustavo Flores, jefe de la Primera División del Estado Mayor General de la Armada (95 votos en total). El tercer más apoyado (84 votos) era Daniel Di Bono, y sus votos se repartían en 14, 32 y 38.

Rodolfo García le expresó sus cuestionamientos a Gustavo Flores, organizador de las elecciones, y se dispuso un segundo escrutinio el 3 de noviembre de 2021. ”Me llamó la atención que la diferencia se haya dado en una sola máquina. Al principio no me había parecido algo anormal, luego analizándolo me llamó la atención y llamé a Flores”, dijo durante los interrogatorios. Ese segundo acto eleccionario fue sin la presencia de tripulantes y se pasaron los votos a una sola computadora. En esa segunda elección Matteo terminó como suplente y tuvo un total de 38 votos menos que en el primer escrutinio.

Al ser citado a declarar en el marco de la investigación administrativa, Matteo —entonces director de la Escuela de Guerra— admitió que era llamativa la diferencia de votos pero había “espíritu de querer irse” por “ser viernes” y por el deseo de terminar la tarea.

A continuación, parte del primer interrogatorio a Matteo:

—¿Algunos de los miembros elegidos en el escrutinio anterior resultó con mayor o menor cantidad de votos?

—Sí, hubo cambios. Sé que uno fue mi nombre.

—¿En mayor o menor cantidad de votos en relación con el anterior?

—Tuve bastante menos que en el anterior.

—¿Puede explicar a qué se debió esa diferencia?

La diferencia hablando de números fue muy abultada. Errores se pueden suscitar, pero un error de más de 30 votos, cantando los votos de manera oral y estando todos juntos en la misma habitación, es algo que salta al oído. No sé explicar qué pasó en la carga, informáticamente hablando. Porque después sumamos a mano, pero la realidad es que es mucho, rompía los ojos, el mismo viernes rompía los ojos.

¿Sabe si puede haber existido algún error informático?

—Desconozco si el software, al estar en tres máquinas diferentes, funcionaba de la misma manera.

—¿Existe algún control cruzado en el conteo de los votos?

—No, el capitán (Marcelo) Larrobla y (Gustavo) Flores nos estaban supervisando y ayudando.

—¿Tiene algo más que agregar, quitar o enmendar a lo que ya declaró?

—Sí, el sistema tiene una forma de verificarlo y no lo usamos, que es cuando uno carga el voto. El software dice el número de voto: si hubiéramos numerado los votos y se hubieran mantenido por separado, podríamos haber verificado en qué máquina y cuáles votos fueron los cambiados o afectados por lo que fuera. Sabríamos cual fue el error.

Cuando se le consultó si sabía en cuál máquina ocurrió el error, Matteo contestó: “Supongo que en la mía porque fue la tercera hoja impresa. Me llamó la atención y lo comenté con los que estaban presentes sumando a mano, pero seguimos adelante. Y la verdad hoy, con el diario del lunes, viernes a última hora estábamos con el espíritu de querer irnos y seguimos para terminar. Tendríamos que haber parado, lacrado todo y volver a contar sin haber firmado el acta”.

En el segundo escrutinio Matteo tuvo 81 votos en total, muy lejos de los 119 de la primera votación. Las declaraciones suyas y de quienes participaron en las elecciones dejan más dudas que certezas sobre qué fue lo que ocurrió. Lo que se sabe es que no hubo ningún error informático.

Al ser interrogado en el marco de la investigación administrativa, Gustavo Flores comentó que le consultó al área de Gestión Informática y Telecomunicaciones “si era posible que aleatoriamente el programa sacara votos de algunos de los oficiales y los cargara específicamente a uno”, y entonces se le contestó que eso “era imposible”.

Patricia Pedreira, la teniente que dio apoyo administrativo para ingresar lo que Matteo le iba diciendo, reconoció en el interrogatorio que notó que el entonces director de la Escuela de Guerra tenía un “elevado número” de votación. “Cuando entro a la sala ya estaban las papeletas, cada oficial tenía más o menos la misma cantidad. (Matteo) me iba dictando las matrículas y, antes de darle el primer ok al programa, yo le dictaba las personas que eran y él me decía ‘sí sí, está bien’”, dijo Pedreira.

La teniente relató que “a veces le decía el apellido de él” y ella no se daba cuenta que era Matteo. “Se desarrolló todo con normalidad, más o menos todos ingresamos la misma cantidad de papeletas. Nada me llamó la atención, no cortamos el trabajo, se empezó y terminó sin haber parado”, afirmó.

 

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Capitanes de navío, asistidos por tripulantes, fueron los que llevaron adelante el control de las elecciones de los tribunales de ética de la Armada.
Foto Archivo El País

"No hubo error informático"

Durante la investigación administrativa, a cargo del instructor Matías González, se buscó determinar si se usó el mismo programa en las tres computadoras e identificar el IP de cada una. También si se utilizó el mismo programa para la realización del escrutinio del Tribunal Especial y del Tribunal para Oficiales Subalternos.

Por otro lado, se analizó si existió o pudo haber existido algún error informático en la instalación o ejecución del programa a los efectos del mencionado escrutinio.

En sus conclusiones para esta investigación, el Servicio de Gestión Informática y Telecomunicaciones de la Armada reportó que instaló el mismo programa en las tres computadoras para el escrutinio de las tres elecciones.

No existió ningún error informático en la instalación del programa mencionado. El citado programa desde su implementación en la Armada no ha recibido reportes de fallas, el código fuente del programa no ha sufrido modificaciones por lo que se desprende que mantiene las mismas características desde su puesta en producción. Previo a su utilización en el presente año se realizaron pruebas internas en Segit que no arrojaron ningún tipo de anomalía”, decía la conclusión del informe, que generaba más interrogantes sobre qué ocurrió.

El informe del Servicio de Gestión Informática da cuenta de que en la computadora asignada a Matteo, de los 142 votos a contabilizar, se verificaron que 100 eran correctos y 42 incorrectos. En la de García, 73 eran correctos y cuatro incorrectos. Y en la de Héctor Magliocca, 133 correctos y tres incorrectos.

El informe señala que hay una diferencia encontrada entre el registro informático y la papeleta física en 38 ocasiones en el legajo asignado a Matteo. Al ser interrogados todos los testigos, afirmaron que la participación de las tripulantes se limitó a cargar los datos que les fueron “cantando” cada uno de los oficiales y luego se retiraron. Además, coincidieron en que no hubo un corte y la votación se hizo de forma ininterrumpida.

Entre las recomendaciones, la investigación administrativa sugirió que para futuras elecciones no es conveniente que quienes sean miembros elegibles puedan al mismo tiempo realizar el escrutinio. Además, el informe recomienda que la carga de votos se realice en una sola computadora, “de manera de que el resultado se encuentre concentrado en una sola máquina”.

Y, para el caso en el que se disponga algún tipo de sanción, el informe solicita que se tenga presente “la responsabilidad que cada uno de los integrantes encargados de realizar el escrutinio y/o supervisarlo pueda haber llegado a tener en virtud de la falta de control mencionada” ese día.

Diferencias en la sanción

¿Cómo termina esta curiosa historia? De la investigación administrativa se concluyó que no se acreditaron “inconvenientes informáticos” en el programa o software que se utilizó para la elección y que los errores durante el escrutinio “solamente pueden ser atribuibles a actos u omisiones por parte de los responsables del escrutinio”. Situación que dejaba en jaque —o eso parecía— a José Luis Matteo.

Una vez culminada la investigación, la Armada debía valorar si las omisiones constatadas eran pasibles de responsabilidad disciplinaria y en su caso aplicar sanciones para el entonces director de la Escuela de Guerra por “faltas que atentan contra la disciplina”.

De acuerdo a los artículos 48 y 49 del Código de Ética y Conducta Militar y el reglamento de los Tribunales de Ética y Conducta Militar de las Fuerzas Armadas es que se pasaron los antecedentes del caso al Tribunal Especial de Ética y Conducta Militar para que juzgue la conducta moral de Matteo. Además, se dejó sin efecto la elección y se convocó a un nuevo acto eleccionario después del 13 de mayo de 2022.

El 6 de diciembre de 2021, Matteo compareció para ser juzgado ante el Tribunal Especial de Ética y Conducta Militar de la Armada, donde dijo no tener explicación por la diferencia de votos a su favor en el primer escrutinio con respecto al segundo. “La diferencia es demasiado abultada, es totalmente desmedida, ya rompía los ojos. Yo lamento que el día viernes no hayamos parado. A mí me llamó la atención, dije ‘para mí está mal’, pero nadie me hizo caso, firmamos y listo”, aseguró.

Quien presidió el tribunal que juzgó a Matteo fue el contralmirante Gustavo Musso, acompañado de los contralmirantes Miguel de Souza y Mario Vizcay. El 29 de abril de 2022 Matteo volvió a ser convocado para ahondar en algún detalle que recordara, aunque la investigación ya había culminado. Su respuesta fue la siguiente:No, porque no hay manera de ir contra los números que indicó la máquina, pero el procedimiento nunca me quedó claro en cómo sucedió. Tengo mi visión del asunto y de lo que sucedió ese día, no puedo ir contra eso. Aparte ya fui sancionado y tengo declarado que fue tal cual como sucedió”.

Matteo tomó conocimiento de todo el contenido de la investigación administrativa y se enteró que no ocuparía ningún cargo en el Tribunal de Ética y Conducta Militar de la Armada. El 11 de mayo de 2022 el tribunal votó: por dos votos contra uno definió una “falta ética leve - Límite B” en el entendido que fue una “violación menor al Código de Ética y Conducta Militar”.

“Es un hecho aislado y se afecta de manera correspondiente la ética del oficial sometido al procedimiento”, concluyó el tribunal. En ese sentido, los principios que se vieron afectados fueron el honor militar, la lealtad y el espíritu militar.

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José Luis Matteo, exdirector de la Escuela de Guerra Naval, fue sancionado luego de que en su computadora incluyera decenas de votos de más a su favor.
Foto: Escuela de Guerra Naval

Pero hubo diferencias. El presidente del Tribunal Especial, Gustavo Musso, justificó su voto señalando que la actuación de Matteo correspondía a una “falta ética grave - Límite C”. Es decir, además de determinar si fue un hecho aislado, en caso de ser una falta ética grave se debería constar si es conducta habitual del involucrado. Musso hizo énfasis en que “el memorando firmado por el jefe del Servicio de Gestión Informática asegura que no existió error en la instalación del programa y que no se han recibido reportes de fallas, por lo que se desprende que las irregularidades son atribuibles a omisiones o actos del oficial superior involucrado en el escrutinio”.

Además, cuestionó que “Matteo no insistió o manifestó su voluntad en realizar un nuevo escrutinio que eliminara esa duda, de manera de dar transparencia y seguridad al acto eleccionario del cual el oficial era garante, así como de la confianza que el cuerpo de oficiales depositara en su persona para hacer valer su voluntad mediante el voto, de quienes debían ser miembros del tribunal”.

Por otro lado, el presidente del Tribunal Especial recordó que este hecho “tuvo consecuencias en la alteración de la integración de los miembros titulares y suplentes del Tribunal de Ética y Conducta Militar, lo que implicó que se alterara y/o sustituyera la voluntad del cuerpo de oficiales en votos a favor de su persona”. Este comportamiento “es contrario a la lealtad y rectitud con que debe ajustar el cumplimiento de su compromiso con sus pares, superiores y subalternos, por cuyo voto debía velar y respetar en toda circunstancia”, afirmó Musso.

Así las cosas, se resolvió la falta ética pero el tribunal especial consideró —a pesar de todo lo relatado— que no era necesario un sumario para Matteo ni instruir otra investigación administrativa. El 17 de mayo de 2022 se labró un acta para notificar la sanción, que no implicaba una remoción ni arresto.

El fallo, de un episodio que dejó dudas, fue remitido por el comandante en jefe de la Armada, Jorge Wilson, al ministro de Defensa, Javier García, que lo homologó el 20 de julio de 2022. Según figura en su cuenta de LinkedIn, desde enero de 2024 José Luis Matteo es inspector de seguridad de la Comisión Técnica de la Armada Nacional, dejando su cargo de director de la Escuela de Guerra Naval.

El nuevo director de la escuela, según supo El País, es el capitán de navío Alejandro Vega.

Objetivos

A qué se dedica la Escuela de Guerra Naval

La Escuela de Guerra Naval, que hasta diciembre dirigió José Luis Matteo, “tiene por objetivo la formación profesional del personal superior de la Armada, capacitándolo para ocupar cargos de creciente responsabilidad con plena solvencia profesional”, dice su sitio web oficial. Además, se presenta como un “centro de desarrollo de la Estrategia y Doctrina de la Armada, propendiendo a través de actividades académicas de alto nivel, a la proyección de todos los ámbitos de actividad institucional”.

Entre sus cometidos está “realizar estudios de interés para la Armada, ya sea por determinación específica del Mando Naval, o por iniciativa propia”, “investigar, estudiar, experimentar y extraer conclusiones académicas sobre el empleo de nuevos métodos, teorías, planes y doctrinas que involucren el poder marítimo” y “promover y mantener relaciones académicas y profesionales con institutos de cometidos similares, nacionales y extranjeros”.

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