Inclúyanme afuera

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Para adolfo y ana caballero, de 65 años, asistir a casamientos es agotador. Hartos de tener dos casamientos al mes y hasta tres en un mismo día decidieron poner un curioso aviso en el diario La Nación de Buenos Aires. Según el matrimonio, que vive en Palermo, la catarata de invitaciones comenzó hace más de dos años. Para colmo, se pusieron de moda las fiestas en quintas en las afueras de Buenos Aires. "Eso es lindo para los más jóvenes que se quedan bailando hasta las cinco; pero nosotros, a nuestra edad... Al día siguiente no me puedo mover cuando voy al club a jugar al tenis. Perdemos entre diez y 12 horas de un fin de semana, que por ahí podemos disfrutarlo cenando con amigos", destaca Adolfo, que es abogado y que, entre los amigos del club, los incontables primos que tiene (hijos de sus diez tíos), y los clientes de su estudio, no le alcanza el tiempo para asistir a tantos eventos.

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