Timothy Egan, The New York Times
Hace un año, las autoridades de Arizona establecieron un local en un camión con remolque en Colorado, la comunidad más polígama de Estados Unidos. Trataban así de llevar al menos un atisbo de ley a esa pequeña ciudad estadounidense sin igual.
Fue la primera presencia del gobierno en medio siglo en ese pueblo, en el límite entre los estados de Arizona y Utah, un lugar congelado en la teocracia que durante el siglo XIX creó la primera Iglesia Mormona.
Pero las ciudades gemelas de Colorado (Arizona) y Hildale (Utah) continúan desafiando la ley. Las autoridades y los disidentes dicen que bajo la dirección de los líderes de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo y los Santos de los Últimos Días, las mujeres todavía son arrancadas de sus maridos y asignadas a otros hombres, y que a las adolescentes menores de 18 años se les ordena convertirse en esposas de hombres muy mayores, a pesar de que todo eso está prohibido por la ley.
DeLoy Bateman, un maestro de ciencias, que dejó la secta hace varios años, dijo que el casamiento de su hija fue recientemente dejado sin efecto por la iglesia. A ella —relató— le ordenaron casarse con su suegro, un hombre que le dobla la edad.
"Pensar en eso me da ganas de llorar", dijo Bateman, un viejo vecino de Colorado. "La arrancaron de su matrimonio y le ordenaron tener relaciones sexuales con ese hombre viejo. He perdido a mi hija y a sus hijos a manos de esa iglesia. Tengo que esperar afuera, en un sendero, y rogar si quiero ver a mis nietos".
Otros residentes e investigadores cuentan historias parecidas sobre esta iglesia fundamentalista mormona, que continúa operando bajo la dirección de su líder absoluto, Warren Jeffs, uno de los fugitivos más buscados de Estados Unidos, acusado de abuso sexual, al igual que los ocho principales líderes del grupo.
"Es idéntico a la mafia", dijo Gary Engels, un ex detective de la Policía que ha sido contratado por oficiales del condado para investigar las acusaciones de abuso infantil. "La iglesia es capaz de tener un control de mano de hierro, aunque sus líderes principales estén fugitivos".
Los miembros de la secta dicen que ellos son los verdaderos seguidores de Joseph Smith, quien fundó el movimiento mormón 175 años atrás.
Los cabecillas de la iglesia —y oficiales de la oficina del alcalde de Colorado, el departamento de Policía y la junta directiva de la escuela, todos los cuales son, además, fieles de la iglesia— declinaron ser entrevistados. La Policía, así como guardaespaldas de la iglesia en sus camionetas blancas, siguieron al periodista que realizó este informe por toda la ciudad, durante varios días.
Los fieles, que suman 8.000 entre las dos ciudades gemelas, justifican el uso del dinero y los recursos públicos para servir a la secta con el argumento de que se trata del dinero de un gobierno que antes persiguió a los primeros mormones.
Hasta hace unos meses, los líderes eclesiásticos también controlaban uno de los activos más grandes de la comunidad: los títulos de propiedad de toda la tierra en las dos ciudades vecinas y sus alrededores, valorados en 150 millones de dólares. Pero en respuesta a un litigio estatal, la Justicia congeló esos títulos en junio. La Justicia tiene todavía que decidir quién va a controlar las tierras.
Jeffs, cuyo paradero es desconocido, ya no se defiende de las acusaciones legales y exhortó a sus seguidores a que hagan lo mismo, dijeron oficiales estatales. Fue acusado en junio de haber forzado a una chica de 16 años a contraer matrimonio con un hombre casado de 28.
Jeffs, de 45 años, tiene unas 70 esposas, relataron personas que ya han dejado la iglesia. Él dice que un hombre no puede llegar al cielo a menos que haya tenido tres esposas. Y como no hay suficientes mujeres para satisfacer las demandas de los hombres que quieren una vida eterna, las esposas están constantemente siendo reasignadas dentro de la secta.
"Justo ayer tuve la palabra de una de mis estudiantes que ha dejado de ir a clase: ella ha sido sacada de al lado de su marido y asignada a otro hombre", dijo Carolyn Hamblin, una consejera y asistente de la sucursal de Colorado del Mohave Community College.
"Me rompió el corazón", dijo Hamblin, una seguidora de la principal corriente mormona, que renunció a la poligamia en 1890, cuando a Utah se le exigió esa condición para poder existir y ser reconocida como un Estado.
Pero todavía hay mormones fundamentalistas que practican la poligamia. La comunidad que Jeffs continúa dirigiendo en su ausencia permanece en una de las áreas más remotas del país, unos 160 kilómetros al norte del Gran Cañón del Colorado.
La ciudad se ha vuelto muy desolada en los últimos años. Varios negocios relacionados a la iglesia han cerrado. Las calles están llenas de barro.
Unas 500 personas han dejado la comunidad —estima gente de la ciudad— para vivir en un nuevo complejo de la secta en la ciudad de Eldorado en Texas. Como muchas otras decisiones, la selección de aquellos que se pueden unir a ese nuevo complejo depende de Jeffs.
"Él tiene un teléfono celular, tiene un par de compinches clave, y usa todas las posiciones del gobierno local para hacer cumplir su voluntad", dijo Ross Chatwin, quien demandó a la iglesia después que ésta trató de reasignar a su mujer e hijos y le ordenó a él que abandonara la ciudad.
Aunque a la iglesia aún le pertenecen todas las propiedades de la ciudad, Chatwin se ganó el derecho de permanecer en su casa donde vivía con su familia. Él y su mujer Lori están dentro de un pequeño grupo de disidentes activos que permanecen en la localidad, y quieren que la comunidad siga junta en alguna forma.
El fiscal general de Arizona, Terry Goddard, cuya oficina está trabajando en Colorado, le ha pedido al Departamento de Justicia que investigue a la policía local, porque "parecen estar ayudando e instigando" la conducta criminal al desalentar a testigos en casos de abuso sexual para que no testifiquen; un tercio de la fuerza ha sido despedida en Utah y Arizona por distintos delitos.
En una carta reciente al fiscal general de Estados Unidos, Alberto R. González, Goddard escribió: "creo que los oficiales del departamento policial de Colorado están comprometidos en un patrón de conducta que priva a los individuos de sus derechos individuales y constitucionales".
El departamento de Justicia aún no ha intervenido.
Goddard también se movilizó para poner al distrito escolar bajo la administración judicial. Cinco años atrás, los líderes de la secta fundamentalista mormona le ordenaron a todas las familias que retiren a sus hijos de la gran escuela pública de la zona y los pasaran a escuelas de la propia iglesia. La escuela pública de inmediato perdió 1.000 estudiantes, más de dos tercios del alumnado. La iglesia, cuyos seguidores constituyen la mayoría de los votantes de la ciudad, continuaron controlando la junta escolar hasta una reciente acción legal de Goddard.
Goddard dijo que mientras los docentes estuvieron semanas sin cobrar, los oficiales de la iglesia que controlan el distrito usaron el dinero de la educación pública para comprar un avión de 200.000 dólares y derivaron los fondos de la escuela y sus propiedades hacia la iglesia.
Ellos tienen un personal administrativo de 23 personas, comparado con los seis que tienen otros distritos escolares del mismo tamaño, escribió Goddard en una nota al departamento de Educación de Arizona.
Pero todo eso parece preocupar poco al prófugo Jeffs. El líder fundamentalista mormón continúa obteniendo dinero para su iglesia ordenándole a sus principales seguidores que donen 1.000 dólares por mes y a todos los demás que destinen el 10% de sus ingresos, dijo Chatwin. Algunos de los líderes más importantes de la secta ya se han ido al complejo de Texas, donde un enorme templo de piedra y nuevas casas están siendo construidas.