Un ladrón -o un grupo de ladrones- accedió al Museo Picasso, en el centro de París, entre la tarde del lunes y la mañana del martes y sin dejar muchas marcas ni romper nada, se apropió de una carpeta que contenía 33 dibujos firmados por el artista, valorados en poco más de seis millones de dólares. El robo fue descubierto cuando los empleados del museo inventariaban. Una brigada especial de la policía se ha encargado del caso.
El atraco resultó tan audaz como fácil. El centro no era ningún fortín. Se encuentra además en obras, lo que resta eficacia a las no muy numerosas medidas de seguridad. El Museo Nacional Picasso está en un antiguo palacete parisiense con dos patios interiores, ocupa una manzana entera y está delimitado por un alto muro de piedra que por las obras está rodeado de un andamio metálico.
La carpeta, del tamaño de un cuaderno, se exhibía en una vitrina sin cerradura y sin alarma. El cuaderno, elaborado entre 1917 y 1924, tiene tapa roja con la palabra Álbum en dorado. Tiene dibujos a lápiz, sobre todo estudios de caras.
No es la primera vez que los cuadros de Picasso en Francia son botín de ladrones. En 2004, una naturaleza muerta fue sustraída limpiamente del centro George Pompidou. Y en 1976, un grupo de cacos desvalijó el Museo de Aviñón para apropiarse de 118 obras de Picasso. (El Pais de Madrid)