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Comisión del Patrimonio evalúa ir a la Justicia contra IMM: abandono y “situación dramática” en cementerios

Patrimonio estudia presentar una demanda judicial mientras la Intendencia de Montevideo anuncia un plan de obras y rechaza “alarma” por el estado de los cementerios.

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Cementerio del Norte
La zona de los nichos tubulares en el Cementerio del Norte.
Foto: Leonardo Mainé.

Lápidas quebradas y en el suelo, tachos de basura con escombros y ramas, estatuas sin cabeza o sin alguna extremidad, rejas oxidadas y vitrós con vidrios rotos. Estamos en el Cementerio Central de Montevideo, que se encuentra protegido por ley por considerarse monumento histórico nacional. Pero este lugar, enclavado en el medio del Barrio Sur y que está próximo a cumplir 190 años, luce demasiado descuidado.

A la vista de todos, en una suerte de depósito hay una pila de ataúdes con tachos de basura al lado. Pero también hay varias zonas en obra, panteones a los que se les hacen arreglos, como la reconstrucción y reacondicionamiento de nichos y el proceso de colocación de sus tapas. Hay vallas o carteles de “pare” donde se trabaja. Un vallado cubre una zona de la pared en donde se colocan tapas en nichos intervenidos. Hay al menos cuatro hombres trabajando en la restauración de uno de los panteones un día de semana en la mañana. A un costado, un gato acostado toma sol y los observa, tranquilo. En 2019, una parte de un muro interior en el sector de nichos se vino abajo, por lo que se tuvo que cerrar el lugar durante unos días.

Cementerio Central
Ataúdes y tachos de la basura en el Cementerio Central.
Foto: Comisión del Patrimonio.

La Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación viene advirtiendo de esta situación y su director general, William Rey, envió hace pocas semanas una nota a la Intendencia de Montevideo (IMM). Ahora dice a El País que “la situación es dramática y se extiende a todos los cementerios” de la capital, no solo el Central. Tanto que la comisión evalúa ir a la Justicia por este tema. En caso de que no haya una respuesta rápida de las autoridades departamentales prevén presentar una demanda por recurso de amparo ante la justicia civil. “Sería una demencia tener que pedir una acción de amparo, pero hasta el día de hoy no tenemos una respuesta”, afirma Rey, cuyo cargo depende del Ministerio de Educación y Cultura. “Se confirma algo que ocurre cuando ediles hacen pedidos de informes y es que la intendencia no responde. Algo que no pasaba con las anteriores administraciones”.

Dice Rey: “En el Cementerio Central hay monumentos históricos nacionales declarados como bienes aislados. Hay algunos procesos muy difíciles de recuperar, porque el abandono es desde hace mucho tiempo. Pero igual hay que trabajar en ello”.

Cementerio Central
Cementerio Central.
Foto: Comisión del Patrimonio.

El arquitecto explica que en el cementerio “el trabajo patrimonial está fundado en su dimensión artística, además de su dimensión histórica y documental”. Entonces, “hay trabajos estructurales pero se debieron empezar mucho antes y se debe tener en estos momentos el control de que la estructura esté en correcto estado”. Se trata de un monitoreo que nunca se hizo.

La directora de Salud de la IMM, Virginia Cardozo, admite a El País que en el Cementerio Central “las construcciones merecen especial atención” y por eso en estos días realizan un relevamiento de los sepulcros para poder tener mayor información a partir de la cual tomar decisiones. “Sin dudas hay mucho para mejorar, ese es el camino que estamos queriendo transitar pero no creemos que exista una alarma como señala la Comisión de Patrimonio”, opina Cardozo, “de hecho su puesta en valor es algo en lo que podemos trabajar en conjunto”.

No es lo que opina Rey, quien insiste en que hay “un estado de abandono general y no solo de cada uno de los panteones, que también tienen que ser preservados”, sino “en las áreas más públicas, los monumentos dentro del cementerio, el Panteón Nacional y los vitrales”.

Cementerio Central
Cementerio Central.
Foto: Comisión del Patrimonio.

El director dice que, tras la denuncia pública realizada por la comisión a mediados de noviembre, la intendencia “ha empezado a tomar medidas”, aunque por ahora insuficientes.

Rey adelanta que seguirá insistiendo con el tema porque “es un tema municipal y de interés de la ciudadanía”. Además, espera que se actúe “con la suficiente sensibilidad”.

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Willy Rey, director de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación
Leonardo Mainé

En el norte.

El abandono también puede comprobarse en el Cementerio del Norte, sobre la Avenida Burgues, que fue inaugurado en 1929 y es el más grande de la ciudad con 103 hectáreas.

Al recorrerlo, como hizo El País, en la zona de los tubulares se ve mugre en los caminos: desde una caja de cigarros a hojillas y hasta restos de materia fecal, seguramente de un perro de la guardia de seguridad que custodia el lugar. Un funcionario del servicio de Necrópolis de la IMM, que prefirió mantener el anonimato, dice a El País que “en invierno la caminería es todo barro, la gente se cae y resbala” y “los sectores altos están entre el barro y lo que queda de asfalto que pusieron en 1950”.

Trabajar en un cementerio “no es para nada grato, porque es inhumano”, cuenta el trabajador. “En verano te cocinas al sol, no tenés sombra. En invierno vivís embarrado y mojado porque las condiciones son pésimas, la caminería es horrible”, relata.

El lugar más complejo para trabajar es en la zona de tubulares, donde se desempeñan entre 15 y 20 personas en cada uno de los dos turnos. En total hay alrededor de 40 trabajadores en el Cementerio del Norte, que tienen que atender diversas tareas, ya que en el lugar se hacen cremaciones, sepulturas, reducciones y hay un área administrativa.

Cementerio del Norte
Cementerio del Norte.
Foto: Leonardo Mainé.

Valeria Ripoll, exsecretaria general de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales de Montevideo (Adeom), se incorporó hace poco al Partido Nacional pero conoce bien la problemática de los cementerios y de sus trabajadores.

Ripoll recorre el cementerio mientras es saludada por varios funcionarios. “Hace mucho no te veía”, “se te extraña por acá“ o “te sigo siempre en la televisión”, le comentan. Es que en 2021, en su rol de secretaria general, fue la vocera de los trabajadores durante el aumento de fallecimientos por covid-19 en el marco de una etapa de “saturación” en el cementerio. Ripoll señala que hay funcionarios que “no se piden licencia médica para no perder de su salario”. Y denuncia: “La gente de acá se quiere ir, se presenta a todos los concursos porque sigue sin haber abordaje psicológico. Más que algún tallercito medio grupal, no hemos logrado el abordaje psicológico para la gente, que está muy mal”.

La zona más antigua del cementerio es donde están los urnarios: se la ve desgastada, con urnas a la vista y puertas rotas u oxidadas. Al fondo hay agujeros en la pared de ladrillos. En 2020 cuatro funcionarias fueron asaltadas, amenazadas con armas y encerradas allí. Por ese episodio los trabajadores paralizaron sus actividades en reclamo de garantías de seguridad y los urnarios fueron vaciados.

El trabajador de los cementerios que prefirió mantener el anonimato recuerda que a las mujeres “las encañonaron, las metieron dentro de un nicho y les robaron el celular, y nadie se enteró”. Entonces cuenta: “Una compañera fue bastante viva, vio que las iban a robar y tiró el celular para atrás, las llamaron y encontramos el teléfono. Si no, las podrían haber matado dentro del nicho y no pasaba nada”.

A su entender, en los últimos años no ha habido inversión de las distintas administraciones. “Nosotros somos el sector olvidado de la sociedad. La intendenta va a hacer una ciclovía en el Centro, que con bombos y platillos anuncia, y nosotros nos preguntamos: ¿cuándo van a arreglar el área social del Cementerio del Norte, por ejemplo? Porque es inhumano trabajar ahí”.

El apoyo psicológico es uno de los puntos neurálgicos de los reclamos de los trabajadores de los cementerios. “Hay un equipo especialmente abocados a trabajar con el servicio funerario, y es simplemente una expresión de decir que asignaron una psicóloga al servicio. Si tenés un problema de salud o lo que sea, tenés que llamarla a ella, que si puede te atiende. Si no, te agenda para el mes que viene. Como que no hay mucha trascendencia en ese tema”, relata el trabajador.

Los reclamos.

Los funcionarios dicen que el Cementerio del Norte precisa más personal y que hoy más de la mitad son mujeres. “Y tienen que hacer trabajos complicados, principalmente el trabajo de fosa, por ejemplo, que es a pico y pala. Las compañeras sí lo hacen, pero al tiempo se empiezan a quejar por dolores de espalda o columna. Además, cada tapa que se utiliza para sellar los tubulares pesa 25 o 30 kilos”, añade uno de estos empleados.

Entre las tareas están sacar cajones, cargar los féretros vacíos, “que muchas veces están encharcados en agua y pesa más el féretro que el fallecido”, dice el trabajador.

Cementerio del Norte
Cementerio del Norte.
Foto: Leonardo Mainé.

Con respecto al reclamo de más funcionarios, Cardozo —la directora de Salud de la IMM— responde que “los puestos de trabajo se definen a partir de los procesos de cada unidad”, es decir “cuántas personas se necesitan para cumplir con las tareas que comprenden cada proceso”.

Por estos días realizan un relevamiento y redefinición de procesos de trabajo. “No obstante, hay que cubrir algunas vacantes, debido a movimientos de personal (jubilaciones, traslados), gestión que se está llevando adelante en conjunto con el departamento de Gestión Humana”, añade Cardozo. La jerarca confirma que el sector de Necrópolis “incorporó hace más de un año a una profesional en psicología, dedicada a atender las demandas que puedan tener los funcionarios debido al impacto psicosocial que pueden implicar las tareas que realizan”.

En total el servicio tiene unos 200 funcionarios, distribuidos en los cinco cementerios del departamento de Montevideo, las salas velatorias, la cuadrilla de mantenimiento y la oficina central del servicio.

Hoy en la oposición, Ripoll afirma que “no fue bueno” el cambio en el que el Servicio Fúnebre y Necrópolis pasó de depender del Departamento de Desarrollo Urbano a la Dirección de Salud. “La directora política no tiene humanidad para tener esto a cargo”, opina la exsindicalista devenida en dirigente política. “Tanto los cementerios como el servicio de salud de las policlínicas dependen de ella. Acá precisás alguien que realmente se ponga en el lugar del que lo está haciendo, porque es un trabajo difícil”.

Ripoll también cree que “no hay inversión de la IMM” y que para dar las condiciones que piden los trabajadores se generan conflictos. “Es un servicio muy sensible, que normalmente lo utiliza la gente más pobre”, explica.

Desde la IMM aseguran que en relación a la infraestructura “se han planteado obras que apuntan a la mejora hacia el funcionariado y hacia la ciudadanía”. En ese sentido, Cardozo informa que “se viene desarrollando el acondicionamiento y reformas en vestuarios, zonas de estar y locales de trabajo que permitan mejorar las condiciones laborales”. Los trabajos previstos para todo el quinquenio tienen una inversión de más de 100 millones de pesos.

Con respecto a la mejora para los usuarios, el plan de obras de la comuna contempla reacondicionamiento de locales funerarios, mejora en la caminería, señalética e iluminación. “Un ejemplo de esto es la obra del Urnario 1 del Cementerio del Cerro, reabierto al público recientemente”, sostiene la directora.

Cuando se habla del mal estado de los cementerios hay que diferenciar la infraestructura que permite su funcionamiento y las distintas construcciones funerarias. Respecto a estas últimas, la intendencia lleva adelante acciones para que se cumpla la normativa, “es decir, los titulares son responsables del mantenimiento de los bienes sean nichos o sepulcros”, indica Cardozo.

La inseguridad.

Los robos en cementerios municipales son moneda corriente, dicen los trabajadores del sector. Además del caso del asalto a cuatro funcionarias en 2020, se dieron otros episodios. Por ejemplo, una noche en el Cementerio del Norte “rompieron 87 tapas de granito y mármol”, relata un funcionario.

“Si tenés una empresa de seguridad, el vandalismo no debería ocurrir”, indica. “También se ha dado el robo de metales, manijas, crucifijos o de las letras que son de bronce. Ya no queda nada. A veces en plena luz del día pasa eso”, advierte el empleado.

Y, un dato no menor, para los trabajadores de los cementerios “es muy difícil discernir lo que es un vándalo de lo que es un doliente”. Dice este funcionario: “Porque vos ves a una persona sentada frente a un nicho, frente a un panteón, y no sabés si la persona está llorando a alguien, o está haciendo su duelo. Salvo que lo encuentres rompiendo algo, es difícil actuar”. El funcionario cuenta que ha trabajado “a punta de pistola” y le han dicho: “Vas a enterrar cuando yo diga” en la zona de los tubulares del Cementerio del Norte. Luego colocaron un servicio 222 y eso brindó más seguridad.

De hecho, hoy todos los cementerios municipales cuentan con servicios de vigilancia contratados por la Intendencia de Montevideo, que cubren las 24 horas y los 365 días del año.

Cementerio del Norte
Cementerio del Norte.
Foto: Leonardo Mainé.

Desde la IMM sostienen que en los últimos días no tienen conocimiento “de denuncias de personas que hayan sufrido algún evento que atentara contra su integridad física o sus bienes”. Tampoco de funcionarios, “salvo alguna situación en la que surgen tensiones entre los propios dolientes, que deben presenciar los funcionarios”, dice Cardozo.

En ocasiones, reconoce la comuna, ha habido “actos de vandalismo o hurto de piezas de bronce u otro valor que forman parte de los nichos o sepulcros” y “en esos casos, siempre se hace la denuncia policial correspondiente”.

Otro tema que han denunciado es la falta de choferes. Esto el sindicato lo ha trasladado a la Dirección de Salud y Recursos Humanos, y hasta lo denunciaron en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

Estamos ante una realidad compleja, que no es nueva: un cierto abandono que contrasta con el servicio que dan los cementerios privados. La Comisión del Patrimonio, en tanto, evalúa los pasos a dar y sigue de cerca para ver si se dan cambios concretos a corto plazo. Porque mientras en Uruguay tenemos esta realidad, en otros países —no tan lejos, acá enfrente en Buenos Aires— los cementerios son un atractivo paseo turístico.

ARQUITECTURA

"Los mejores nombres de la escultura están en los cementerios"

El director general de la Comisión del Patrimonio, William Rey, habla de la “revaloración de los cementerios”, algo que “se da en el mundo entero” y que en Uruguay no ha sucedido. “Hay que pensar estos espacios como cuerpos de información fundamental acerca de la sociedad, acerca de la producción artística”, asegura el arquitecto.

Rey cuenta que “una de las fuentes fundamentales de producción ha sido la escultura funeraria”. En ese sentido, antes los principales escultores “no vivían de los grandes monumentos que se hacían en las plazas públicas y en los parques; su eje fundamental de producción estaba en el área funeraria”.

El arquitecto explica que “los mejores nombres de la escultura y de la estatuaria nacional están en los cementerios” y nombra a José Luis Zorrilla de San Martín, Antonio Pena, Severino Pose y Eduardo Díaz Yepes, entre otros. Por eso, “el mejor reservorio para ver la obra de los escultores del país está en los cementerios”, dice.

”Cuando hay una desidia tan grande, realmente es preocupante”, opina Rey. “Además hay una cuestión humanitaria que se está dejando de lado: una relación de la gente con sus seres queridos y generacional, que es muy importante. El cementerio es el lugar que nos puede vincular de manera directa con las distintas generaciones del pasado, con nuestros ancestros generacionales”.

Como en cada tema que se lo escucha hablar sobre el patrimonio, Rey apela a la ciudadanía y al cuidado de los vecinos, más allá de las administraciones de turno. Como lo ha hecho con la Estación de AFE, el Dique Mauá o el club Neptuno, el arquitecto hace énfasis en el cuidado de estos espacios públicos e históricos. “No es si el jardín de la plaza está bien o está mal, que también es importante. El cementerio es un lugar de referencia”.

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