A la hora de obsequiar perfumes esta Navidad, hay que tener en cuenta que se trata de un regalo personal y emocional. Es que estas pequeñas botellas de cristal con aromas encerrados tienen el poder de evocar una amplia gama de respuestas, desde transportar a recuerdos lejanos y calmar los nervios, hasta incluso brindar energía. Esto sucede porque el sentido del olfato se vincula al sistema límbico, el centro emocional del cerebro, lo que hace posible que ciertas esencias estimulen la liberación de neurotransmisores –mensajeros químicos vinculados al ánimo, la memoria y el apetito-, como la serotonina, la dopamina y las endorfinas, que generan felicidad, relajación y excitación. Y por esta misma razón, hay fragancias de la alta perfumería que se vuelven clásicas: resisten el paso del tiempo, se mantienen vigentes generación tras generación, solo utilizan ingredientes de alta calidad, lo más importante, dejan una huella olfativa única e inolvidable, que crea una conexión emocional profunda. Es por eso que logran convertirse en una referencia de elegancia y sofisticación que trasciende las modas pasajeras.
Generadoras de un impacto cultural innegable, estas fragancias son valoradas por su arte, su complejidad y su capacidad para contar historias, lo que las convierte en obras maestras. Aquí, un repaso por tres creaciones que dejan huella en el siglo XXI.
Moschino Toy 2 es una fragancia de la familia Floral Amaderada, diseñada para desafiar las reglas y convenciones. De uso unisex, la inocencia representada en el frasco con forma de osito, es parcialmente engañosa ya que la composición despierta el lado más rebelde de cada uno e invita a vivir según las propias reglas. Aquí, la chispeante vivacidad de la mandarina y de la manzana verde, acompaña notas florales de magnolia, que revelan un aroma fresco y alegre. Las notas de pétalos de jazmín se ve realzada por tonos aterciopelados de peonía y de grosella blanca, mientras que la madera de sándalo y notas de ámbar expresan una envolvente dimensión sensual.
Michael Kors Pour Femme es un perfume de la familia Oriental Floral, que envuelve en lujo, glamour actual y sensualidad. Como una lujosa cadena de oro calentada por una piel bañada por el sol, esta creación de Jordi Fernández, irradia sofisticación, belleza y fuerza. Sus notas de salida conjugan mandarina, grosellas negras y pimienta rosa, mientras que en el corazón se dan cita el jazmín sambac, el lirio de los valles y la rosa Damascena, para concluir en una estela perdurable de almizcle, pachulí y vainilla.
Versace es un abanderado de la femineidad, y por eso su Bright Crystal, perteneciente a la familia Floral Frutal y Almizcalda, impregna de frescura y sofisticación a mujeres que destacan por su encanto natural y seguridad. La fragancia revela un equilibrio exquisito entre elementos jugosos y acordes luminosos, logrando un aroma lleno de personalidad. Su escritura combina notas cítricas de yuzu con granada; un corazón floral con peonía, magnolia, y loto, y un fondo que fusiona almizcle, ámbar y maderas.