Un plato principal que abraza desde el aroma. Las piezas se marinan en una mezcla tibia de especias tostadas, semillas frescas de cilantro y vino blanco, que aportan profundidad y una acidez delicada. Al cocinarse, la piel queda dorada y la carne húmeda, con una fragancia especiada que llena la mesa de aires de celebración.
4 cdas de hojas de menta
4 cdas de hojas de perejil
4 cdas de hojas de cilantro
1 diente de ajo pelado
60 ml de jugo de limón
60 ml de aceite de oliva
125 ml de vino blanco
½ cdita de comino molido
½ cdita de sal
½ cdita de pimienta negra
2 muslos orgánicos (aprox. 1 kg)
1. Colocar todos los ingredientes, excepto el pollo en un procesador de alimentos o licuadora, y trabajar durante 1 o 2 minutos hasta obtener una marinada suave.
2. Colocar el pollo en un recipiente y verter la marinada por encima. Masajear la mezcla en la carne, cubrir el recipiente, y dejarlo en la heladera por 24 horas. Los muslos deben quedar completamente sumergidos en la preparación.
3. Precalentar el horno a 220°C.Colocar el pollo en una bandeja para horno y reservar la marinada para más tarde. Cocinar por 15 minutos y bajar la temperatura a 200°C. Continuar la cocción por otros 15 minutos y reducir la temperatura nuevamente a 180°C. Cocinar hasta que el pollo esté listo. Si la piel toma un color demasiado dorado antes de estar listo, cubrir con papel aluminio.
4. Para preparar la salsa, calentar la marinada en una cacerola pequeña y dejar hervir a fuego lento durante 15 minutos o hasta que se reduzca casi a la mitad. De ser necesario, rectificar el sabor con sal y pimienta.
5. Retirar el pollo del horno y dejarlo reposar por 10 minutos. Servir con la salsa caliente.