CARLOS GALLO
Hasta ahora nadie le había ganado a los dos grandes en el mismo torneo, y éstos habían ganado 18 de los 20 Masters Series que habían jugado. Djokovic quería hacer historia.
Federer empezó equivocándose con su mejor golpe, la derecha, y lo quebraron rápidamente, pero a su vez rompió el servicio del serbio, uno de los mejores del circuito por variedad y colocación, e igualó 3-3. La clave del primer set estuvo en los games 11 y 12, cuando Roger estando 0/40 levanta ese game y quiebra por segunda vez para ponerse 6/5 y su saque. Con su servicio estuvo 40/0, dispuso de 6 sets points que no pudo aprovechar, y fueron a tie break. Allí Djokovic, insistiendo siempre sobre el revés de Federer (que cometió 14 errores no forzados con ese golpe) se llevó el primer parcial 7/2.
El segundo fue distinto, el suizo mejoró todos sus porcentajes en servicio y errores no forzados, quebró 2 veces, se lo llevó por 6/2 y forzó el set decisivo.
Éste arrancó igual que el primero, con ruptura del serbio, que se fue rápidamente 3/1 arriba, pero sobre el final aparecieron los errores de Novak, que posibilitaron que Roger igualara en 5 y alargara la definición al tie break. Ahí no le tembló el pulso al serbio (Federer nuevamente falla en puntos decisivos) y mató 2 monstruos en días consecutivos. Djokovic, cada vez por más distancia, es el tercer jugador del planeta y el único capaz de plantarse de igual a igual con Federer y Nadal.
Claramente ya Federer no tiene ese aura de invencibilidad que tuvo en el 2006. El número 1 corre peligro.