Con su designación para para actuar en la Copa del Mundo de Australia y quedar entre los 16 mejores del mundo, se cocnretó el reconocimiento a Pablo Deluca, el Nº 1 uno de los árbitros argentinos.
La presencia de Deluca dentro de una cancha no toma relevancia con gestos, estridencias en el silbato o dejando dudas en sus fallos. Es por el contrario, un perfecto director de orquesta que lleva a los treinta jugadores hacia el juego limpio, claro, sin amontonamientos confusos y todo ello con su activa pero imperceptible presencia. Siempre está donde debe, evitando las mínimas dudas y brindando a todos los actores una seguridad increíble, pese a la complejidad de la tarea dentro de una cancha.
Así lo definíamos hace algunos meses cuando se creó la expectativa por su excelentes calificaciones en los partidos internacionales donde intervino.
A poco menos de cuatro meses de la Copa del Mundo a disputarse en Australia señaló a El País que "he tenido suerte de estar entre los 26 árbitros internacionales convocados, me ha ido bien esta temporada pero aun falta mucho tiempo y trabajo por evaluar para llegar al mundial".
Con la firmeza de quien se sabe capacitado para conducir los difíciles internacionales que se avecinan, Deluca reconoció que "será muy difícil estar entre los dieciséis elegidos para estar dentro de la cancha o de los ocho a designarse para estar en la línea de touch".
Hoy es una realidad, el internacional argentino ha demostrado a los evaluadores arbitrales, el equilibrio que se ajusta a las necesidades del juego actual donde, además de los cuatro árbitros de cancha, está la pantalla gigante con los replay de las jugadas polémicas, los cuales muestran la multiplicidad de ángulos de enfoque que aclaran cualquier duda.