Armstrong niega las acusaciones de dopaje

NUEVA YORK | ANSA

Lance Armstrong afirmó que los franceses le tienen "envidia" y que por eso revelaron su supuesto dopaje en el Tour, al tiempo que amenazó con la posibilidad de demandar incluso al Estado francés.

"Mi historia era demasiado hermosa para que los franceses pudieran aceptarla dentro de su filosofía de no caerles bien los ganadores", recalcó el estadounidense.

"Tenemos que ver a quién demandamos, al laboratorio, a L’Equipe o al ministro de Deportes de Francia. El ciclismo francés lleva mucho tiempo en crisis. Son ya 20 o 25 años sin ganar el Tour y eso es muy duro para ellos", declaró.

"Si se considera mi situación, la de un hombre que regresó de la muerte, por qué habría hecho algo semejante. Volver al deporte para doparme y arriesgar mi vida nuevamente. Sería una locura", se defendió, al evocar el cáncer que logró vencer.

"Mi historia era demasiado hermosa para que pudieran aceptarla dentro de su filosofía de no caerles bien los ganadores", dijo el ciclista estadounidense en despectiva referencia a los franceses, al ser interrogado por King, en uno de los programas de mayor audiencia de la televisión estadounidense.

"Todo esto no tiene sentido, es asqueroso y si ha habido un deportista que se ha sometido a decenas de exámenes antidopaje, ese soy yo", bramó Armstrong, héroe en su país tras superar un cáncer de testículos antes de coronarse siete veces consecutivas en el Tour, como nadie en la historia.

La carrera es el espectáculo deportivo por excelencia de los franceses, que nunca vieron con agrado a Armstrong, un estadounidense invencible que se apropió de su prueba durante siete años consecutivos.

El ciclista insistió que está estudiando la posibilidad de presentar acciones judiciales ante los tribunales por difamación, daño económico y moral, y no descartó al Estado francés como centro de su embestida.

"En siete años no me he dopado jamás, lo puedo asegurar", enfatizó nuevamente, con gesto adusto ante las cámaras de televisión, con la certeza de hablarle a una audiencia que confía en él.