Portugal en semifinales

2006-07-01 00:00:00 468x200
AFP

Portugal repitió su rol de verdugo en la Eurocopa 2004, cuando eliminó a Inglaterra también en cuartos de final y por penales. También se sacó la espina de la derrota en semifinales del Mundial 66, cuando Inglaterra, a la postre campeona, le ganó 2-1 y la obligó a disputar el partido por el tercer puesto, que refrendó en su mejor actuación en una Copa del Mundo.

Ahora va por más en un Mundial que en su fase decisiva lo tiene como único seleccionado que aún no alzó la Copa del Mundo y que sigue premiando a los equipos que menos proponen. Para Scolari, además, se trató del primer empate en doce partidos mundialistas, pues había ganado los once precedentes, siete de ellos en Corea-Japón 2002, cuando se consagró campeón como DT de Brasil.

Portugal necesitó los penales para ganar 3-1 y eliminar a Inglaterra del Mundial después de haber jugado casi una hora con un hombre más sin poder quebrar el empate 0-0 de 120 minutos, para avanzar a semifinales.

El arquero Ricardo fue el gran responsable de que Portugal siga en carrera. Atajó los remates de Frank Lampard, Steven Gerrard y Jamie Carragher y llegó a tocar el de Owen Hargreaves, el único que convirtió para Inglaterra desde los doce pasos. Su colega Paul Robinson no tuvo la misma intuición y permitió que marquen Simao Sabrosa, Helder Postiga y Cristiano Ronaldo, en tanto que Hugo Viana impactó su remate en el poste y Petit lo hizo desviado.

Los penales terminaron premiando a un mezquino Portugal, que sólo se animó a presionar a Inglaterra en la agonía del tiempo suplementario, cuando el rival llevaba largo rato con un hombre menos y parecía quedarse sin resto físico. Por eso el equipo del brasileño Luiz Felipe Scolari terminó dejando una mejor imagen en el alargue, aunque no pudo vulnerar a una Inglaterra que se agrandó en la adversidad, se cerró bien en defensa y hasta se animó a ensayar algún contragolpe.

Paradójicamente, la lesión que dejó fuera de la cancha a David Beckham a los 52’ y la expulsión correcta de Wayne Rooney a los 62’ por pisar a un rival en el suelo, le vinieron bien a Inglaterra, que mejoró con los cambios. El juvenil Aaron Lennon, de 19 años y jugador del Tottenham por un Beckham que lloraba entre los suplentes, le dio más profundidad a los ataques ingleses, aunque esporádicos y en los que el gigante Peter Crouch debió pelear sólo arriba.

Crouch había ingresado por Joe Cole tres minutos después de la expulsión de Rooney y asumió la responsabilidad de tener la pelota arriba para la llegada de los volantes de contragolpe ante un Portugal que chocó con una sólida defensa. Ni Cristiano Ronaldo, recuperado de una lesión, ni Luis Figo mientras estuvo en la cancha, ni Maniche, encontraron la clave para superar el muro defensivo encabezado por Rio Ferdinand y John Terry.

Inglaterra se cerró bien atrás para salir de contragolpe, sobre todo cuando quedó con uno menos, aunque tampoco se había animado demasiado cuando eran once contra once, ante un Portugal que no se mostró mucho más ambicioso. Así y todo, el seleccionado luso contó con la oportunidad más clara para abrir el marcador, a los 39 con un remate cruzado y a colocar, que salió apenas desviado junto al poste de Luis Figo, quien primero desairó la marca de Lampard en el área.

Figo, que se movió de derecha a izquierda por el frente de ataque fue uno de los jugadores más punzantes de Portugal, que recuperó a Cristiano Ronaldo, aunque el delantero de Manchester United no resultó desequilibrante. Apenas un remate a los 10’ que resolvió bien abajo el arquero Paul Robinson, otro a los 19’ a pase de Figo que desvió por sobre el travesaño y uno a los 28’ que rechazó dentro del área Rio Ferdinand, fue lo que mostró Portugal en ese período.

Rooney, no gravitó en la ofensiva, donde quedó aislado de sus volantes, como Gerrard o Beckham, poco preciso en jugadas con pelota parada, su fuerte. Cuando Beckham salió de la cancha, Inglaterra pareció mejorar, así como lo hizo tras la expulsión de Rooney, que contrariamente a lo que podría suponerse agrandó al equipo de Eriksson ante un timorato Portugal.

Más allá del gol bien anulado a Helder Postiga a los 107 por posición fuera de juego y que contó con alguna llegada más sobre el final del suplementario, Portugal volvió a lucir hoy como un equipo mañoso y mezquino, pero sigue en carrera.

Ahora deberá esperar para conocer a su rival en semifinales, el miércoles en Munich, que saldrá del vencedor del duelo Brasil-Francia.

ANSA

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