Y tenía esteroides

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Aquel modelo de deportista, dueño de un increíble coraje con el cual superó la pérdida de sus dos piernas, ya no existe. Oscar Pistorius es descrito ahora como una persona paranoica y obsesionada por las armas. Un periodista del New York Times explicó que un día Pistorius sacó una pistola, en medio de su entrevista, y se puso a reptar por el pasillo, tras haber escuchado un ruido que consideró sospechoso.

Alojado en una residencia fortificada de Pretoria, elegida en 2009 como la casa más segura de Sudáfrica, en noviembre de 2012 escribió en su cuenta de Twitter: "¡Entrar en casa y escuchar la lavadora, pensando que se trata de un intruso e ir al combate en modo de reconocimiento hasta la despensa!".

Acusado de asesinar a su novia Reeva Steenkamp, cuyo cuerpo será incinerado en Port Elizabeth, Pistorius podría ser condenado a cadena perpetua. Como se sabe, el cadáver de la modelo de 29 años fue encontrado con cuatro impactos de bala en la casa de Pretoria de Pistorius.

La prensa sudafricana informó que en el lugar del crimen se encontró un bate ensangrentado que podría tener relación con el suceso.

Asimismo, diarios sudafricanos que invocaron fuentes policiales revelaron que también se encontraron esteroides prohibidos en la casa del atleta paralímpico. Las versiones de prensa indican que el campeón sudafricano será sometido a análisis de sangre para verificar si usaba esas sustancias.

Pistorius permanece bajo arresto en la comisaría de Brooklyn de Pretoria y hoy enfrentará al Tribunal de la Magistratura de Pretoria, que debe decidir si le concede la libertad bajo fianza.

Fuentes policiales revelaron que el atleta está bajo supervisión ante el peligro de suicidio.

La estabilidad emocional de Pistorius ya era cuestionada antes. Sus vecinos dieron cuenta de frecuentes altercados con sus sucesivas novias. Amante de las rubias, el sudafricano pasó una noche en prisión en septiembre de 2009 después de haber sido acusado de agresión sexual por una joven de 19 años, aunque el fiscal abandonó los cargos.

Hace tres años declaró al diario francés Libération que era favorable a la pena de muerte "para los crímenes de sangre" porque este tipo de sucesos le "afectaba mucho".