La historia de Matías Otero: promesa del boxeo uruguayo, campeón mundial juvenil y latinoamericano élite con 17 años

"Lo importante fue sacar ventaja en la explosividad, no darle tiempo. Él era más alto y flaco que yo, y buscaba tenerme a distancia”, explicó a Ovación el boxeador uruguayo Matías Otero, que días atrás se consagró campeón juvenil en 60 kg del Mundial Amateur del WBC (Consejo Mundial de Boxeo por sus siglas en inglés).

El joven peleador de 17 años, que vive en Colinas de Solymar y cumple la mayoría de edad en los próximos días, dio otra muestra de madurez y potencia sobre el ring que lo posiciona como una de las grandes promesas del boxeo uruguayo.

No hace tanto tiempo que hace boxeo. De chico jugó al baby fútbol, después practicó karate un tiempo y, aunque ganó unas cuantas peleas, el deporte no lo enamoró, pero sí el combate.

A los 14 años se sumó al Club Maxi Alexandre, un gimnasio que recién abría sus puertas en Ciudad de la Costa. “El entrenador siempre me impulsó a ir a más porque me veía condiciones, y muy temprano empecé a hacer exhibiciones, que son peleas sin ganador”, recordó.

Apenas unos meses después de iniciarse, tuvo su debut “por fallo” con 15 años. “Era un poquito más bajo y retacón que yo”, recordó sobre su rival, y explicó que junto a su entrenador planearon “una pelea larga”, basada en mantenerse a distancia y aprovechar los golpes más largos.

Matías mide 1,70 metros y pelea en la categoría de 60 kilogramos, peso que hoy lo define también en el plano internacional. En su carrera amateur ya suma cerca de 40 peleas. Según sus registros, solo perdió tres veces y ganó “unas cinco o seis” por KO (nocaut).

Foto: cortesía

Su evolución lo llevó a ingresar en la Comisión Uruguaya de Boxeo Amateur y Profesional (CUBAP), con el objetivo de competir en instancias más exigentes. Así llegó su primera experiencia internacional: el Campeonato Latinoamericano Élite en Chile, cuando él apenas tenía 16 años. “Le gané a un argentino, a uno uruguayo y a un mexicano en la final. Tres peleas en tres días. Salí campeón latinoamericano y así fue que clasifiqué al Campeonato Mundial Amateur en México”, relató.

Se desarrolló días atrás en Tijuana (Baja California) y Uruguay participó con seis boxeadores bajo la dirección técnica de Germán Freire, luego de una preparación en la altura de Chalco. Fueron Otero, Thiago Dos Santos (finalista en 64 kg), Lucas Duré (finalista en 81 kg), Santiago González, Matías Barone y Santiago Céspedes.

“Esta vez competí en juvenil (entre 15 y 17 años), éramos 26 peleadores de 60 kg en mi categoría y el formato era por eliminación. Si perdías te ibas. Son peleas de tres rounds de dos minutos cada uno”, señaló. El uruguayo le ganó a cuatro rivales mexicanos para coronarse: a Adalberto Esparza por decisión, a Bryan Herrera por KO, a Santiago Hoez por decisión y la final a Gabriel Matamoro por decisión.

“La final fue la pelea más dura porque ya venía con un desgaste bárbaro de los días anteriores, pero el mejor boxeador contra el que peleé fue el de semifinales”, admitió. Sobre su estrategia en la pelea decisiva, profundizó: “Yo intentaba pegar, salir y volver a entrar. Él tenerme marcar su distancia y meterme los cross de izquierda. Y yo de cambiarle la altura y apabullarlo a golpes. No fue fácil porque yo venía de tres peleas, en cambio él había peleado una sola”.

Otero fue campeón el 19 de octubre, fecha en la que se celebra el Día del Boxeador Uruguayo, como si el destino lo hubiera marcado. Y coronó con un título el notable desempeño de los seis uruguayos que viajaron a México, que entre más de 300 peleadores llegaron a tres finales y tres semis.

Sobre el futuro de Otero: “Mi objetivo es llegar a competir a nivel profesional, espero que cuánto antes”.