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Juegos Olímpicos: Djokovic rompió la raqueta, se quedó sin el bronce y abandonó el dobles

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Novak Djokovic y su molestia que lo llevó a destrozar su raqueta. Foto: AFP.

TOKIO

El atleta serbio se mostró muy molesto en el choque ante el español Pablo Carreño Busta que se terminó trepando al podio del tenis olímpico.

Novak Djokovic volvió a vivir un día de furia en los Juegos Olímpicos. Dos, en realidad, porque sintió el enorme impacto de haber quedado eliminado en las semifinales a manos de Alexander Zverev en la jornada anterior.

El serbio se quedó así sin la chance histórica de lograr el Golden Slam (los cuatro Grand Slam y el oro olímpico en un mismo año). Y ya en el duelo frente a Pablo Carreño Busta por la medalla de bronce, este sábado, el número uno del mundo estalló: revoleó su raqueta a la tribuna y un rato más tarde la destrozó de un golpe contra la red.

Novak Djokovic y su participación en los Juegos Olímpicos en Tokio 2020. Foto: AFP.
Novak Djokovic y su participación en los Juegos Olímpicos en Tokio 2020. Foto: AFP.

El tenista español ganó por 6-4, 6-7 (6) y 6-3 tras dos horas y 47 minutos de juego. Finalmente, luego de esa caída, el ganador de 20 torneos de Grand decidió no presentarse al cruce por la presea de bronce en dobles mixto en pareja con su compatriota Nina Stojanovic. Adujo dolores en un hombro...

Djokovic, una de las grandes atracciones de Tokio 2020, se fue sin nada de la máxima cita del deporte. Con las manos vacías. Herido en su orgullo, sufrió tres derrotas en apenas 24 horas: las dos en singles y la del dobles mixto.

El serbio perdió el control en varios lapsos del partido frente a Carreño. Con un calor muy fuerte sobre la cancha central, el español desquició a su rival. Djokovic lució incómodo desde el primer minuto. Como si el duelo -alejado del oro y de su foco principal- le molestara. Como si aún resonaran en su cabeza las dos caídas del día anterior. El español lo puso en aprietos con su servicio y en el quinto juego del primer set le quebró el saque en cero. Ofuscado, Djokovic lanzó su gorra al suelo.

Novak Djokovic y su participación en los Juegos Olímpicos en Tokio 2020. Foto: AFP.
Novak Djokovic y su participación en los Juegos Olímpicos en Tokio 2020. Foto: AFP.

El número 1 del mundo mejoró su juego en el segundo parcial. Ajustó el servicio, se mantuvo sólido con su derecha y dejó los nervios de lado. Así, se llevó el tie break con un ajustado 8-6 en un set que duró 63 minutos.
Carreño, también, dejó escapar un match point. El bronce tenía que esperar. Ya en el último, Djokovic volvió a sentirse perdido. Apenas en el primer game, cuando el español sostuvo su saque, el serbio lanzó su raqueta muy lejos, al medio de una tribuna lateral.

Carreño entendió que era su momento. Con una derecha precisa quebró el saque del número 1 y luego se colocó 3-0. Enajenado, Djokovic estrelló esta vez su raqueta contra la red. “No me quejé con el juez de silla, simplemente le pregunté porque yo pensaba que era el segundo warning. Antes tiró la raqueta al tercer anfiteatro y luego rompió delante de su cara la raqueta contra el poste de la red. Yo había contado dos. Parece ser que lanzar la raqueta al tercer anfiteatro para el árbitro no ha sido suficiente para ponerle un warning. Bueno, a veces las reglas son difíciles de llevar a cabo cuando estás contra el número uno del mundo”, sostuvo Carreño.

Curiosamente, en los últimos días Djokovic envió un contramensaje sobre la salud mental, un tema que se puso sobre la mesa tras el episodio de Simone Biles: “La presión es un privilegio”, dijo. “Si aspirás a estar en la cima de tu deporte, lo mejor es aprender a manejar la presión y a afrontarla”, añadió. En cuanto al debate generado por Biles en relación con la salud mental de los atletas de elite, expresó: “No existe un manual para eso. Nadie nace con esa habilidad, que se desarrolla con el tiempo”.

Pablo Carreño Busta celebra su medalla de bronce en Tokio 2020. Foto: AFP.
Pablo Carreño Busta celebra su medalla de bronce en Tokio 2020. Foto: AFP.

Para tener otra oportunidad de medalla de oro, el número 1 del mundo debería llegar vigente a París 2024, los próximos Juegos Olímpicos, cuando tendrá 37 años.

A Djokovic, los Juegos son esa competencia que otra vez se le niega. Había llegado a Tokio con el sueño de celebrar en una misma temporada los cuatro Grand Slams y la medalla de oro en la cita olímpica. Este año ya había ganado el Abierto de Australia (en la final derrotó a Daniil Medvedev), Roland Garros (se impuso ante Stefanos Tsitsipas) y en Wimbledon (venció a Matteo Berrettini). En su horizonte quedaban Tokio 2020 y el US Open.

Una vez más en su exitosa carrera deportiva, Djokovic no pudo romper con la maldición de las semifinales en los Juegos, instancia en la que cayó ante Nadal en Beijing 2008 (luego se quedó con el bronce) y en Londres 2012 (perdió ante Juan Martín del Potro). Mientras que en Río 2016 cayó en la primera ronda ante Del Potro. 

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