BEIJING | EDWARD PIÑÓN
Leandro Salvagno quedó relegado al sexto lugar de la serie número dos de los cuartos de final del single sculls, la especialidad en la que está compitiendo, y ahora -como máximo- podrá aspirar al décimotercer lugar de la clasificación final de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
El remero celeste empezó muy bien la regata contra el noruego Olaf Tufte, el lituano Mindaugas Griskonis, el mexicano Patrick Loliger y el brasileño Anderson Nocetti que completaron su serie.
En la largada se colocó en el primer lugar y así llegó a cruzar los primeros 500 metros con un tiempo de 1`38"77.
La potencia con la que empezó la prueba le mermó las fuerzas en forma inmediata, porque en los siguientes 500 metros Leandro Salvagno cruzó la línea de los 1.000 en el quinto lugar, solamente por delante del brasileño Nocetti.
Pero no tuvo siquiera la satisfacción de ganarle al norteño, porque a la siguiente línea, los 1.500 metros, ya se colocaba con desventaja notoria en el sexto y último lugar.
Así terminó la prueba, porque Leandro Salvagno llegó sexto a los 2.000, con un registro de 7`26"85, mientras que Nocetti -que finalizó quinto- lo hizo con 7`23"68.
COMO SIGUE. La actuación olímpica del uruguayo seguirá cuando compita mañana en la semifinal "C/D 2" para saber qué zona de campeonato le tocará el próximo viernes.
Si entra en la final "C" tendrá posibilidades de ser el número 13 de la clasificación general, pero si cae en la "D" podría llegar a ser el último de los 24 que quedan en carrera en China.
Cabe recordar que así clasificó a esta instancia, porque el tiempo del remero celeste fue el peor registro de todos los que participaron en la preliminar anterior.
La cifra
13 Es el máximo puesto al que ahora podrá aspirar Leandro Salvagno en el single sculls de remo.
Rodolfo Collazo y Javier García van por meterse entre los doce
Los remeros uruguayos Rodolfo Collazo y Javier García, que integran el doble par ligero, compitieron esta madrugada a las 05.20 de Uruguay, por lo que al cierre de esta edición todavía no se conocía el resultado.
Antes de que corrieran ya había ocho duplas clasificadas a la final, pero como era necesario completar dos series de seis, faltaban cuatro lugares. Para determinar quiénes ocuparían esos cuatro lugares se formaron dos series de seis pares y los dos primeros lugares de cada una se clasificaban a la final y tendrían la chance de pelear por el oro.
Es decir, que para seguir ascendiendo, la pareja uruguaya debía ser primera o segunda en su serie. De esa manera, se aseguraba un lugar entre los doce primeros de los Juegos. Si lo lograba, habría dos semifinales: los mejores remando por los puestos 1 al 6 y los otros por el 7 al 12. Si no, correrán buscando colocarse del 13 al 18 o del 19 al 24 de la general.