"Yo ya no estoy para tolerar esos garrones"

CESAR BIANCHI

Para decirlo sin eufemismos: Fernando Morena estaba caliente. Cuando El País lo ubicó en su hogar a las 13.20 horas, recién llegado de hacer diligencias fuera de casa y se aprestaba a almorzar, accedió a contestar las duras declaraciones de Diego Aguirre, que dijo que "había un técnico preparado para asumir si se perdía, como alguna vez esta misma persona lo hizo con Fossati". Se sintió aludido y descargó su malestar.

—¿Cómo estás?

—Mal.

—¿Te sentiste aludido por las declaraciones de Aguirre?

—No asumo nada de lo que dice, pero evidentemente se refirió a mí, eso está claro. Y no lo voy a tolerar.

—¿Vas a hacer algo?

—Ya lo llamé y le dejé un mensaje en el contestador. No me gusta, me molesta, me duele una enormidad. Además, de parte de quién viene... y que no diga el nombre de a quién está aludiendo. Me estoy comiendo un garrón. Yo no tengo absolutamente nada que ver con eso.

—¿Cuándo fue la última vez que fuiste a ver a Peñarol?

—Fue en el (Torneo) Clasificatorio del 2001. Ni siquiera voy a ver a Peñarol. Yo no hago "lobby". Normalmente soy complaciente, soy de los que dicen: "dejá, ya va a pasar", pero esto colmó mi paciencia.

—¿Te has visto o has hablado con algún dirigente de la oposición de Peñarol?

—No me he visto con nadie de la oposición. A (Vito) Atijas hace como dos años que no lo veo. Aparte, si quieren, pueden ir a Antel y pedir mi número de teléfono o a Movicom, y ahí averiguar si he tenido llamadas recibidas o realizadas con algún dirigente de Peñarol. Verán que no.

—¿Pensás que hay cosas turbias o negras en Peñarol, como dice Aguirre?

—Hay cosas turbias y negras, y yo no quiero estar en esa. No tengo nada que ver, estoy alejado de todo eso. Estoy fastidiado, con mucha bronca. Hoy se lo dijeron a mi hijo y él vino a decirme que habían hablado mal de mí. Lo bajé de Internet, lo tengo impreso. A los 51 años ya no estoy para tolerar esos garrones, ya no los acepto.

—Cuando Aguirre hizo esas declaraciones, aclaró que estaba desahogándose...

—(Interrumpe) Sí, sí, pero todos tenemos problemas y calenturas. Si yo tengo problemas, no voy a agarrar el auto y salir a pechar gente por las calles.

—El dijo que no le extrañaba la actitud de ese técnico porque ya le habían hecho lo mismo a Jorge Fossati. ¿Cuál era tu situación en ese entonces, finales de 1996?

—Lo de Fossati es lo que quiero aclarar con él. A Fossati lo echan y me llaman a mí de Peñarol, yo estaba dirigiendo a River Plate y ni siquiera tenía contrato firmado. Yo les dije que tenían que hablar con los dirigentes de River, y el presidente de River de ese entonces no me dejó hablar con los dirigentes de Peñarol. Ahí terminó todo, eso fue un viernes, el 26 de setiembre de 1996, y el domingo dirigí a River ante Huracán Buceo. A Fossati lo volvieron a tomar y siguió en Peñarol. ¡A mí me ensucian, me embarran, por hacer las cosas bien!

—¿Cómo era tu relación con Aguirre?

—Espectacular.

—¿Vas a seguir intentando hablar con él?

—Sí, seguro. Pero no creo que me sea difícil encontrarlo y dar con él.

Ya hablaron

Según pudo saber El País, al cierre de la presente edición Diego Aguirre le devolvió el llamado a Fernando Morena. En la oportunidad, hubo un diálogo que calmó en parte la tensión creada por las declaraciones del primero que, sin nombrarlo, aludían a Morena, según entendió el propio "Potrillo".

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