Vuelve el grito: ¡cobertura!

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EDWARD PIÑÓN

Por personalidad, por capacidad para liderar proyectos que tienen como prioridad el impulso de los jóvenes valores de las divisiones formativas y por su pasado en el club, Julio Ribas es el técnico que eligió Juan Pedro Damiani para asumir la conducción de Peñarol tras el alejamiento de Mario Saralegui.

La precipitada decisión del artiguense movilizó en forma inmediata a los aurinegros y, ayer mismo, en el domicilio del propio presidente aurinegro, se produjo el encuentro con Ribas para concretar el vínculo.

Como se sabe, Ribas es desde siempre un candidato en los aurinegros y, particularmente, del agrado de Damiani, quien varias veces lo situó en la primera fila de los entrenadores con el perfil adecuado para afrontar el desafío de orientar a los aurinegros.

La historia del cambio nació en el vestuario carbonero del clásico, cuando Mario Saralegui, fumando un cigarrillo y recostado contra una pared le dijo al titular aurinegro: "Juan, me voy. Yo armé este plantel, el responsable soy yo. Soy muy hincha de este club y me da mucha bronca perder contra Nacional".

Aunque Damiani procuró convencerlo de que razonara mejor el tema, porque en el camarín le dijo "esto no hay que resolverlo ni en caliente ni cansado. Retomamos el diálogo mañana", la actitud de Saralegui abrió la puerta para prepararse para el desenlace.

Debido a esto se produjeron reuniones entre el presidente y el vicepresidente carboneros, Damiani y Edgard Welker, respectivamente. Incluso, también hubo un extenso diálogo telefónico con el gerente deportivo Eduardo Pereyra. Aparentemente, se habló en profundidad sobre las mejores opciones.

Por consiguiente, cuando Saralegui terminó confirmando ayer de tarde su alejamiento de la institución, las bases ya estaban sobre la mesa.

Sobre el correr de la propia jornada, se gestionó y acordó el encuentro con Ribas, quien, según fuentes aurinegras, compartía muchas de las ideas que el club aurinegro pretende llevar adelante a través del actual consejo directivo.

Ese aspecto, aunque no fue oficializado, es lo que permitía aguardar anoche, al cierre de esta edición, un inminente acuerdo entre las partes.

Asimismo, un vocero de los aurinegros sostuvo que la llegada de Ribas podría concretarse con el profesor Jorge Franco, quien acompañara a Víctor Púa en las exitosas selecciones juveniles de Malasia y Nigeria.

LA RAZÓN. Paralelamente, fuentes cercanas al ex entrenador mirasol, Mario Saralegui, revelaron ayer que el técnico no visualizaba un buen futuro en el club.

Algunas señales recibidas, sobre todo en la pretemporada que llevaron adelante en San José, le permitían sospechar que ya no contaba con el total apoyo del consejo directivo.

Los voceros indicaron a Ovación, además, que Saralegui terminó decidiendo dejar a Peñarol en libertad de acción, tras la derrota en el cotejo clásico, para no dañar más a la institución.

No a los papales

En los primeros días de enero, el presidente de Bella Vista Ruben Domínguez se reunió con el técnico Julio Ribas para ofrecerle que volviera a la institución donde dejó gratos recuerdos. Sin embargo, y cuando muchos creían que ya estaba todo arreglado, Ribas respondió que hasta el mes de julio regía su contrato (por tres años) con la selección de Omán y si aceptaba la propuesta papal, no cobraría esos meses que aún le restan por percibir.

Los equipos del DT

Su carrera como entrenador comenzó en Sudamérica en 1993. Estuvo dos años, logró el ascenso y clasificó a la Copa Conmebol. En el 96 dirigió a Nacional de Paraguay. Al año siguiente desembarcó en Bella Vista, donde estuvo dos temporadas. Subió a la A y clasificó a la Libertadores, donde eliminó justamente a Peñarol. De 1999 al 2001 tuvo su primer pasaje por Peñarol. Luego dirigió Liverpool, Venezia de Italia, Juventud de Las Piedras y Omán.