Peñarol necesita reaccionar. El traspié que sufrió ante Danubio volvió a dejar a los aurinegros con pronóstico reservado en el marco del Torneo Clasificatorio.
No sólo en lo que tiene que ver con su nivel, potencial y propuesta de juego, sino también por haber perdido pie nuevamente.
Si cae hoy en el Campus Municipal ante Deportivo Maldonado puede entrar en zona de sumo riesgo. Eventualmente en la inesperada lucha por no bajar del décimo puesto y/o clasificar a la fase por el título agónicamente, de la forma que ni propios ni ajenos piensan que lo va a hacer el campeón uruguayo vigente.
Peñarol precisa obtener los tres puntos y hoy se las verá con el club especialista en empates: en cinco fechas, los fernandinos perdieron una vez e igualaron en cuatro oportunidades.
El equipo dirigido por Sergio Silveyra tiene argumentos como para complicar a la hasta ahora endeble defensa carbonera, pues la transición ofensiva apuesta a hacerla con cambios de dirección y velocidad. Es justamente esa manera de atacar la que más desajustes provoca en la retaguardia de Peñarol.
Diego Aguirre volverá a plantear la primera línea de contención con tres jugadores: Pierre, Ramos y Bizera. En el mediocampo ubicará a dos volantes de marca: Diego Pérez y Daniel Pereira procurando equilibrio y el balance que garantice seguridad en el fondo y mejor proyección en los avances.