JOSE MASTANDREA
Cléber Ferreira habla bastante bien el "portuñol". Su paso por el Villarreal de España y los tres meses que estuvo en Defensor Sporting, antes de regresar a Brasil, le vinieron muy bien.
El lateral brasileño llegó ayer de madrugada a Montevideo, dispuesto a ganarse un lugar en Peñarol. "Apenas me llamaron dije que sí. Por lo que significa Peñarol en el mundo del fútbol, por su historia, su tradición y porque es un equipo que siempre pelea los campeonatos. Para cualquier jugador es una ilusión el poder estar algún día en un club grande que juega siempre a ganar", indicó mientras terminaba de acomodarse en la cafetería del Best Western Hotel.
Recién había regresado de "una caminata". Había ido a tomar algo al Puesto de Joaquín, a tres cuadras de donde se hospeda, "porque conozco bastante el barrio de cuando vine a jugar a Defensor", señaló.
Cléber está contento con la posibilidad de jugar en los aurinegros. "Me gustó la idea porque me gusta el fútbol uruguayo. Es muy parecido al español. Se juega rápido y fuerte".
Confiesa que "no imaginó" que terminaría "en Montevideo" porque "cuando Peñarol fue a jugar a España, con el único que hablé algo fue con Luiz Nunes. El hablaba portugués y por eso nos entendimos bien. Creo que fue a partir de ese momento que el entrenador (Diego Aguirre) se fijó en mí".
Dice que le gusta desempeñarse por el carril izquierdo. "Soy lateral zurdo. Me gusta, me siento cómodo allí pero también he jugado como volante por ese sector sin problemas".
A la hora de buscar un espejo, no lo pensó dos veces: "juego a lo Roberto Carlos. Siempre trato de llegar al ataque, trato de sumarme a la ofensiva del equipo con velocidad y precisión".
Aclara que "lo primero es la marca, pero después que uno se hace de la pelota, hay que atacar".
Espera poder mostrar sus condiciones "cuanto antes" porque "hace varios meses que no hago fútbol oficial. Me falta ritmo de competencia. No mucho en lo físico porque estuve entrenándome en Brasil. No tengo fútbol, aunque espero poder adaptarme lo más rápido posible".
De Peñarol sabe "mucho". Dice que desde que era un adolescente escuchó hablar del club. "Lo vi siempre por televisión. Sé que es el más grande de Uruguay, que tiene una gran ‘torcida’, como la del Corinthians y eso me entusiasmó".
Cléber quiere dejar su huella en los aurinegros. Viene decidido a ganarse un lugar en el plantel y en el equipo. Sabe que su experiencia europea le dio más capacidad de marca y mucha más dinámica que el fútbol sudamericano. El brasileño —como no podía ser de otra manera— se tiene fe para los tiros libres. "Me gusta tirarlos... sí... creo que le pego bastante bien tanto de la derecha como de la izquierda. En ese sentido no tengo problemas".
Dice que está ilusionado con defender a Peñarol "porque es un equipo de tradición, porque va a jugar la Copa Libertadores y la Sudamericana, dos torneos que cualquier jugador quiere jugar".
También admite conocer bastante la interna de los aurinegros. "Me dijeron que el presidente (Cr. Damiani) es un caballero. Que paga puntualmente, que tiene palabra y ningún jugador se quiere ir del club".
Llegó Cléber. Con sus maletas repletas de sueños e ilusiones. Con ganas de quedarse para "poder ganar un campeonato con Peñarol".