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Seba Rodríguez: el protagonismo en Emelec, las ganas de volver a Nacional y los consejos de Recoba y Matosas

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Seba Rodríguez, el volante uruguayo capitán de Emelec.

ENTREVISTA

El volante explicó por qué se calzó la cinta de capitán tan rápido y confesó que buscará una revancha con el tricolor. Desde hace menos de un mes comparte el plantel con el uruguayo Diego García.

Un vestuario en Ecuador no es auténtico sin música, baile y felicidad. “No hay viaje sin parlantes. Lo llevan en la sangre, escuchan mucho reggaetón y salsa, pero les he puesto hasta un folklore de Uruguay y te lo bailan”, cuenta el mediocampista uruguayo Sebastián Rodríguez, quien a veces tiene “un poco de permiso” para poner música. Las costumbres rioplatenses y las discusiones al estilo Suárez-De Paul por quién ceba mejor y arma mejor el mate no faltan.

Formado en Danubio, dio su primer paso al Almería de España y tras ir a Suiza regresó a Uruguay. Jugó en Liverpool Nacional (con quien  tiene una cuenta pendiente), y ahora el volante charrúa de 29 años es capitán y referente de Emelec.

Llegó hace dos años y medio (2020) tras su pasaje por los Tiburones Rojos de México y a los tres meses el técnico lo designó capitán. Al principio le costó adaptarse a Ecuador. Pero no por el fútbol, porque su juego acompañaba el estilo del entrenador, ni al equipo, de hecho sus compañeros lo recibieron de la mejor manera. Lo difícil fue adecuarse al clima extra caluroso durante todo el año de Guayaquil, al que se le añade una intensa humedad. “Los entrenamientos se hacían pesados a lo primero y los partidos también. En Uruguay siempre estás jugando en el mismo clima y acá no. Siempre te toca diferente: uno en la altura y otro sobre la costa, donde hay más calor y más humedad”, explica Sebastián, que asegura estar más adaptado a esa intermitencia, elemento que le ha dado una mayor resistencia y capacidad aeróbica y física. “Después de jugar un tiempo en esta liga te vas dando cuenta de que te hace la diferencia”, agrega a Ovación.

Emelec, dice Rodríguez, busca ser un equipo protagonista, tener la pelota y presionar en todo momento, aunque sabe que en la altura eso debe ser en menor medida.

La cinta de capitán y cómo afronta ser el referente

Seba Rodríguez, el volante uruguayo capitán de Emelec.
Seba Rodríguez, el volante uruguayo capitán de Emelec.

“Me sorprendió la designación de capitán. Vine porque quería encontrar un lugar en el que realmente sintiera que iba a relanzar mi carrera, ya estaba entrando en una edad, sentía que estaba alcanzando una maduración. Presentía que iba a alcanzar un buen nivel, pero para eso lo tiene que acompañar un estilo de juego y una filosofía de un equipo, para poder demostrar que uno está en un gran momento”, explica Rodríguez, y añade que el presidente y el entrenador español, Ismael Rescalvo, se contactaron con él y su gran interés lo hizo sentirse querido y lo sedujo.

“La filosofía es muy española: posesión de pelota e ir a atacar”, dice Seba, que ya había estado en Almería. Le gustó la propuesta y desde ahí se sintió muy cómodo. Solo ocho fechas después le ofrecieron la cinta pese a que había extranjeros que llevaban más tiempo e incluso referentes de la selección ecuatoriana que habían jugado el Mundial.

“El equipo no estaba mal, pero tampoco estaba bien para lo que son las exigencias de un equipo tan grande. Un día perdemos un partido y jugamos a los tres días; recuerdo que el DT me llamó y me dijo ‘al equipo le hacía falta algo, un cambio de rumbo a la hora de estar en la cancha’ y que creía que yo tenía las características para eso, por ‘la personalidad, por buen compañero’. Me preguntó si quería asumir la responsabilidad, que él lo iba a plantear con los otros capitanes. Le dije que sí, que me sentía preparado y le agradecí”, recuerda Sebastián, y se le viene a la mente que desde ahí se obligó a seguir mejorando porque sabía lo que significa ser el capitán de uno de los más grandes de Ecuador.

Todos sus compañeros se lo tomaron bien y a partir de ahí el equipo se volvió a meter en Copa Libertadores. Este año lograron una buena campaña y, pese a quedar fuera en octavos, fue ante un gran equipo como Atlético Mineiro luego de haber empatado 1-1 y perder el segundo duelo en el minuto 80, consecuencia de un penal bien ejecutado por Hulk. En esta edición hizo seis goles.

Vive con su esposa y siempre está buscando hacer algo más además del fútbol. Hace un mes y medio se recibió de director técnico y ya relojea qué otra profesión o curso estudiar. “Creo que estudiar es muy importante, no solo para el día a día y enfocar un poco la cabeza en otro lado, sino fundamental para los jugadores y para el después para que te agarre lo mejor preparado posible. Intento hacer para no quedarme”, asegura.

La revancha tricolor
"Jugaría siempre en Nacional. Sé que le puedo dar más y esa es la espinita que me quedó, por eso volvería".
Sebastián Rodríguez en Nacional. Foto: Archivo El País.

Seba tiene contrato hasta 2024 y cree que Emelec ha sido una plataforma de crecimiento. No se atreve a decir por cuánto porque es ambicioso y siempre busca crecer, pero sí está seguro que le gustaría regresar a Nacional, de donde se fue con gusto a poco, incluso cuando el club le ofreció renovar. Se fue bien, pero siente que le podría haber dado mucho más, pero cree que el hecho de no tener continuidad pese a su buen rendimiento no lo dejaba demostrar todo su potencial.

“Creí que no era el momento de renovar porque no estaba teniendo las oportunidades que creía que podía tener, más allá de que jugaría siempre en Nacional. A veces hay que dar un paso al costado por uno y por el club”, explica Seba. Esa es la espina que le quedó de cuando vistió la tricolor entre 2016 y 2018 (tras su pasaje por Liverpool), bajo la dirección técnica de Martín Lasarte y el Cacique Medina. 

La llegada de Suárez y su significancia

Luis Suarez festeja su gol en Nacional frente a Rentistas, 3-0, por el Torneo Clausura del Campeonato Uruguayo de Futbol 2022. Foto: Juan Ramos
Luis Suarez festeja su gol en Nacional frente a Rentistas. Foto: Juan Manuel Ramos

La llegada de Luis Suárez le ve todo lo positivo y no cree que haya desconcentrado al plantel. “Significa mucho para Uruguay por su magnitud de jugador. Para los juveniles que pueden aprender, para la institución, más allá de los trofeos que pueda conseguir”.

El de los consejos simpáticos
Los viajes con el Chino Recoba
Chino Recoba en Danubio. Foto: Archivo El País.

Jugó seis meses en el primer equipo de Danubio y tuvo “la suerte de coincidir” con Álvaro Recoba, quien lo pasaba a buscar por la parada de Rafael Barradas donde se bajada del primer trayecto desde Salinas para hacer transbordo con el Chino. En el viaje “salían consejos”, de una forma amena “para alguien de 17 años”.

“El Chino te daba consejos con simpatía. Era fácil escucharlo por su forma de ser, no te imponía. Hicimos una muy buena relación,. Entrenar con él era espectacular”, agrega el volante uruguayo.

Gustavo Matosas: la voz en su cabeza
Las enseñanzas de cara a Europa
Gustavo Matosas. Archivo El País.

De esa época también recuerda al técnico que hasta hoy en día es una voz presente en su cabeza: Gustavo Matosas. “No solo me marcó porque me hizo debutar, sino que también me regaló conceptos que me quedaron grabados: el juego a dos toques y la importancia del control. En ese momento yo estaba en la Sub17, jugaba de cinco y a veces hacía algún toque de más. Entonces él me decía: ‘No, Cabecita, el cinco no juega así, si vos querés llegar a Europa tenés que jugar a dos toques’”, recuerda Seba del DT que lo hacía quedarse luego de la práctica. “'Hoy no vi que hayas tocado con la zurda, no existe un cinco que no toque con la zurda’ me decía y en un espacio chiquito que te armaba tenías que controlar y pasar la pelota. Por cada error tenías que dar una vuelta a la cancha”, explica Sebastián.

De Danubio fue a Almería y tras llegar asegura que se dio cuenta de que “todo lo que él había dicho era así. Era lo mínimo que uno tenía que hacer si quería jugar. Cuando era chico lo sufría, pero después entendí que tenía razón”.

El recibimiento a Diego García
Un "plus de calidad" y "uno más para el mate"
Diego García en Emelec.

Como capitán cree ser responsable de la integración y así lo hizo con el arribo de su compatriota, el delantero Diego García, quien se quedó sin llegar a Nacionalluego de que la directiva diera marcha atrás con su contratación.

“Intento hacerme cargo de que se sientan cómodos y si necesitan algo”, expresa. García llegó a Ecuador luego de que tricolor eligiera mantenerse al margen del jugador por tener una causa penal abierta. Seba explicó que el equipo estaba al tanto de la situación y que él mismo se encargó de abordar el asunto.

“Cuando estaba por venir se comentó el tema y lo hablamos, como capitán le dije al plantel: ‘No sabemos qué pasó y no estamos para juzgar, nos dedicamos a trabajar. No podemos darle la espalda, no sabemos qué pasó. Luego el tiempo lo dirá’ y eso lo dejé claro desde un momento’. Se lo ve con buena actitud, alegre y buen compañero. Jugó dos partidos y tuvo un rendimiento espectacular. Dio un plus de calidad en la delantera”.

En este momento su cabeza está en Emelec

Ayer visitaron a Liga Deportiva Universitaria de Quito (derrota por 2-0) por la sexta fecha de la segunda etapa de la liga ecuatoriana en un duelo que “ellos quieren tomar como clásico, porque no tienen un clásico muy definido en Ecuador”, explica Rodríguez. Con este resultado Liga los pasó y los eléctricos son cuartos con 10 unidades, a cuatro de Aucas, el líder.

Emelec juega con tres volantes en el medio y Seba va por izquierda. Él lo define como “antiguo 10”, pero lo cierto es que se siente cómodo en toda la mitad de cancha, siempre y cuando sea tirando a lo ofensivo. Le gusta “hacer jugar”.

Pese a que en algún momento piensa retornar al país, en este momento su concentración y buen rendimiento le pertenecen a Emelec. Con el elenco ecuatoriano tiene una cuenta pendiente: “El debe que tengo es salir campeón de la liga de Ecuador”. 

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