Se viene la gran fiesta y es bueno mirar hacia el pasado

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El clásico es la mayor fiesta del fútbol local. Y los que tienen, o han tenido la posibilidad de estar dentro de la cancha en esos partidos, son privilegiados. No son pocos los jugadores de los restantes equipos que confiesan haber estado en la tribuna palpitando de afuera un clásico e imaginándose estar en la cancha.

En la víspera de un nuevo clásico, el número 194 de los disputados por Campeonatos Uruguayos, Ovación consultó a cuatro exfutbolistas que trataron de explicar lo que se siente al jugar un clásico.

"El clásico es la vida del jugador. Es todo. En el fútbol se pueden encontrar muchas excusas, salvo cuando se pierde un clásico. Queda registrado y cada tanto los periodistas lo recuerdan", dijo el exaurinegro Néstor Goncalvez. "En mi época se firmaban los contratos año a año y el clásico era siempre el penúltimo partido. Si habías perdido ibas con la cabeza baja y preguntabas `¿dónde tengo que firmar?` La cifra la ponían los dirigentes y uno no podía decir nada por la vergüenza de haber perdido el clásico", relató el "Tito", quien en su carrera enfrentó ni más ni menos que 68 veces a Nacional.

Increíblemente, el que más recuerda entre tantos partidos es una derrota. "No voy a ser hipócrita, como la mayoría, que dice que no se acuerda de los malos momentos. Recuerdo un 4 a 0 en el año 1966 por la Copa Libertadores. Y lo peor fue que al otro día tuve que viajar en el mismo avión que la delegación de Nacional para seguir jugando la Copa. Aún hoy me erizo al recordarlo. Ese resultado me quedó marcado. Los malos momentos son la mejor escuela para aprender. Después de haber sentido esa enorme tristeza, me tomé los clásicos de otra manera", aseguró Goncalvez.

Luis Ubiña, que defendió a Nacional en esas mismas épocas, comparte algunas opiniones del "Tito". "El clásico es el partido del año para el jugador de un grande. Si lo ganás, sos el mejor. En mis tiempos había que ganar de cualquier manera y te jugabas hasta el contrato del año siguiente. Y si tenías prima, la cobrabas doble", relató.

Pero, al elegir uno de los muchos clásicos que jugó, optó por una victoria. "Me acuerdo del partido en que el paraguayo Lezcano se sentó arriba de la pelota. Estábamos empatados 0 a 0 y con ese resultado clasificaba Peñarol a la Copa Libertadores. Entonces el paraguayo hizo esa bobada de sentarse arriba de la pelota y al final ganamos nosotros 1 a 0 con gol de penal de Juan Martín Mugica", recordó Ubiña.

"Los clásicos son una fiesta. Meter un caño, dar un pase o hacer una buena jugada con las tribunas repletas era lo más lindo. Y hacer un gol ni te cuento", dijo por su parte el extricolor Fabián O`Neill.

Sin embargo, las dos veces que anotó en un partido clásico Nacional perdió. "Una vez por el Campeonato Uruguayo que nos ganaron 2 a 1 con gol del `Marujo` Otero. Y el otro fue en el 95 cuando se resbaló Ricardo Canals y perdimos 3 a 1. Nos habíamos puesto 2 a 1 a los 40` del segundo tiempo, pero enseguida nos hicieron el tercero", recordó el isabelino.

Pero no todos son malos recuerdos para él. "Me acuerdo de uno en el que ganamos la Liguilla del 94 porque a mí me habían subido en el 92 y eran mis primeros clásicos. Ganamos 3 a 1. Y aquel otro en el que le hice tres caños a Rotundo y lo echaron cuando iba sólo 14 minutos de juego. Lo recuerdo porque la gente siempre me habla de ese partido", contó el hoy presidente y técnico del Defensor de Paso de Los Toros.

"Lo que más recuerdo de los clásicos era cuando salíamos de Los Aromos y agarrábamos camino Maldonado y nos encontrábamos con la gente alentándonos con banderas. Era una sensación espectacular", dijo mientras tanto el exaurinegro Robert Lima.

Luego recordó el mismo clásico que O`Neill. "El de la final de 1994 fue impresionante. El que ganamos 3 a 1, en la noche. El que se resbaló Canals. Ya habíamos jugado dos y estábamos empatados. El entorno fue increíble y, además, no era habitual jugar finales clásicas. Ese me quedó grabado", dijo el hoy DT de las juveniles de Peñarol.

PRESENTE. Los cuatro dieron luego su opinión sobre el clásico del domingo. "Hace mucho que no voy al estadio. Pero lo veo parejo. No creo que ninguno sea favorito. Los dos tienen momentos buenos, regulares y malos. No veo a ninguno de los dos con un gran rendimiento. Ambos tienen jugadores jóvenes, con mucha inexperiencia clásica", dijo Goncalvez.

"El `Polilla` Da Silva dijo que el favorito era Nacional. Si el `Pulpa` Etchamendi o el Hugo Bagnulo llegaban a decir eso, los echaban. Si decís eso es como si ya fueras de perdedor, o capaz que lo hizo para tirarle la presión al rival", dijo Luis Ubiña. "Para mí esta vez la cosa está pareja. No hay favorito. Aunque Nacional tiene plata en el banco. Recoba, el `Cacique` Medina y ese chiquilín Bueno que ya vale un platal", afirmó el "Peta".

"Lo veo muy parejo, se puede pensar que llega un poquito mejor Peñarol porque goleó a Wanderers, pero eso en los clásicos no importa", dijo O`Neill.

"Peñarol llega mejor anímicamente porque viene de golear, pero los clásicos son todos diferentes. Creo que va a ser parejo. Los dos tienen buenas ofensivas y cometen errores en defensa", analizó el "Bola" Lima.

"El clásico es la vida del jugador. Es todo. En el fútbol se pueden encontrar muchas excusas, salvo cuando se pierde un clásico".

"Es el partido del año y si lo ganás sos el mejor. En mi época había que ganar de cualquier manera y te jugabas hasta el contrato del año siguiente".

"Me acuerdo de uno en que le hice tres caños a Rotundo y lo echaron cuando iban sólo 14 minutos de juego. La gente siempre me lo recuerda".

"El de la final de 1994 fue impresionante. El que se resbaló Canals y ganamos 3 a 1. Ya habíamos jugado dos y estábamos empatados".