-¿Qué le pareció el clásico?
-Fue un típico clásico, donde ninguno regala nada. Es difícil que se de un partido abierto. Si bien son tres puntos como en cualquier otro partido, para muchos, más en Uruguay, significa prácticamente la temporada. Eso hace que el clásico sea un partido muy cerrado y que haya mucho nerviosismo.
-¿Peñarol los complicó con el planteo táctico?
-Peñarol es un equipo con muchísimo oficio, tiene futbolistas que han jugado a gran nivel y a la hora de competir, cuando realmente hay que competir en serio, saben hacerlo.
-¿Cómo se sintió en la cancha?
-Lo poquito que jugué, bien. Estaba con muchas ganas, el partido era muy motivante, de los que a todos nos gusta jugar; pero esas ganas y esa alegría me duraron poquito. Espero que haya otra oportunidad.
-¿Alguna vez lo habían sacado a los 20 minutos?
-No, nunca.
-¿Le dijo algo Carrasco del cambio?
-No. Carrasco avisó durante la semana que, dependiendo de la posición de los jugadores y de cómo se esté dando el partido, si hay una amonestación prefiere hacer un cambio y no arriesgarse a quedar con diez hombres. Él interpretó que era muy riesgosa mi posición con una amarilla desde el minuto 15. El error yo lo asumo porque estaba avisado e hice una falta, en la que pensé que llegaba al balón, que era para amarilla. El técnico interpretó que era muy peligroso dejarme en la cancha y me sacó, no hay muchas explicaciones. El que avisa no traiciona y yo estaba avisado.
-¿No le molestó el cambio?
-No, yo salí caliente conmigo, porque ese ambiente, esa cancha, ese partido era lo que estaba esperando. Era una de las tantas cosas que yo tenía muchísimas ganas de jugar. Carrasco nos avisó que era así y fue así. Él tiene su forma de ver las cosas y nosotros tenemos que acatar todo lo que diga. Para bien o para mal todos los entrenadores tienen cosas buenas y cosas malas, y el futbolista tiene que jugar con las reglas que él ponga.
-¿Qué opina de los cambios a los pocos minutos que hace Carrasco?
-Mi opinión, por la experiencia que tengo, es que no es ni bueno ni malo ningún método de un entrenador. El que tiene la verdad es el que sale campeón. Porque, lamentablemente, el fútbol se volvió muy resultadista. Y los métodos de Carrasco, si Dios quiere nos saca campeones, serán los adecuados. Cada técnico tiene el suyo y los jugadores estamos para hacer lo que el entrenador nos pida.
-Hablando de métodos, ¿tuvo algún técnico con los métodos de Carrasco?
-Es un entrenador muy ofensivo, yo había tenido a Menotti, que la parte defensiva prácticamente no la trabajaba. Y a esta altura de mi carrera no me sorprende nada, porque he tenido muchísimos entrenadores y todos son distintos. No hay una persona distinta, porque en el fútbol ya está todo inventado. Algunos entrenadores trabajan más ofensivo o defensivo, con más o menos jugadas preparadas pero casi todos trabajan, en definitiva, lo mismo.
-¿Pero ha tenido un técnico que más del 50 por ciento de la práctica ensaye jugadas de memoria?
-No. Pero cada uno tiene su método. Por ejemplo "Quique" Sánchez Flores es un entrenador que trabaja muchísimo tácticamente, todos los días por lo menos media hora. Es un método parecido al de Carrasco, aunque distinto. Además, pide jugadas preparadas pero también, si no salen, que improvisemos. Él arma un montón de jugadas, con un montón de opciones y si no ves ninguna tenés que improvisar.
-Decía que Menotti no trabajaba en defensa, ¿cuánto trabajan ustedes en defensa?
-Trabajamos la parte defensiva también, pero si hacés un porcentaje a Carrasco le gusta trabajar más la parte ofensiva. Lo único que puede indicar si está bien o mal es el éxito o el fracaso.
El hombre internacional, los clásicos que jugó y su mirada del fútbol uruguayo
-Después de haber jugado un Atlético de Madrid – Real de Madrid, ¿qué le generó un Nacional – Peñarol?
-Yo creo que el clásico acá se vive mucho más intenso. Real Madrid – Atlético tiene muchísima prensa porque hay 60 o 65 millones de personas en ese país, dos periódicos exclusivamente deportivos y todos los demás tienen su parte deportiva. Son partidos que hacen muchísimo ruido pero en la cancha no se vive ni la mitad de lo que se vivió ayer entre Peñarol y Nacional.
-¿Y un Independiente – Racing?
-Ese clásico sí es muy parecido al de Uruguay. Nacional - Peñarol lo que tiene es que en la ciudad no se habla de otra cosa. De diez personas, nueve son hinchas de uno de los dos, y el que no es hincha es simpatizante. Y todas con las que te cruzas te hacen acordar del clásico antes y después.
-¿Qué le decían en la calle?
-Mi familia y yo opinamos que la gente acá es muy respetuosa, me hace recordar a Madrid. El hincha de Nacional te da para adelante y el de Peñarol te hace saber que es de Peñarol y que no quiere que ganes, pero siempre con mucho respeto.
-¿En la previa es el clásico que se vive con mayor intensidad?
-Sí. Por lo que me contó "Maxi" Rodríguez en Rosario es muy parecido, porque la gente es de Newell’s o de Central.
-¿Y en la cancha se parece a un Independiente – Racing?
-De los que yo haya jugado sí. Está muy por encima de un Real Madrid – Atlético, porque las hinchadas no tienen nada que ver.
-¿Qué opinión tiene del fútbol uruguayo?
-Tiene dificultades que están a la vista, que son infraestructura, los predios, las instalaciones. Pero la liga en muy competitiva, muy linda y difícil. Yo soy de la idea de que en ninguna liga del mundo un jugador, por más que haya jugado donde haya jugado, va a ir, ser titular, jugar bien y sobresalir. Hay pocos jugadores en el mundo que se puedan destacar en cualquier lado. Estoy convencido de que un jugador que se destaque en la liga uruguaya puede hacerlo en Argentina o ir a Europa y jugar muy bien. A nivel futbolístico, el mundo está hoy muy parejo.