La humillante quinta eliminación seguida del Real Madrid en octavos de final de la Liga de Campeones el martes en Liverpool (1-0, 4-0), va a precipitar la enésima revolución en la "Casa Blanca" con cambio seguro de presidente y probablemente de director deportivo y entrenador.
Una reforma en profundidad parece también inevitable tras el naufragio colectivo en Anfield.
Nobleza y presupuesto obligan, el Real no puede seguir pareciendo un segundón en Europa, sobre todo teniendo en cuenta que la final de la Liga de Campeones en 2010 tendrá lugar en su mítico estadio Santiago Bernabéu.
La bofetada recibida en Liverpool ha hundido un poco más en sus crisis al club más laureado de España (31 Ligas) y Europa (nueve Ligas de Campeones), víctima de una inestabilidad crónica.
Desde la temporada 2004-2005, el Real ha visto pasar a cinco presidentes (Florentino Pérez, Fernando Martín, Luis Gómez-Montejano, Ramón Calderón, Vicente Boluda) y siete entrenadores (José Antonio Camacho, Mariano García Remón, Vanderlei Luxemburgo, Juan Ramón López Caro, Fabio Capello, Bernd Schuster y Juande Ramos).
La inestabilidad tiene a menudo un coste mientras que la regularidad es todo beneficio. El Liverpool, verdugo del Real, vencedor de la Liga de Campeones en 2005, finalista en 2007, tiene el mismo entrenador desde 2004: el español Rafael Benítez.
El cambio de presidente para la próxima temporada es seguro, ya que Vicente Boluda, sustituto temporal de Ramón Calderón que dimitió en enero, anunció que no será candidato a las elecciones, previstas para el 5 de julio.
La salida del director deportivo, Pedja Mijatovic, brazo derecho de Calderón es también casi segura. Podría incluso ser una "cuestión de horas", según el diario deportivo Marca.
Mijatovic, al que se apunta como principal culpable tras la debacle en Liverpool, ha perdido todo su crédito en el seno del club merengue. Sus recientes fichajes han rozado el ridículo, salvo la buena elección del francés Lassana Diarra, uno de los escasos jugadores que mantuvieron el tipo frente a los "Reds".
Poca gente en el Real Madrid comprendió el culebrón Klaas-Jan Huntelaar. El delantero holandés, que está marcando en la Liga, no pudo ser inscrito en la Liga de Campeones con Diarra, por haber jugado ya en Europa con el Ajax de Amsterdam.
"Lass" Diarra era inevitable, pero el Real Madrid, cuya delantera no existió frente al Liverpool, habrían necesitado a un goleador en Europa.
Por último, nadie ha entendido el fichaje a última hora en enero del francés Julien Faubert, que apenas si aparece en el banquillo.
El futuro del entrenador Juande Ramos dependerá, sin duda, de la conquista de la Liga, que parece complicada (el Real está a seis puntos del líder, el FC Barcelona), pero sobre todo, del nuevo presidente.
Un posible candidato hace soñar a los socios: Florentino Pérez. El magnate de la construcción española, artífice de la era de los "galácticos", podría volver a competir por el puesto.
Numerosos son los aficionados que ven en él al único hombre capaz de devolver su esplendor al Real.
Y Pérez, que aún no ha dicho una palabra sobre sus intenciones, podría tener un arma definitiva en una eventual candidatura a la presidencia blanca: Zinédine Zidane, que podría convertirse en un director o consejero deportivo.
El prestigio de "Zizou" en Madrid sigue siendo grande. El ex centrocampista del Real, deseoso de mantener su relación con el mundo del fútbol, podría incluso servir de atracción a otros talentos franceses (¿Ribéry?, ¿Benzema?) hacia la capital española. (AFP)