Luis Suárez y Patrice Evra esperan, en silencio, novedades del caso que la Federación inglesa (FA) abrió contra el jugador uruguayo por presunto racismo contra el francés, pero detrás de ellos, las gargantas no pueden contenerse y alinean sus voces en un caso que ha enviado el fútbol de la Premier League al segundo plano.
"Todo esto es muy triste", opinó Gustavo Poyet, entrenador del Brighton & Hove, quien respaldó a su compatriota. "Estoy sorprendido de que se le haya acusado formalmente", agregó.
El ex jugador de la selección uruguaya señaló que este antecedente se prestará para hacer "trampas". "Yo puedo denunciar a cualquier rival diciendo que me ha insultado, y si lo llevo lejos puedo conseguir que le imputen cargos de racismo. ¿Por qué poner la palabra de una persona por encima de la de otra?".
Poyet fue aún más duro con Evra, opinando que "lloró como un bebé", cosa que él jamás hizo pese a ser víctima de insultos racistas -"me llamaron de todo porque era sudamericano", afirmó- durante sus años en España.
Sus comentarios sobre el francés cayeron muy mal en fila del Manchester United, donde el entrenador, Sir Alex Ferguson, calificó la opinión de Poyet de "un poco tonta".
"Los comentarios de Poyet son inapropiados en estos tiempos. Puedo entender que quiera salir a apoyar a alguien de su país, pero tiene que pensar un poco más", aseguró el prestigioso técnico escocés, quien acompañó a Evra a hablar con los jueces tras el empate 1-1 frente a Liverpool, el día que comenzó el escándalo.
Ferguson afirmó que la FA le solicitó que no hablase más del tema, pero Poyet no recibió la misma orden: "En Uruguay vivimos gente de todas las razas y colores y jugamos juntos al fútbol sin problemas. Lo que me duele más es que lo acusen de ser racista sin pruebas ni una investigación adecuada, especialmente cuando se trata de un extranjero que viene de un lugar donde a la gente de color se la trata diferente que acá", explicó el ex jugador celeste.
Mientras el conflicto continuá a la espera de novedades de la FA, Joseph Blatter, presidente de FIFA, debió dar marcha atrás a sus afirmaciones de que el racismo no era un problema en el fútbol.
"Cuando hago algo que no es totalmente correcto sólo puedo decir que lo siento por la gente que se vio afectada por mis declaraciones", señaló, reaccionando así a las duras críticas que recibió de figuras públicas, como David Beckham y el primer ministro británico, David Cameron.
Pese al alto perfil que ha alcanzado el caso, la FA no ha tomado nuevas acciones para darle la posibilidad a Suárez de pedir una audiencia.
Se miden los dos acusados
Una situación particular se vivirá mañana en Londres cuando Chelsea reciba al Liverpool, por la 12° fecha de la Premier League.
En ese partido se verán las caras Luis Suárez y John Terry, los dos jugadores que enfrentan acusaciones de racismo. El caso Terry es más complejo que el de Suárez porque el capitán de la selección inglesa está siendo investigado por la Policía y, de ser acusado, los cargos que recibirán serán criminales.
El polémico capitán inglés fue captado por las cámaras lanzando insultos racistas a Anton Ferdinand, del QPR.