Ponerlos es caminar por la cornisa

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EDWARD PIÑÓN

Si los pone y los amonestan, no le juegan el clásico. Si no los pone y Fénix consigue acortar la distancia en la tabla, la responsabilidad en el clásico será mayor, porque otro traspié podría darle más vida al albivioleta y hasta poner en riesgo el Clausura.

Si los pone, gana y no hay amarillas es un fenómeno. Si no los pone y gana los dos partidos es un crack.

Así está Diego Aguirre, analizando, evaluando. Tratando de poder definir qué tipo de decisión es la que menores consecuencias negativas le representará a Peñarol.

Y es clave. Porque las cuatro amarillas de Egidio Arévalo Ríos y Gastón Ramírez provocan un dolor de cabeza.

En la piel del entrenador ni uno ni otro estarían en el equipo titular frente a los de Capurro, pero ocuparían un lugar en el banco de suplentes para el caso de tener que recurrir a ellos por razones de fuerza mayor.

Es simple: una campaña perfecta no se puede empañar con un mal resultado clásico. Si eso le pasa, será el campeón que ganó todos los partidos menos uno y justo ese uno ante el tradicional adversario.

¿Y vos qué decís?

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