SALTO | LUIS A. PÉREZ
Bajo lluvia, con descargas eléctricas que por momentos puso en duda la continuidad del partido, Salto y Paysandú igualaron 2 a 2 en el super clásico del Litoral.
Al término del primer tiempo el local ganaba 2 a 0 cómodamente y el resultado pudo haber sido mayor por las facilidades que dieron los sanduceros en la última zona. Errores que en el entretiempo pudo corregir el técnico Ulises Betti con el ingreso de Julio Bianchi para generar más fútbol por el sector izquierdo y acompañar a Mauro Carate en el ataque logrando revertir un resultado adverso de visitante que luego fue festejado como una victoria.
Salto arrancó con todo desde el primer minuto y las situaciones de gol comenzaron a generarse pero fue a los 24` y de cabeza que llegó la apertura y 7` después el segundo.
Para el segundo tiempo las cosas fueron totalmente distintas con los cambios ordenados por Betti que puso a Bianchi y se la jugó con tres puntas obteniendo otro rendimiento en el ataque y dando un poco más de respiro a la defensa al dejar de llegar con tanta facilidades los delanteros Fagúndez y Carballo que fueron toda una pesadilla para Paysandú hasta antes de esas variantes de hombres y posiciones.
Entonces, la "blanca", no solamente cambió el panorama del juego en el complemento, sino también el tanteador consiguiendo un empate con sabor a victoria por jugar de visitante.
El clásico de los técnicos
"Perdimos dos puntos en un partido que lo teníamos dominado y que estaba del lado nuestro; pero ellos trabajaron muy bien en la mitad de la cancha y se nos vinieron. Además, quizá nuestro equipo facilitó la reacción rival al recostarse demasiado". (Luis Cavani, DT de Salto).
"En el entretiempo se le dijo a los jugadores que no podíamos recibir un tercer gol. Dio resultado, hubo una reacción y lo empatamos". (Ulises Betti, DT de Paysandú).
Las estrellas
Mauro Carate
Fue el gran problema para lo salteños y del cual nunca encontraron la solución para neutralizarlo. Figura gravitante.
Gustavo Carballo
Jugó un gran primer tiempo siendo figura de su equipo; luego se olvidaron de habilitarlo y sin pelota le resultó imposible.
Entretelones
El arbitro dio una lección
Buen arbitraje del riverense Julio Rivero, no permitió el mínimo intento de que el espectáculo se desdibujara por el juego violento. A la primera entrada, sacó amarilla.
Que prendan las linternas
La iluminación del Estadio Dickinson requiere un recambio urgente de lámparas; hay sectores del campo de juego en los cuales los reflectores alumbran más que otros y eso el público lo nota.