Después de su pasaje por Gimnasia Esgrima La Plata en Argentina, Marcelo Méndez estuvo un tiempo sin trabajar. Tuvo ofertas y una de ellas fue la de Nacional luego de la salida de Martín Lasarte. Sin embargo, el exdirector técnico de Defensor Sporting la desechó.
En una entrevista con Ovación, Méndez contó los detalles que lo llevaron a no aceptarla y los motivos por los que se convirtió en el director técnico de Montevideo City Torque de cara al Torneo Clausura de la Liga AUF Uruguaya 2025 para poder evitar el descenso.
-¿Qué te motivó para dirigir a City Torque?
-El interés del club que me lo manifestó desde un principio. Muchas veces, en ciertos clubes, siempre aparecen varios nombres, pero en este caso City Torque se interesó en mí. Luego todo lo que es infraestructura, el complejo deportivo, cómo trabajan, la seriedad que le da y la calidad de los jugadores que tiene. Hay una materia prima interesante, y más allá del momento en la tabla de posiciones, tiene algo que es importante: identidad. Eso acelera procesos, ya que esa identidad se asemeja a la forma que me gusta jugar.
-Sos un técnico que le inculca a sus equipos una vocación ofensiva, ¿va por ese lado la identidad?
-Sí. Son equipos que intentan ser protagonistas. A veces sale y otras no. La particularidad de City Torque es que desde hace un tiempo sale a buscar los partidos y hacerse cargo de la pelota. Eso está bueno y es lo que se asemeja a mí modelo de juego que es ir a buscar el partido. City Torque lo tiene y lo viene inculcando hace unos cuantos años. Más allá de que a veces sale y otras no, pero es un equipo que se hace cargo del partido, asume ese rol y tampoco tiene miedo a jugar. Eso ayuda muchísimo.
-¿Es tu primera vez dirigiendo a una SAD?
-Sí, pero no le doy mucha importancia por si es SAD o no. Sé que hay un grupo con un poder económico importante (el City Group), pero eso no fue determinante. Porque sea una SAD no tomé la decisión de venir, sino por lo que marqué. Contar con buena materia prima, un club ordenado, que le brinda todo a los jugadores y los cuerpos técnicos. Eso que valoramos hace tiempo en City Torque no se ve plasmado en las posiciones y es un objetivo a poder cumplir en la institución.
-¿Cómo se trabaja con un equipo que debe sumar puntos para evitar el descenso?
-No pensamos en eso. No escondemos la realidad, hoy estamos en zona de descenso, pero falta todo un torneo y veo lo positivo: el equipo duplica (por ser recién ascendido) y está a tres puntos de meterse en Copa Sudamericana. Ese es el mensaje: salir rápido de esa zona para pelear arriba.
-Antes de asumir en City Torque estuviste en Gimnasia Esgrima La Plata, ¿cómo fue esa experiencia?
-Fue recontra disfrutable. Por cómo lo vive la gente también es estresante, pero lo disfruté. No salieron las cosas, pero tuve la experiencia de enfrentar a grandes entrenadores como Marcelo Gallardo, Fernando Gago o Gustavo Costas que después salió campeón de la Sudamericana. Uno como entrenador quiere enfrentarse a ese tipo de técnicos porque también te mide.
-Fue el último club que dirigió Diego Maradona antes de su muerte. El hincha de Gimnasia está muy identificado con él, ¿no?
-El hincha de Gimnasia lo vivió de forma especial. Uno lo vio por tele, lo que fue el recibimiento y después cuando llegás ahí, por más que habían pasado otros entrenadores, uno como “maradoniano” también intentó buscar información y te contaban anécdotas que lo profesional queda a un lado para enfocarse en la persona que era Diego y te termina de cerrar por todos lados de que era un gran tipo, un ser muy querido y ni que hablar como profesional.
-¿Y qué te llamó la atención del fútbol argentino?
-No había dirigido ni una práctica y justo fue fecha por la creación del estadio. Hicieron una fiesta donde aprovecharon para hacer la presentación y las muestras de cariño de la gente fueron enormes. Ese día corearon el “uruguayo, uruguayo”. Gimnasia es un club que está muy identificado con los uruguayos porque pasaron muchos jugadores, entrenadores y esa muestra de cariño me las guardo, por más que después no se dieron los resultados. Ese cariño que sigue hasta ahora porque tuve que ir hace poco a La Plata y me crucé con la gente que reconoció mi trabajo, porque uno intentó hacer lo mejor por el equipo. Eso a mí me infla el pecho.
-Vos eras el entrenador de Gimnasia cuando Matías Abaldo sufrió unos episodios de depresión y pidió salir del club, ¿pudiste hablar con él? ¿cómo lo ves?
-Después de ese episodio no hablé más con Matías, lo he visto jugar porque veo fútbol uruguayo. Siento alegría que pueda estar haciendo lo que a él le gusta y que se sienta bien. En ningún momento hice hincapié en el jugador de fútbol, sino en la persona. Son situaciones complicadas y delicadas. No tengo las herramientas para hacer un diagnóstico de lo que le pasó, ni me considero capaz de hacerlo. Por eso simplemente mis palabras fueron que haga lo que tenga ganas de hacer, se mejore, se sienta bien y eso fue lo único que podía decir, porque no me siento capaz como para hacer un diagnóstico de lo que tenía, si era depresión o si no había ganas de jugar. La depresión es durísima e hice hincapié en la persona. Hoy, la salud mental a nivel social está bastante complicada. Lo primordial era que Matías estuviera bien y cuando lo vi jugar me puse muy contento porque está bien.
-Tras tu salida de Gimnasia, Nacional te fue a buscar para que fueras su nuevo entrenador. ¿Qué pasó que no se concretó esa posibilidad?
-Salí de Gimnasia y con el tiempo empezaron a surgir algunas posibilidades que no eran concretas, pero sí ciertas. Justo cuando pasó esto de Nacional estaba esperando esa propuesta y decidí esperarla. No se dio y ahora surgió lo de City Torque y estoy contento. Fue eso lo que pasó. Son decisiones que uno toma en esos momentos, y saber que cada uno cuando toma una resolución, a veces traen consecuencias positivas o negativas. Esta vez no se dio, decidí esperar esa propuesta que me seducía mucho y al no concretarse dejé pasar esa oportunidad, aunque para nada me lo reprocho.
-Hace dos años atrás, Peñarol también se interesó por vos, ¿qué significa que te hayan ido a buscar los dos grandes?
-Eso marca que uno viene haciendo las cosas muy bien. Siento orgullo que los dos grandes hayan tenido el interés de que en algún momento pueda hacerme cargo del área deportiva. Está buenísimo para uno como entrenador, pero en algún momento creo que se puede llegar a dar y si no es así, no pasa nada. Cualquier entrenador desea llegar o pasar por esos lugares, aunque el tiempo lo dirá si me toca dirigir a uno de los dos grandes, pero tampoco me vuelvo loco.
- ¿Tenés preferencia?
-No.
-Peñarol jugará contra Racing por los octavos de final de Libertadores, vos lo enfrentaste en Argentina. ¿Cuáles son sus virtudes?
-Es un rival complicado. Con Gimnasia tuve la suerte de ganarle en el Cilindro por 1-0. Peñarol también es duro para Racing, sobre todo ahora con algunos refuerzos que pueden llegar. Es un partido de Copa y en esos partidos la jerarquía pesa, pero el corazón y las ganas también y un equipo uruguayo en un octavo de final de Copa Libertadores es duro para cualquiera. Racing tiene un gran equipo, viene trabajando hace mucho tiempo con Costas donde logró objetivos importantísimos. Son dos instituciones pesadas del continente y va a estar buenísimo el cruce.
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