CESAR BIANCHI
El Uruguay de Gustavo Ferrín comenzó ayer a las 13:15 horas el extenso periplo de 35 horas de vuelo hacia Tokio con escalas en Buenos Aires, San Pablo y Los Angeles para jugar un partido amistoso el próximo viernes ante Japón.
Para Fabián Estoyanoff la expectativa es la de "aprender mucho al lado de grandes jugadores. Este viaje nos sirve como experiencia", dijo el delantero de Peñarol, que en alusión al dolor en la rodilla que lo obligó a salir al primer tiempo del partido del sábado pasado, se tocó la zona de la lesión y agregó: "ya estoy bien, listo para otra".
El técnico Gustavo Ferrín, por su parte, dijo que "tengo las expectativas que debe tener un técnico que dirige una selección. La idea es plantear un juego ofensivo y tratar de sacar un buen resultado con una selección de jugadores que vienen trabajando de forma continua". El entrenador pretende dedicarle horas a la recuperación física de los futbolistas y luego llevar a cabo dos prácticas de fútbol, para ensayar el sistema táctico a utilizar. El esquema será de 3-4-1-2.
"Con las ganas que tengo yo de reunirme con ellos y las ganas que tienen ellos de jugar, se va a simplificar la solución de los posibles inconvenientes", dijo el técnico, quien volvió a manifestar su "orgullo" por tener una nueva oportunidad al frente de la celeste.
La presencia de Germán Hornos en el grupo viajero estuvo en duda hasta ayer mismo. El propio delantero de Fénix aclaró que se sentía bien, a pesar de su contractura en el músculo posterior. "Se va a hacer una recuperación rápida y espero llegar bien al partido", dijo.
El goleador expresó que conversó oportunamente con el médico de su club, Danilo Iaurreche, quien a su vez convino con el médico de la selección, Oscar Míguez, que sería éste finalmente quien lo trataría procurando su recuperación.
Antes de partir, los tricolores Alejandro Lembo y Sebastián Eguren pasaron por el kiosco del Aeropuerto de Carrasco. Eguren pidió El País y comenzó a leer la crónica de la victoria de Nacional sobre Wanderers, hasta que Lembo lo interrumpió para mostrarle un libro titulado "Tragedias en el aire". "¡Pah, dejá!", exclamó el volante intentando evitar los malos augurios.
Finalmente, el que sí compró El País fue el propio capitán de Nacional, que también le pidió "algunas revistas de chismes de la farándula, de las que le gustan a las mujeres", tal como le pidió a la joven que atendía el comercio. Lembo se llevó las revistas Gente, Caras y Paparazzi para las horas de ocio en el vuelo. Eguren se tentó por la última novela del mexicano Carlos Fuentes, pero no la llevó.