Locura total por Diego en Porto Alegre

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Miles y miles de camisetas "coloradas" marcharon en procesión hasta el Beira Rio. Muchos "torcedores", demasiados, como si se preparasen para ver una final. Pero no. Todos iban ilusionados, cantando, saltando, coreando el nombre de su nuevo ídolo: "Diegooo.... Diegooo".

Rostros pintados con la bandera de Uruguay. También banderas de Uruguay y hasta camisetas de la selección uruguaya con el nombre de Forlán en la espalda.

Medio Porto Alegre vivió una fiesta. Una procesión tras los pasos de Diego Forlán, el nuevo niño mimado de una afición que ya lo recibió de brazos abiertos y una amplia sonrisa. Fue una recepción como muy pocas veces se vio.

Forlán llegó a Porto Alegre y fue recibido por un "Rei".

Se lo vio emocionado. También a su familia que llegó para acompañarlo en este nuevo desafío.

A media tarde, desembarcó en el aeropuerto internacional "Salgado Filho" y desde ahí, lo acompañó una "marea roja" hasta el Hotel Milleniun, donde concedió su primera conferencia de prensa como jugador de Inter. Allí recibió la casaca número 7 de manos de Valdomiro, un histórico atacante "colorado" de la década del `70, como un tipo de bendición para que su pasaje por el Inter de Porto Alegre sea un éxito.

Forlán firmó contrato por tres temporadas con el club gaúcho.

"Estoy muy feliz, muy contento por estar acá, por este recibimiento", dijo en perfecto portugués Diego. "Fue una opción que siempre manejé. Voy a estar cerca de casa, de mi familia, y voy a jugar en un grande de América y el Mundo. Estoy emocionado por esta bienvenida", agregó el uruguayo que conmovió Porto Alegre.

Dijo que ya habló con el entrenador y también que va a ser "atacante" en el conjunto "colorado", que tiene muchas ganas de jugar y retribuir todo "este apoyo de los hinchas".

Diego llegó a Brasil. Empezó a escribir otra historia. Ahora en portugués.

Se llama Jorge Baidek (52) es brasileño, agente FIFA, y está radicado en Portugal. Jugó con Hugo De León en el Gremio campeón de todo. Y fue el empresario que sacó a Diego del Inter de Milán y lo llevó al de Porto Alegre. "Mi corazón sigue siendo de Gremio, eso no cambia, pero demostré que soy un profesional cien por ciento. Estoy feliz, porque esta es la mayor transferencia del Inter. Diego es un fenómeno de persona", dijo.