Hizo las maletas de apuro

Víctor Espárrago había llegado hace unos días, pero lo llamó el Cádiz y volvió

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SILVIA PÉREZ

Regresó a Uruguay hace tan solo ocho días, con la intención de quedarse unos meses, hasta el 28 de abril, pero un llamado del Cádiz lo hizo volver a hacer las valijas.

"Había montado mi casa en Pocitos y en Punta del Este para quedarme y lo tuve que desmontar todo. Ahora estoy haciendo las maletas de nuevo. Y yo viajo con seis u ocho. Siempre paso cuatro o cinco meses acá, cuando empieza el frío me voy", contó a las apuradas mientras intentaba conseguir pasaje para retornar lo antes posible a la madre patria.

Antes de viajar había tenido conversaciones con varios equipos, pero como no salió nada, se vino. Y a los pocos días apareció lo de Cádiz. "El equipo venía cayéndose de a poquito, y tenían un partido harto difícil en San Sebastián. No pudieron conseguir nada, pero fuera cual fuera el resultado ya me habían dicho que iban a cesar al entrenador. Me habían llamado, pero les dije que mientras tuvieran un técnico no quería hablar nada. Además, al muchacho que cesaron, a Javi Gracio, lo tuve de jugador en el Valladolid. Entonces, solamente me preguntaron si tenía ganas de entrenar y yo les dije que sí, lógico. Que estaba motivado y con ilusión", contó el entrenador cuyo último equipo fue justamente Cádiz. (2004-2006).

"Si esta oportunidad se hubiera presentado con otro equipo, no asumo. Es una situación harto difícil, diga que es el Cádiz que se ha portado siempre muy bien conmigo. Y le tengo un gran cariño a la afición. Es una responsabilidad muy grande, pero me tengo una gran confianza. Va depender de los futbolistas, pero el conductor es el que mueve la batuta. Intentaremos dar un golpe de timón", relató.

"En la situación en que voy tengo que adaptarme a los jugadores, más allá de mi filosofía de trabajo. Hacer un cambio brusco sería suicida, pero hay que hacer temblar un poco los cimientos", afirmó.

"Mis equipos son siempre disciplinados y agresivos en defensa y en ataque. Quiero que todos trabajen y que no haya nadie parado en el campo. Que se comprometan con lo que hacen", explicó sobre la forma en que le gusta que jueguen sus equipos.

AMARILLO. "No puedo decir que Cádiz es mi casa porque si lo hago se van a ofender el Recreativo y el Sevilla, donde jugué y dirigí. En Sevilla estoy en la placa de mármol que hicieron en los 100 años del club".

Sin embargo, en el equipo amarillo también ocupa un lugar preponderante en su corazón. "Apenas llegué me sentí como si hubiera estado ahí diez años seguidos. Fue el equipo que me dio la oportunidades de dirigir por primera vez en Primera División y hay que ser agradecido en la vida. Estuve diez meses y fue la mejor campaña de su historia. Terminamos en duodécimo lugar. Nunca antes habían estado en una posición de esas. Siempre peleaba el descenso, luchando de abajo. Querían que me quedara, pero me fui para el Valencia. Al tiempo volví cuando estaban en Segunda División y ascendimos. Y la gente alucinó, a pesar de que al año siguiente volvimos a bajar. Hay una anécdota increíble: descendimos en el penúltimo partido frente al Getafe, y en el última fecha, frente al Málaga, ya descendidos, la gente llenó el estadio", contó entusiasmado.

"La gente disfrutó mucho ese año en Primera División, a pesar de que jugamos con siete futbolistas de segunda B. No había presupuesto y jugamos en Primera con lo que había. Cuando jugamos con el Madrid y el Barcelona, el equipo jugó muy bien. La gente valora todo eso y la verdad me adoran", reconoció.

Un uruguayo por otro

"Chori" "Entra 20` y resuelve los partidos"

"Hay muchos jugadores que andan muy bien en España. Hay algunos que son esporádicos, tal es el caso de este chico del Mallorca, el "Chori" Castro. Cada vez que entra, hace goles; pero el tema es que entra 20 minutos o media hora. Y aún así resuelve los partidos. También está Christian Stuani que entró muy bien en el Albacete y ha hecho muchos goles. Y Juan Albín, que también se destaca en el Getafe. Ahora no está jugando, pero ha hecho una gran campaña. Y también estos dos muchachos del Villarreal, Diego Godín y Sebastián Eguren. La verdad es que el nivel de los uruguayos en general es bueno, muy bueno", analizó Espárrago.

Forlán "Tendrían que darle la bota de platino"

"Diego Forlán es el ícono de los jugadores uruguayos. Habiendo salido goleador en el Villarreal y en el Atlético de Madrid no tienen que darle la bota de oro, tienen que darle la de platino; porque conseguirlo en esos equipos es como si dijeramos que aquí un jugador fue goleador en el `Calamuchita`. No salió goleador con el Real Madrid ni el Barcelona; y uno ve que aquí a veces lo critican".

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