TORNEO APERTURA

PABLO CUPESE

Gustavo Ferrín lleva tres años en Liverpool, el mismo tiempo que le llevó al negriazul ganar los cuatro títulos oficiales que hoy posee. ¿Casualidad o causalidad? Por supuesto que esto responde a un trabajo de muchos años, pero el exentrenador de las selecciones juveniles uruguayas también dejó su huella como director deportivo. “Caí en el lugar indicado en el momento justo”, sostiene en diálogo con Ovación.

“La invitación fue de Paulo Pezzolano. La idea era sumarme al equipo de trabajo y seguir una línea deportiva y a partir de ahí me relaciono desde todo el punto de vista deportivo para continuar en el proceso que diseñó Liverpool para jugar así, pero que también se manifieste en todo su esplendor desde la parte humana respetando la filosofía que el club pregona”, afirma.

Para Ferrín, “se ha hecho una costumbre de Liverpool estar en lo primeros puestos o alzar copas. Sin dudas que eso se siente como un logro sumamente importante, y si bien no es el único que tiene, son los títulos los que reflejan la imagen de la institución”, aunque también destaca que “internamente sabemos que hay un trabajo serio, con mucho esfuerzo, liderado con mucha coherencia por el presidente y en el que todos los funcionarios hacemos posible para que estas cosas ocurran”.

Pocas horas habían pasado del título de campeón. De hecho eran las 7:15 de ayer y Ferrín ya estaba en el complejo deportivo de Liverpool trabajando con los juveniles porque más allá de que Emiliano Alfaro es el coordinador de las formativas, él se define como “ayudante de todos los entrenadores de formativas, así como del cuerpo técnico de Primera División”.

Y esa ayuda se transforma en nexo, ese nexo en mediador y es lo que lo lleva también a estar en la mesa de conversación al momento de reforzar el plantel velando por los intereses del club, pero con la intención de colaborar con el cuerpo técnico.

“Las contrataciones se manejan a través de una reunión de todas las partes en la cual cada uno argumenta, tanto el cuerpo técnico lo que considera necesidades como la dirigencia para que no obstaculicen los intereses del club y me refiero a todo lo que tiene que ver en formación de los juveniles y no tapar jugadores que son patrimonio y ahí yo actúo para mediar en eso más allá de que es el presidente quien define, pero en esas conversaciones busco interiorizar al presidente desde el punto de vista deportivo con todas las imágenes que se pueden presentar cuando hay una contratación”, manifiesta Ferrín quien en la última temporada participó en el arribo de una camada de jugadores muy interesantes que reforzaron el plantel y fueron vitales.

Arquitecto, cerebro, mediador. Pueden ser muchas las palabras que pueden definir a Ferrín y su tarea actual en Liverpool, pero lo cierto es que más allá del nombre que se le ponga lo que está claro es que dio frutos. Y hoy Liverpool levantó un nuevo título.