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Gastón Siboldi: representante de la nueva generación, familia de arqueros y su primer día en Los Céspedes

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Exarquero. Como su padre, Gastón fue guardameta. Ahora se dedica a mirar mucho fútbol y representar futbolistas. FOTO: Darwin Borrelli.

HISTORIAS

El hijo de Robert Siboldi dejó el fútbol a temprana edad para dedicarse al mundo de la representación y darle a los jugadores lo que a él le faltó en su carrera.

Exarquero. Como su padre, Gastón fue guardameta. Ahora se dedica a mirar mucho fútbol y representar futbolistas. FOTO: Darwin Borrelli.
Exarquero. Como su padre, Gastón fue guardameta. Ahora se dedica a mirar mucho fútbol y representar futbolistas. FOTO: Darwin Borrelli.

Gastón Siboldi tiene 34 años, es exfutbolista y actual representante pese a su corta edad. Con Juan Martín Veiga llevan adelante la empresa JJVD Fútbol; él desde Monterrey, donde reside hace muchos años, y Veiga (futbolista de Scuola Palermo, de la Liga Universitaria) en Uruguay.

“Con JuanMa nos conocemos desde gurises, somos amigos, vivíamos juntos en El Pinar. Siempre me gustó el tema de la representación, pero arranqué siendo entrenador de arqueros. Es que echaron el técnico con el que yo estaba trabajando y ahí fue cuando le dije a Juan Martín que iba a arrancar de lleno en esto. Yo no veía bien éticamente ser entrenador de arqueros y representante”, cuenta Siboldi a Ovación, con un acento que evidencia que vive en México hace mucho.

El apellido de cierta forma lo delata. Y el puesto en el que jugó y entrenó, también. Es que Gastón es hijo del legendario Robert, guardameta de las selecciones uruguayas y con muchos años en el fútbol mexicano, primero como jugador y ahora como técnico.

Sobre la posibilidad de trabajar en el cuerpo técnico de su padre (estuvo en el Tijuana hasta septiembre), Gastón afirma: “Con mi padre siempre todo bien, pero cada quien en lo suyo. Él es muy reservado y el tema de la ética lo cuida mucho. Siempre dije que iba a ser representante, así que tampoco quise joder mucho con eso”.

Gastón Siboldi fue arquero en El Tanque, Atenas, River, Central y también jugó en dos equipos de Guatemala. “Al Coban, mi último club, me llevó el Tola Antúnez”. ¿Por qué dejó el fútbol siendo tan joven? “Tomé malas decisiones, me fastidié un poco. Yo nunca tuve representante y me costaba el tema de las toma de decisiones; por eso cuando decidí no jugar más es que quería ser representante, por eso mismo, por la cantidad de jugadores que a veces no saben tomar decisiones solos, o que pasan situaciones complicadas, que yo las viví, porque por más que yo tuviera un apellido nunca fui de sacar provecho de eso; siempre me las rebusqué, y mi padre nunca fue de esos de decir ‘te voy a ayudar porque sos hijo mío. Ganate todo vos por tu esfuerzo’. Es de los de antes. Me acuerdo que cuando hice las inferiores en Nacional lo primero que hizo fue dejarme en Los Céspedes y me dijo ‘mirá, acá entrenás, mañana arreglate cómo venir’. Nunca más me llevó a un entrenamiento, je. Como él la vivió así, me hizo pasar por lo mismo, y la verdad que fue algo muy bueno para mi”.

Siboldi hizo desde Sexta a Tercera en Nacional, estuvo en El Tanque a préstamo y en el River de Carrasco, pero debutó en Primera en Central con Luis Garisto como DT, el mismo que llevó a su padre a México.

EL PRESENTE. “Nosotros somos jóvenes y sabemos que es un ambiente complicado. Hacemos el scouting de jugadores jóvenes; no somos participes de agarrar jugadores, de estar en las buenas, y en las malas desaparecer. Buscamos un contacto casi familiar con el futbolista y poder aportarle lo que sea. En Uruguay las necesidades de los gurises son diferentes a la de los maxicanos. Quizás acá precisan más un par de zapatos o viáticos para ir a entrenar, allá no pasa eso. En Uruguay vas a ver a un guacho de 15 años y hay más representantes que familiares, en México no, recién se empiezan a acercar en Sub 20, antes está la familia nomás. Tampoco tienen la necesidad que le estén comprando zapatos porque la mayoría está bien, por lo menos para eso tienen. En Uruguay juegan con eso y no está tan bueno”, dice.

Mathías Laborda y el mexicano Reymundo Fulgencio (Tigres) son los jugadores más relevantes que representan. Tienen 17 futbolistas en total.

“Al ser jóvenes tenemos muchas cosas a favor: las conversaciones se hacen fluidas, tenemos buena química con ellos, confían y hay más temas de conversación, no solo hablamos de negocios. Somos de la nueva escuela de representantes, pero tenemos un buen diálogo con los representantes ya consagrados en esto. Buscamos aprender y hacer nuestro camino”, concluye convencido.

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