SILVIA PÉREZ
Walter Guglielmone está de vuelta en Uruguay y Wanderers le abrió las puertas. Enseguida interpretó que el objetivo del equipo bohemio es clasificar a una copa internacional y no demoró en adaptarse al joven grupo que dirige Carreño. Allí intenta transmitir la experiencia adquirida en diferentes partes del mundo.
"Ya había trabajando con Daniel y su propuesta es jugar un fútbol dinámico, actual. Ya entrenamos bastante y estamos ansiosos por el debut. Tenemos un arranque lindo, primero Nacional y luego Peñarol. Nos motiva. Además, los grandes recién se están armando y Wanderers tiene la base del año pasado. Si conseguimos un resultado positivo será un buen envión para el resto del campeonato".
Guglielmone cree que el fútbol uruguayo ha mejorado. "Hay muchos técnicos jóvenes con propuestas de jugar un poco más. Buscan el fútbol dinámico que se exige hoy. No tanta lucha y más juego. Creo que eso, sumado a lo del Mundial, ha permitido cierta evolución. Ojalá siga así".
A propósito del Mundial, Walter es el hermano mayor de Edinson Cavani, que fue la gran revelación celeste en Sudáfrica. "Estoy muy contento y muy orgulloso de todo lo que está viviendo". Guglielmone tiene mucho que ver en la carrera de su hermano porque le consiguió la prueba en Danubio. "Eso fue en el 2004. Hablé con el `Tito` Yofre para que viniera de Salto a probarse. Lo hizo y se quedó. Después vino lo de la selección Sub 20 y el comienzo de su carrera en la que no paró de brindarle alegría a la familia".
Cuando el actual goleador de la liga italiana nació, Walter tenía nueve años. Ambos compartieron la casa materna en Salto y luego vivieron juntos en Montevideo. En el medio hay otro hermano, Cristian Cavani, que juega en la selección de Salto. "Edi siempre fue igual. Bueno, sano, trasparente. Se peleaba con Cristian y yo tenía que andar defendiéndolo porque era el más chico. Sus travesuras eran las hondas y las gomeras. Le gusta la caza, los pájaros", recordó.
"Siempre supe que iba a llegar. Cuando uno ve que un niño duerme con la pelota es porque ama el fútbol. Cuando deja cualquier cosa por jugar un rato, te das cuenta que nace un jugador. En el baby era igual que ahora, dejaba todo en cada partido".
Tener un hermano mayor que ya jugaba seguramente, también influyó en ese amor de Cavani por el fútbol. "Siempre traté de brindarle algún consejo y ayudarlo. Y eso lo motivaba, siempre me dice que soy como su espejo y, obviamente, me enorgullece".
Los hermanos siguen en comunicación. "Me dijo que no puede ni salir a la calle en Nápoles. Después del partido frente a Juventus se tuvo que ir a Palermo, porque no puede salir ni a un restaurante a cenar. Me dice que tengo que ir a visitarlo, pero yo le respondo que todavía sigo jugando. Que cuando deje podré ir a acompañarlo. Pero todavía falta. Je".