El cuerpo técnico de Pastoriza asumió en Deportivo Colonia

Contrariamente a lo que sucede con la mayoría de los clubes de Primera División, Deportivo Colonia tuvo un lavado de cara al cierre de temporada con la llegada del cuerpo ténico argentino integrado por Horacio Cirrincione, que fuera ayudante de campo de Rafael Pastoriza en Independiente de Avellaneda.

Todo fue muy rápido. El viernes pasado, Edgardo Arias renunció a la dirección técnica después que la directiva separara del plantel a los referentes Gustavo Badell y Diego Medina.

De inmediato, la dirigentes nombraron a Cirrinccione como entrenador y fue presentado al plantel en un hotel capitalino. El nuevo cuerpo técnico, que firmó contrato hasta fin de año, llegó a Deportivo Colonia por intermedio de un empresario argentino que se hizo de las fichas de seis integrantes del plantel principal.

Con esas ventas, la directiva se puso al día con los salarios de los jugadores que, según argumentaron los futbolistas, tenían más de tres meses de atraso.

De hecho, esa era uno de los principales motivos de reclamo de Gustavo Badell que ahora fue licenciado hasta fin de año con goce de sueldo, mientras que Diego Medina arregló su situación con el plantel principal.

Por otra parte, a partir de ahora el plantel vivirá en la sede del club, en Juan Lacaze, hasta fin de año. Si bien este sistema no es de concentración permanente los jugadores compartirán las cuatro comidas del día.

Este es un cambio para el plantel rojo, ya que los jugadores entrenaron durante todo el año en Montevideo y viajaban a Juan Lacaze el día previo al partido. Si bien esta decisión fue tomada por una cuestión de practicidad, los dirigentes de Deportivo Colonia también esperan que la presencia del plantel en la ciudad recupere el entusiasmo de los lacacinos por acompañar al equipo.

"Cuando el equipo vivía en Juan Lacaze iban alrededor de 1.500 personas. Sin embargo, este año no van más de 500 personas", indicó un dirigente.

No es la primera vez que Deportivo Colonia cuenta con el apoyo de empresarios argentinos. Cuando el equipo logró el ascenso en 2002, el equipo tenía a seis jugadores de la vecina orilla que convivían en un hotel con los jugadores provenientes de Montevideo.

El plantel principal de Deportivo Colonia no tuvo médico en toda la temporada por falta de recursos. Esta limitación hizo que los jugadores buscaran soluciones para prevenir cualquier eventualidad. Por ejemplo, Gabriel Marzoa (lateral del equipo coloniense) aprovechó los conocimientos de su mujer, que es enfermera, quien le enseñó a aplicar inyecciones al resto de los integrantes del equipo.