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Damiani: “Si Barrera no va, Peñarol necesita alguien que piense y sueñe en grande”

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Juan Pedro Damiani. Foto: Difusión.

AURINEGROS

El ex presidente aurinegro dijo que el club hace mucho que “está en un fuego cruzado que no le sirve a la institución ni a los hinchas”.

Juan Pedro Damiani fue el invitado de un nuevo programa de “El dos uno”, que se emite todos los lunes a las 21:00 horas por la pantalla de Directv Sports Uruguay.

Damiani comenzó la entrevista autodefiniéndose como “familiero, emprendedor, impulsivo y muy amigos de mis amigos”. Luego, calificó al presidente de Peñarol, Jorge Barrera, como “muy buen tipo” con “valores especiales”. Rescató, además, “el esfuerzo que ha hecho por pacificar a Peñarol”, a pesar de que ciertos compañeros “no ven o no se den cuenta de los puentes que tendió”. Si bien Damiani dijo “estar más cerca que nunca” de Barrera, se alejó del club porque no le gusta el ambiente que hay alrededor. “Hace mucho que el club está en un fuego cruzado que no le sirve a la institución ni a los hinchas”, agregó.

Juan Pedro, de 62 años, es el menor de cuatro hermanas mujeres, y su padre estaba desesperado por tener el varón, así que según cuenta la leyenda, y reconfirma su protagonista que “siempre dijo que quiso anotarme como ‘Juan Pedro Por Fin’”. Contó que eran grandes compañeros, y que lo hizo trabajar desde pequeño, y así le inculcó el valor del esfuerzo. Iban juntos a las carreras, al fútbol y los sábados al boxeo. Recordó a su padre como “un compañero de vida” que todavía extraña.

Juan Pedro Damiani espera que el fútbol uruguayo se profesionalice
Juan Pedro Damiani.

Padre de cuatro hijos, Damiani señaló que siente al Campeón del Siglo como uno más, por el esfuerzo y lucha que significó. “Fue la gran obra de mi vida, aparte de mi familia. Fue un sueño cumplido”, contó emocionado. Si bien parecía un imposible, no se rindió. Reconoció haber tenido un montón de detractores dentro de Peñarol, “no tanto en Nacional”, pero no se dejó vencer. “El peor era el fuego amigo. Recuerdo que hubo gente que fue al Banco República para que no saliera el crédito. Son los egos de los hombres”, dijo. Y agregó que esta obra era muy necesaria para los aurinegros: “una religión, como es Peñarol, tenía que tener su templo”.

Además, Juan Pedro Damiani dijo sentirse querido por los hinchas de Peñarol y respetado por la afición tricolor. Afirmó que Peñarol más que un club atlético es fútbol, ya que este deporte lo hizo grande en Uruguay y el mundo. Contestó que su mejor fichaje fue Federico Valverde y del peor prefirió no hablar, aunque reconoció que hubo “unos cuantos”.

Si hoy pudiera elegir entre los jugadores del mundo, citaría a Luis Suárez por su entrega. “Me gustan esos tipos que se matan por ganar”. Y si tuviera que convocar a un técnico para dirigir a Peñarol, no duda un segundo en mencionar a Diego Aguirre. Al recordar aquella ocasión en que “La Fiera” lo sorprendió y abandonó su rol en Peñarol tras haber llegado a la final de la Libertadores para dirigir en Arabia Saudita, Damiani contó que su reacción fue abrazarlo y decirle, “’loco, me dejas un quilombo grande, pero es la primera cosa grande que tenés que hacer’. Lo comprendí. Cualquiera hubiera hecho lo que él hizo”. El ex presidente de Peñarol considera, además, que Aguirre reúne todas las condiciones para ser el sucesor del maestro Oscar Tabárez: “tiene buena relación con los jugadores, está por encima del bien y del mal, es una persona por encima de la media del fútbol y es un bicho”.

Desmintió haber echado a Gregorio Pérez por teléfono, calificó ese hecho como “una fábula”, y al técnico como “un tipo excepcional”. Damiani confesó no tener dudas de que “se juntó todo el sistema para evitar el sexenio” aurinegro en 1998. “Peñarol hizo todo el esfuerzo, mi viejo trajo a (Gabriel) Cedrés en una transferencia récord para la época”, pero “los clubes grandes también tienen jugadores fuera de la cancha y no se podía soportar un sexenio”.

Por otra parte, el expresidente aurinegro confesó por qué decidió alejarse del club y contó que “había muy pocas cosas más para hacer”, pero también entendió que era necesario “desmitificar muchas cosas que se decían”, entre ellas, “que era una dinastía, una dictadura, y que yo me quería quedar hasta que me pagaran”. También dijo que creía que con su retirada se terminarían los problemas, pero no, “se agrandó el conflicto y es mi gran frustración”.

Juan Pedro Damiani. Foto: Gerardo Perez
Juan Pedro Damiani. Foto: Gerardo Perez

En otro orden, descartó haber hecho una encuesta o estar en campaña de cara a las próximas elecciones de Peñarol. “Hoy por hoy no soy candidato”, señaló. Y aclaró que, si bien “en un momento dije que me presentaba, no fue un comentario feliz”. Durante el ping pong, contestó que Ignacio Ruglio no le parecía un buen presidente para Peñarol hoy, ni tampoco la fórmula entre Marcelo Areco y Evaristo González. Consideró, en cambio, que Juan Salgado sí podría cuajar en ese cargo porque “es un hacedor”. En otro tramo de la entrevista señaló que una unión entre Areco, González y Ruglio para trabajar juntos por el club “sería una solución”. A su entender, “si Jorge Barrera no va, Peñarol necesita alguien que piense y sueñe en grande”.

Damiani también recordó una conversación que tuvo con Mauricio Macri, expresidente de Argentina y de Boca Juniors, donde ambos encontraron diversas similitudes en sus historias. Si bien en aquella época todavía no era presidente de Peñarol, se reunieron por una transacción que involucraba al camerunés Alphonse Tchami, y “empezamos a charlar sobre lo difícil que es apropiarse de las cosas. Todo lo bueno lo hacía Franco (Macri) y lo malo él (Mauricio). Esas cuestiones de diván y terapia. Es que cuando tenes un padre tan fuerte y notorio, la gilada siempre dice, ‘tuvo la suerte de nacer después del padre’. Y es difícil. Ahora se está reivindicando la cosa, no conmigo que soy un piojo, pero con (Luis) Lacalle Pou, o (Sebastián) Verón”. A propósito de ese diálogo con Macri, se cuestionó, “¿por qué no podemos amar las cosas que sentimos de nuestros padres? Siempre se trata de desvalorizar eso y yo pienso que a veces ser el hijo de un tipo fuerte cuesta un huevo. Te facilita un montón de cosas pero te cuesta muchísimo apropiarte de otras”, confesó el ex presidente aurinegro. Sobre el final de la entrevista, y a raíz de esta reflexión, Damiani cayó en la cuenta de por qué siente al Campeón del Siglo como un hijo más: es que ayudado también por la terapia, el estadio “me permitió apropiarme de muchas cosas”.

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