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Carlos Grossmüller: la historia de su apellido, la desilusión tras el retiro y las amistades del fútbol

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Carlos Grossmüller en Danubio. Foto: Archivo El País
Carlos Grossmuller - Progreso vs Danubio, 2-1, Torneo Clausura del Campeonato Uruguayo de Futbol 2019, Estadio Parque Paladino en Montevideo, ND 20191019, foto Fernando Ponzetto - Archivo El Pais
Fernando Ponzetto/Archivo El Pais

ENTREVISTA

El volante se retiró y ahora dirige la sub 16 de Bella Vista; su carrera lo llevó por Alemania, Italia y Noruega.

Carlos Grossmüller (39 años) se retiró del fútbol de forma casi silenciosa. Maravilla, quien supo deleitar a danubianos y rivales con su juego, colgó los botines sin bailar ese último ballet en su casa, el estadio María Mincheff de Lazaroff - Jardines del Hipódromo.

Se retiró sin que le costara: “Fue un cúmulo de situaciones, estaba un poco cansado de todo y pasaron un par de cosas en el medio que aceleraron el proceso y me llevaron a tomar la decisión de retirarme”, confesó Grossmüller a Ovación.

Siguió jugando un tiempo en el fútbol del interior, para San Lorenzo de San José y se encontró con equipos con muy buenos jugadores. Sin embargo, no fue un año fácil, la inactividad laboral le afectó en lo mental y emocional.

“Estuve parado y sin trabajar más de un año. Estaba confiado que iba a incorporarme a Danubio en las divisiones inferiores. Hablé con Arturo (Del Campo), pero en juveniles optaron por otros técnicos y eso me desilusionó y me angustié un poco porque tenía la cabeza en estar ahí”, reveló.

El exfutbolista explicó que el presidente de los franjeados le dijo que el tema estaba fuera de sus manos y que la decisión había sido tomada por la gerencia deportiva de las divisiones inferiores.

Pasado el momento de desilusión, en mayo surgió la oportunidad de incorporarse al club Bella Vista, donde precisaban un nuevo cuerpo técnico para la Sub 16.

“Me encontré con un club donde se puede trabajar tranquilo. Trabajamos todos en el complejo, es un grupo muy lindo y, la verdad es que los chiquilines se adaptaron muy rápido a la idea que teníamos con el profe, quien también fue un gran aporte para mí, porque ya venía trabajando con ellos y me ayudó mucho”, detalló.

Los dirigidos por Grossmüller terminaron la primera parte del campeonato invictos y en la primera posición y ahora disfrutan unos días de vacaciones.

Fútbol uruguayo.

Grossmüller hizo sus primeras armas futbolísticas en Danubio, donde tuvo su debut en la máxima categoría en 2002, a los 19 años. “Danubio es mi casa”, aseguró sin preámbulos. Es que allí fue campeón uruguayo por primera vez y fue parte de dos de los cuatro campeonatos uruguayos que consiguió el franjeado en su historia.

Sin embargo, también tuvo dos experiencias que lo marcaron: Cerro y Peñarol.

“A Cerro le tengo un cariño muy especial porque me abrió las puertas para seguir mi carrera cuando venía de una lesión muy larga, una hernia de disco que me tocó pasar en Peñarol y tuve que hacerme una punción que llevó casi 7 meses”, señaló.

Y agregó: “Pasé un año increíble y le tengo cariño enorme”.

Por otro lado, su etapa en el aurinegro también tuvo un saldo positivo: “Fue una linda experiencia jugar en Peñarol, que es un equipo grande, y donde me quedaron un montón de amigos. También pudimos lograr el campeonato y la pasamos muy bien ese año”, indicó.

Carlos Grossmüller en Cerro. Foto: Archivo El País
Carlos Grossmüller en Cerro. Foto: Archivo El País

Internacional.

El primer salto que el exvolante dio al exterior fue en 2007 cuando fue transferido al Shalke 04, donde permaneció dos temporadas. "La etapa en Alemania fue espectacular, la verdad. Tengo recuerdos muy lindos”, sostuvo.

Su pasaje, se dio luego de conseguir el campeonato con Danubio y lo encontró en muy buena forma: “Era joven (24) y el primer año fue muy bueno, me encontré con Darío (Rodríguez) y Gustavo (Varela), compartimos mucho. Jugamos Champions League, que fue algo espectacular, y guardo los mejores recuerdos”, detalló.

Respecto a lo futbolístico, puntualizó que tuvo un primer año muy bueno y con muchos partidos, pero que cuando el técnico cambió ya no tuvo tanta continuidad.

También le tocó compartir con otros uruguayos cuando partió a Lecce en 2010: “Ese momento en Italia fue increíble porque nos encontramos con el Cheva – Ernesto Chevantón– y con el Pollo –Ruben Olivera– que ya habíamos compartido en Danubio. También estaba Guillermo Giacomazzi, quien hoy por hoy también es un amigo”, explicó.

Convivir con otros uruguayos fue fundamental: “Me ayudaron mucho en la adaptación y hasta el presente tenemos una relación espectacular. Además teníamos un equipazo, así que también estuvo muy buena la experiencia”, aseguró.

También reconoce el pasaje deportivo como bueno: “Me sentí muy cómodo. Estaba rodeado de amigos y eso te lo hace mucho más fácil, no sólo en el dentro de la cancha, sino en la convivencia”, apuntó

Otra de sus experiencias internacionales y que valora de forma positiva fue su llegada al Sandefjord de Noruega donde jugó 12 partidos y convirtió tres goles. “Fue muy bueno lo que hicimos ahí. Fui por cuatro meses, el equipo peleaba el descenso y nos llevaron con Facundo Rodríguez. A falta de un partido nos salvamos. La verdad es que fue una experiencia espectacular y que guardo el mejor recuerdo de ahí”, remarcó.

¿Grosnile o Grossmüller? El cambio de apellido

Cuando Carlos Grossmüller debutó en el fútbol uruguayo con 19 años, su apellido era Grosnile. Como sucede con muchos descendientes de inmigrantes, el suyo era un ejemplo de que el oficial del registro civil no supo escribir correctamente su nombre al nacer. Luego de su debut, logró cambiarlo a la forma correcta. “El cambio no me costó, como estaba mal escrito y mi hermano siempre lo tuvo bien, siempre fue ‘Grossmüller’, ya sabía que en algún momento lo iba a cambiar”, explicó el exfutbolista.

Y añadió: “No lo pude hacer antes por motivos económicos. Pero como ya estaba jugando en Primera, eso fue lo que generó que hasta el día de hoy la gente me lo recuerda. Se puede interpretar de diferentes formas, pero si hubiese tenido el dinero antes no pasaba nada, sería solo una anécdota”.

Hasta el día de hoy, hay personas que en broma le dicen Grosnile. “Pasaron muchos años”, dijo entre risas.

Carlos Grossmüller en Peñarol. Foto: Archivo El País
Carlos Grossmüller en Peñarol. Foto: Archivo El País

Recuerdos imborrables.

 Si bien Maravilla jugó principalmente como volante y en la creación de juego, anotó muchos goles. El de su debut es el que jamás olvidará: “El más especial fue el primero, que lo hice en Jardines contra Nacional en el 2003, ganamos 3 a 2. Por lo que significa, creo que es el más lindo o el que más recuerdo”, sostuvo.

“Después, obviamente, los goles que ayudaron a ganar en su momento. Todos son lindos, alguno lo recuerdo más que otro, pero el primero es el que me marcó”, agregó.

Su buen rendimiento lo llevó a ser citado a la selección uruguaya en distintas etapas. “Tuve varios pasajes por la selección uruguaya, en una primera instancia estuve con Juan Ramón Carrasco, que estábamos entrenando para el Preolímpico del 2003 o 2004 y me citó a la selección mayor. Ahí fue mi debut contra México, una experiencia inolvidable”, contó el exfutbolista.

Luego vino la etapa de Óscar Washington Tabárez y fue convocado nuevamente: “En el 2006 y 2007 tuve un pasaje donde jugué varios amistosos y estuve en alguna lista para las Eliminatorias. No fueron muchas participaciones, no sé si se habré llegado a 10 partidos de la selección, pero la verdad es que siempre era lindo estar ahí”, concluyó.

Carlos Grossmüller en la selección uruguaya. Foto: Archivo El País
Carlos Grossmüller en la selección uruguaya. Foto: Archivo El País

Los amigos del fútbol

Habitualmente en redes sociales se puede ver a Carlos Grossmüller compartiendo asados y comidas con muchos de sus excompañeros como Ribair Rodríguez, Ignacio González, Juan Manuel Olivera, Leandro Sosa, entre otros. Sobre el grupo, integrado principalmente por danubianos, comentó: “Siempre nos juntamos, tenemos un grupo muy lindo, que nos vemos mucho. Son casi todos de Danubio, por lo general, excompañeros con los que somos amigos hasta hoy y lo pasamos muy bien”.

También en redes, se revela que el pasaje por Peñarol, que duró una temporada, le dejó vínculos sólidos y se lo ve compartiendo instancias con jugadores como Antonio Pacheco y Marcelo Zalayeta, entre otros. “Tenemos otro grupo de gente más grande, que también la pasamos muy bien y es lindo encontrarse con amigos y excompañeros”, explicó el exfutbolista que estuvo en el aurinegro entre 2012 y 2013.

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