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Bracamonte, el nuevo DT de Cerro Largo: la música, la chance que le dio Tabárez y el hit de su homenaje a Maradona

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Héctor Bracamonte

HISTORIAS

“¿Por qué no?”, esa fue la respuesta a la pregunta sobre cuál era el motivo que lo trajo. "Soy Héctor Bracamonte, no soy Guardiola, para arrancar me parece que es una experiencia más que auspiciosa".

El teléfono da tono. Suena una vez, suena dos veces. A la tercera, una voz responde del otro lado. Una voz distinta a la que se suele escuchar en Uruguay y distinta a la que se puede encontrar en Melo. La voz es cordobesa y el protagonista es Héctor Bracamonte, el nuevo entrenador de Cerro Largo.

“Justo me agarraste mirando el partido”, dice sobre el Cerrito-Montevideo City Torque que abrió la fecha 11 del Torneo Apertura. “Es la liga a la que pertenecemos y a cualquier detallito o idiosincrasia hay que acostumbrarse. Estamos mirando porque obviamente estamos a cuatro fechas del Intermedio y cualquiera de ellos puede ser nuestro rival”.

Bracamonte tiene 44 años y tiene un pasado como futbolista siendo delantero, lo que lo llevó a vestir la camiseta de Boca Juniors e incluso jugar nueve años en el fútbol de Rusia donde defendió a tres equipos.

Precisamente en uno de ellos, el Terek Grozny, fue cuando le llegó la primera chance de ser entrenador, pero de hecho sin haber dejado el fútbol. “Estuve un mes y poco como interino. Jugaba y también era el técnico”, recuerda el nacido en Coronel Baigorria.

El paso de los años lo llevó a realizar distintas tareas dentro de la dirección técnica pero tal vez asumir en Cerro Largo es uno de sus retos más importantes por lo que significa encabezar el cuerpo técnico de un equipo.

“¿Por qué no?”, esa fue la respuesta a la pregunta sobre cuál era el motivo que lo trajo al Arachán; rápidamente dio a conocer los argumentos: “Estamos hablando de un equipo en Primera División del fútbol uruguayo que es un país campeón del mundo, reconocido a nivel mundial, donde han salido jugadorazos, cómo no voy a venir a un equipo como este. Soy Héctor Bracamonte, no soy Guardiola, para arrancar me parece que es una experiencia más que auspiciosa para mí. Tenía muchos más sí que no”.

Bracamonte, quien actualmente vive en un hotel de Melo mientras busca un apartamento, reconoció que el momento deportivo no es el mejor pero que tiene herramientas para revertirlo: “Me encontré con la situación desfavorable de la posición en la tabla y el problema anímico que eso trae, pero nos encontramos también con gente muy predispuesta, con un equipo muy profesional y vinimos también con muchas ganas”.

Héctor Bracamonte junto a Rolando Schiavi durante su pasaje trabajando en Boca Juniors. Foto: @BocaJrsOficial.
Héctor Bracamonte junto a Rolando Schiavi durante su pasaje trabajando en Boca Juniors. Foto: @BocaJrsOficial.
su carrera como dt

De interino a la Primera de Boca Juniors

Luego de su interinato en el Terek Grozny de Rusia donde fue jugador y entrenador al mismo tiempo, Héctor Bracamonte no pasó al otro lado de la línea de cal hasta retirarse. El destino quiso que su regreso fuera en las mismas juveniles en las que inició como jugador: en Boca Juniors.

“Tuve la posibilidad de estar en juveniles de Boca, tambén en infantinles y en la reserva, incluso hasta un interinato con el Flaco (Schiavi) en el plantel principal luego de la salida de Rodolfo Arruabarrena y previo a la llegada de Guillermo Barros Schelotto en Primera”.

Tras su salida de Boca, le llegó la chance de ir a Huracán, aunque en esta ocasión como coordinador de juveniles y luego volvió a ser ayudante técnico, aunque en este caso con Pablo “Cholo” Guiñazú a quien acompañó en Atlético Tucumán. Para dirigir al plantel de Cerro Largo arriba con un cuerpo técnico que está formado por Víctor Marchesini y el profe Javier Picco.

Admite que vino más de una vez a Uruguay a vacacionar, pero haciendo memoria recordó que en 1997 vino a jugar un cuadrangular en Punta del Este defendiendo a las juveniles de Boca, ante River Plate, Nacional y Peñarol.

De todas maneras, uno de los vínculos más fuertes con nuestro país lo tuvo precisamente en el club Xeneize, donde fue dirigido por el maestro Tabárez: “Tengo un muy buen recuerdo porque fue quien me dio la posibilidad de mostrarme como jugador en un equipo como Boca donde si bien había debutado, fue él quien me dio la chance de ser uno más del equipo. En las otras estaba Palermo que no dejaba jugar a nadie, le hacía goles a todo el mundo y no había lugar para juveniles. Le recomendó el coordinador de juveniles que me repatriara porque le faltaba ‘9’, me vio un par de videos, me llamó y le interesó que volviera y ahí fue que tuve la chance de jugar seguido e incluso la Copa Libertadores”.

Al ser consultado sobre si le llamó la atención que Tabárez estuviera tanto tiempo al frente de la selección uruguaya expresó: "Me llama la atención por el hecho en sí porque es imposible que pase algo así en un fútbol moderno, no por las capacidades. Es difícil que se mantenga en un puesto como el de entrenador tanto tiempo. Fue bueno que haya habido un apoyo a un proyecto desde la AUF mas allá de que haya terminado como haya terminado, ha sido un proceso mas que exitoso".

Héctor Bracamonte defendiendo la camiseta de Boca Juniors.
Héctor Bracamonte defendiendo la camiseta de Boca Juniors.

“No puedo despegar mi vida del arte porque en mi familia siempre se vivió así. La música era algo natural, pero soy argentino y desde temprana edad soñé con jugar en la selección, en Boca porque es algo casi innato querer ser futbolista para el argentino. Después lo de la música me tocó del palo familiar y conviví con las dos desde chico”, confiesa.

En su pasaje por el fútbol ruso se cruzó con otro argentino que sin saberlo le iba a despertar otro cariño por la música. “Con Cavenaghi compartimos el barrio en Rusia y más allá de que éramos rivales (tanto cuando uno jugaba en Boca y el otro River, como en sus equipos del fútbol ruso) nos juntábamos seguido y nuestras familias se llevaban bien”, cuenta quien también recuerda de esa camada de futbolistas a uruguayos como Andrés Scotti, Bruno Silva y Omar Pérez.

“De un día para el otro dice que quiere aprender, ‘venga amigo yo le enseño’. Compramos equipo, guitarra y le enseñé algunos acordes”, recuerda.

“Siempre estuve tocando en bandas y tengo proyectos que se arman y desarman, incluso el último lo hice con exfutbolistas y una chica que es futbolista actual y tocamos hace poco, así que banda y amigos y gente para tocar siempre hay”.

Bracamonte llegó a Melo con su estilo, su propuesta y también su rock.

El hit que tuvo el homenaje a Diego Maradona

Héctor Bracamonte y su cariño a Diego Maradona.
Héctor Bracamonte y su cariño a Diego Maradona.

Como la gran mayoría de los argentinos, Bracamonte idolatra a Diego Armando Maradona y por eso, apoyado en su tradición musical, le dedicó una canción.

“Fue en Rusia. Año 2004. Diego estaba pasando un momento de salud muy complicado y salió como para hacerle un homenaje, pero nunca pensé en grabarla, no quise, ni mostrarla a nadie. Un amigo en un programa de tele me pidió que la tocara, la toqué a la gente le gustó, y una banda hizo hasta una versión media murguera. Esa está subida a Spotify, la banda es Neptuno Rock. No había ninguna intención más que hacerle el homenaje y le terminó gustando a mucha gente”, sostiene sobre “Diego Armando Maradona, el capitán”.

“La mano de Dios rozó con un dedo tu pie izquierdo. Barrilete cósmico rozando el verde suelo. Sos venganza de los pobres y bandera de los tristes. Tu tortuga no se escapa, fuiste sol en días grises”, inicia un tema que rápidamente se popularizó en la vecina orilla.

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