El gancho de Haller es eterno

DIEGO PÉREZ

Germán Haller agarró la pelota y con una mano -como siempre-, tiró desde la línea de libres. Falló. "Hace tiempo que no tiro", dijo esperando la revancha. De ahí en más no erró y los chicos que esperaban comenzar sus clases en la cancha de Biguá aplaudían cada acierto, seguramente sin saber que frente a ellos estaba uno de los mejores de la historia del basquetbol uruguayo.

"Era un jugador prolijo y respetuoso. Si los rivales me pegaban duro yo, sin más represalias, trataba de hacerles el gol", asumió. Y para eso contaba con un arma letal: el gancho, un tiro inmarcable y que mantiene prácticamente intacto. Por su cordialidad y juego limpio, Haller fue distinguido dos veces con el trofeo "Caballero de América". Nada mal para alguien que debía imponer su juego cerca del tablero, la tierra de los más fuertes.

Nacimiento: el 8 de junio de 1952, en Mercedes.

Debut oficial: tenía 15 años cuando debutó en Peñarol.

Equipos en los que jugó: Peñarol, Colón, Urunday, Biguá, Welcome y Gimnasia y Esgrima (La Plata, Argentina).

Títulos: en Uruguay fue campeón del Torneo Federal con Peñarol, y de un Preparación con Colón. En Argentina ganó el Metropolitano con Gimnasia y Esgrima. Además ganó dos de los siete torneos sudamericanos que jugó con la selección uruguaya.

Debut en la selección: A los 16 años, en un Sudamericano que se jugó en Montevideo.

Retiro: a los 41 años, tras ascender a primera con Welcome. Los dirigentes querían que siguiera.

"Fue un final muy polémico. A falta de un segundo perdíamos. Pero el que tenía el reloj en vez de apretar el botón cuando Bianchi recibió la pelota, se dispersó y le dio tiempo para picarla, hacer un doble ritmo y llegar a meter el doble".

"Un equipo sin gente grande no puede ganar un torneo. Son los que desnivelan. La prueba está en que Uruguay tiene dificultades porque no tiene gigantes. Batista, solo, hace todo lo posible. Pero ni es muy grande, ni tiene recambio".

"Tuve buenos técnicos, pero al que más recuerdo es a Bula. Fue el que me enseñó a hacer el gancho, un arma del que yo me valía mucho para hacerle daño a los rivales. Además se preocupó mucho por mí en la parte humana".

"Me gustaría haber trabajado más en la parte física, como se hace ahora. En aquella época pesaba 90 kilos, pero capaz que con más músculo y pesando 100, hubiese tenido más capacidad para el choque y mi juego hubiese influido más".

"La llegada de Esteban a la NBA ha sido un hecho trascendente. Pienso que todavía le falta un poco más de fundamentos, pero va a seguir logrando cosas muy buenas. Se trata de un jugador con mucha potencia y decisión".

"Se van a reír, pero a nivel técnico siempre me gustó cómo tiraba uno que no trascendió: Jorge `Cabra` Sáenz, de Mercedes. Tenía un `jump` perfecto y, por supuesto, era muy efectivo. Podría haber llegado muy lejos, pero él no quiso".

"Fíjese que de los grandes yo (2,03 m.) era el más chico. Estaban Lawrence Jackson (2,06), Michael Jackson (2,04) y Ernesto Ghermann (2,11). Como base se alternaban Metcalfe, un morocho chiquito, y `Carlitos` Peinado".

"Era un jugador muy completo que tenía la virtud de dominar las dos manos. Además, siempre leía muy bien el juego. A todo eso le agregó personalidad, era un jugador con mucha iniciativa. A la prueba está que le fue bien cuando jugó en Europa".

"El `Fefo` fue siempre un gran personaje por su manera de ser fuera de la cancha, tan alegre. Le gustaban las murgas y todo ese tipo de cosas. Transmitía esa alegría. Y en la cancha ya todos conocen lo que fue, un gran goleador".

"Se me hace difícil porque hay muchos jugadores que podrían estar. Ya mencioné al `Tato` López y podría sumar a Oscar Moglia, a `Manolo` Gadea, al `Chumbo` Arrestia, a mi compañero Carlos Peinado... y algunos más. Hay varios".