Red Bull presentó hoy en un marco de llamativa austeridad el modelo RB5 que guiarán el alemán Sebastian Vettel y el australiano Mark Webber en el próximo Mundial de Fórmula 1.
El bautismo se limitó a una sesión fotográfica en la línea de boxes del circuito español de Jerez de la Frontera y luego Vettel salió a pista y efectuó los primeros giros.
"Me limité a controlar los sistemas, pero la primera impresión es óptima", dijo el volante germano a los periodistas.
El nuevo auto, diseñado por Adrian Newey, estará impulsado por el motor Renault RS27, al que se le permitirá un desarrollo posterior bajo las nuevas reglas técnicas de la categoría.
"Fue extraño mirar por los espejitos retrovisores y no ver los apéndices de ala que antes afloraban de las carrocerías y, además, tener un alerón trasero más pequeño y en posición más baja. Realmente experimenté una sensación rara", asumió Vettel.
Según el director general Christian Horner, el "objetivo mínimo" de Red Bull es obtener en 2009 un triunfo en pista, repitiendo lo que Vettel logró el año pasado en el Gran Premio de Italia, en Monza, al comando de un Toro Rosso.
Tanto Red Bull como Toro Rosso son propiedad del magnate austríaco Dietrich Mateschitz, el mismo que encabeza la empresa homónima de bebida promocionada como energizante.
Horner definió como un "gran desafío" el que plantean las nuevas reglas técnicas que se aplicarán este año en la F-1, para reducir costos operativos y equilibrar el nivel de los participantes.
"Para afrontar la temporada hemos apuntado a la continuidad, confirmando al equipo técnico que está con nosotros desde hace dos años y cuya misión ha sido interpretar las nuevas normas", apuntó el directivo.
Se esperaban novedades aerodinámicas en Red Bull, que no aparecieron a primera vista, aunque podrían estar escondidas en el tren trasero del auto, ocultado hoy a los fotógrafos, con difusores situados en posición extraña y novedosa, evaluaron los especialistas.
La temporada 2009 de F-1 comenzará el 29 de marzo, con el GP de Australia. (ANSA)