LA CLAVE
El gobierno ganó las elecciones con varias promesas claras. Una, tal vez la más explícita, reformar una educación que se cae a pedazos. El proceso de reforma actual, está lejos de ser lo contundente que debería, por la necesidad de acordar con los socios de la coalición. Y sin embargo, esta reforma “tibia”, desató una guerra abierta de gremios y oposición. La lectura que esto debería dejar es que si vas a tener este tipo de resistencia igual con un proyecto moderado, más valía ir a fondo y a por todo.