Cuando recién empezaba la séptima década del siglo XX -el 5 de febrero de 1971- se fundaba el Frente Amplio como partido político. Los nombres con los que se distinguían los diversos grupos componentes de esa coalición hacen referencia a los ideales que los mismos sustentaban y/o a los procedimientos a emplear para alcanzarlos. Algunos ejemplos bastan para comprobarlo: Movimiento Revolucionario Oriental, Fuerzas Armadas Revolucionarias Orientales, Organización Popular Revolucionaria "33 Orientales", Grupos de Acción Unificadora, el Movimiento 26 de Marzo (puerta de entrada al MLN-Tupamaros) que se unían en el empeño junto al Partido Socialista, el Partido Comunista, el Partido Demócrata Cristiano y algunos escindidos de los partidos tradicionales. Algunos creían en el camino de las urnas pero, para otros, la violencia era su vocación más definida, como lo prueban los luctuosos hechos que protagonizaron antes y después de la fecha fundadora. El MIR Movimiento de Izquierda Revolucionaria, por ejemplo, la pregonaba con estas palabras: "Buscamos la destrucción del sistema oligárquico imperialista que rige en el Uruguay".
Los socialistas entendían al Frente Amplio como una alianza de clases, como un agregado circunstancial y pasajero. Los comunistas, por su parte, acusados de reformistas, contaban con un aparato militar clandestino y obedecían ciegamente las directivas provenientes de la URSS y de Cuba, sus fuentes de recursos financiero logístico y de entrenamiento en prácticas subversivas y sediciosas.
El PDC se definía como opositor tanto al gobierno pachequista como a la guerrilla pero poseía un sector juvenil radicalizado. Ex integrantes de los partidos tradicionales llegaron a ocupar cargos de máxima jerarquía en el Frente. Seregni es el principal referente.
Se estaba, pues, ante una verdadera colcha de retazos política, retazos que variaban en tamaño, significación y agresividad. Pero todo estos retazos tenían algo en común: el odio infantilizado hacia los EE.UU., la adhesión incondicional a la URSS y a Cuba y a los principios marxistas y leninistas en los que veían anuncios mesiánicos de un nuevo tiempo.
Aunque pagando un alto precio, el Frente Amplio sobrevive a la dictadura militar, se reorganiza y, en 2004, gana las elecciones que le permiten gobernar, con mayorías absolutas en el Parlamento. Pudo -si así lo hubiera querido- concretar en leyes y en hechos las promesas propagadas en su campaña electoral. No lo hizo. Se desgastó en el uso del poder. Fue anodino e inoperante. Se desempeñó atado por sus propias ligaduras. Es que la inicial colcha de retazos se había transformado en una bolsa de gatos gruñones.
Esta es la visión que impera en la ciudadanía, avalada por el pobre resultado obtenido por el Frente Amplio en las elecciones internas y remachado, aun más, por las exageradas pretensiones de Astori para aceptar ser el candidato a vice, por el rechazo total e irritado de Mujica a las mismas y, finalmente, producido el supuesto acuerdo, por la actitud distante y fría de ambos candidatos. Todos sabemos que existe mutua desconfianza, que se cruzan denuestos, que el recelo es inocultable.
El que más sospechas despierta por su imprevisibilidad y falta de coherencia es Mujica, pero ahora parece estar haciendo buena letra, no sea cosa que "espante al burgués": arremete contra el exceso de estatismo, reivindica el papel de los empresarios y se niega a aceptar que los EE.UU. padezcan de maldad intrínseca. Incluso, para espanto de los radicales habla bien de los organismos de crédito internacionales, otrora tan vituperados en los muros capitalinos.
En la bolsa de gatos siguen mostrándose las uñas. Aunque manifiestan que no se quieren pelear con sus compañeros, se confrontan, se endilgan intenciones y hasta se profieren amenazas. Mujica advierte que "no me va a faltar decisión para tomar las decisiones que tenga que tomar" ¿A quiénes se referirá? ¿A compañeros o a adversarios? Es muy veleidosa la voluntad de los hombres, dijo Artigas. El presidenciable frenteamplista ilustraría muy bien esa decepción de nuestro prócer. Porque siendo Ministro de Ganadería, dejó boquiabierto a nuestro pueblo cuando afirmó, sin más, que "los tupas se alzaron en armas para defender la democracia".
¿Qué se puede esperar de su honestidad intelectual? Cosas veredes, Sancho.