Víctimas

Silvana Manzini | Montevideo
@| No puedo dejar de pensar en las tragedias que suceden con las familias. Y estamos en medio de un gran dolor que se siente en cada rincón del país. Estamos todos de luto. Pero, en medio de tanto dolor quiero y necesito elegir un camino de aporte. Desde mi lugar como mujer, madre y abuela, quiero darles una posible chance de que estos sucesos no terminen en tragedias.

Es necesario que desde el día uno en el que una persona hace una denuncia por violencia doméstica, se tomen a las dos partes como víctimas. ¿Por qué se debe tomar así? Porque la persona que es víctima de violencia, también puede ser agresora psicológica. Por lo tanto, mi sugerencia es que se tomen medidas para ambos.

Por un lado, retirar a la madre e hijos del lugar, llevándolos a un refugio. Y a la vez obligar, tras sentencia de juez, a que el agresor lleve un tratamiento psicológico, con un psicólogo y grupo de apoyo. E incluso un seguimiento estricto. Porque sabemos que la persona que es acusada de violencia queda “sola”, totalmente sola. Y es necesario que el sistema tenga una red de apoyo para esa persona también, ya que se evita que siga cayendo en ese espiral de violencia que los ha llevado a la autoeliminación e incluso mayor agresión hacia su familia.

Porque la salud mental, obviamente, queda en segundo lugar por parte de las autoridades. Sea por protocolos o porque “el victimario”, según nuestras leyes, no recibe ninguna ayuda. Y esto, a mi entender, es el más grave error que nos ha llevado a lamentables desenlaces.

Por lo tanto, mi propuesta es esa, que se atiendan las dos partes. Por el bien de todos. Ya que las situaciones de violencia no pueden encasillarse en la “ignorancia” de violencia doméstica. Es violencia y depresión psicológica de ambas partes. Y las verdaderas víctimas son los niños. Las pruebas de que están fallando y errando los procedimientos desgraciadamente están a la vista.

Espero que algún legislador lea esta carta y redacte un proyecto de ley urgente para empezar a ver y a considerar a las dos partes como víctimas.