Una persona de bien | Montevideo
@|Esta carta es un grito de auxilio. Me hago eco de todas esas personas del mundo que piden paz. Desde la barbarie que se cometió en Argentina con las tres jóvenes, hasta la vergüenza que me da que acá, en nuestro Uruguay, suframos por la delincuencia; pero la sacamos barata porque estamos con vida. ¡Basta! ¡Ya no más!
Hay que usar todas las herramientas legales y si es necesario modificar las leyes para que la persona de bien sea protegida. Y digo persona de bien a todo aquel ser humano que no es delincuente. Y sacar el “malandraje” de la sociedad.
Hay que empezar de arriba; desde los políticos corruptos y vendidos al narcotráfico y a las mafias, hasta el delincuente de barrio. Hay que ir por todos. Y dejar que los demás vivan en paz.
El ejemplo clarísimo de que se puede es Bukele; que fue mano dura con el que había que serlo. ¡Porque estaban terminando con la gente de bien!
Alguien tiene que parar con todo esto, porque todo tiene un límite. Se radicalizó al extremo la violencia y el miedo. Y ese miedo deriva en más violencia, porque si los que estamos desprotegidos no encontramos amparo en el Estado, nos vamos a proteger como podamos...