Néstor Lioret | Montevideo
@|A veces me imagino al Sr. Presidente de la República, hombre de gestión y medido al hablar, disfrutando un buen mate y mirando los titulares de la prensa. Algunos integrantes de su gabinete le arrancarán un gesto como el de aquel rabino en Praga, que Borges retrata tan bien en el Golem, criatura creada por éste último.
Resulta que tenemos nada menos que a la Sra. Ministro de Salud Pública argumentando que hay médicos que ganan mucho (¿qué es ganar mucho?)♠y que deberían topearse los sueldos.
El mensaje no sorprende desde la vernácula envidia uruguaya, cuyo mantra es la igualdad y, aparte del mensaje que manda a quienes tienen el talento, tiempo y coraje de estudiar y superarse, los empuja a sacarse el pasaporte en busca de mejores oportunidades.
Ninguno de nosotros, incluyo a la jerarca, aceptaría entrar a un block quirúrgico y entregar su vida a especialistas que ganen un laudo mínimo o los 28 dólares mensuales que perciben en Cuba. Tampoco se subió rumbo a Suiza con un Comandante de línea aérea al que le paguen el mínimo. Son cuestiones axiomáticas, está la vida en juego; el expertise se paga, la responsabilidad se paga, guste o no.
Me gustaría saber si piensa que son muchos los 318.000 pesos uruguayos por 8 horas, de lunes a viernes, cobrados para cuidar una jaula para elefantes, ¡vacía!; pagos por Juan Pueblo y devorados por su partido en la IMM (eso sí, transformada en bulín equipado hasta con el infaltable frigobar).
Por suerte para el rabino de Praga, el Golem no hablaba.